Todas las imagenes propiedad de El Deseo. S.A.
Muchas ganas le teníamos al regreso de Almodovar a la comedia (de hecho entraba en nuestra lista de lo más deseado…) y por fin llegó. Y bueno, no es que este mal, pero ha sido una experiencia un tanto insatisfactoria.
En un avión desde Madrid con
destino a México, el tren de aterrizaje se estropea por un fallo humano. A
bordo, con la clase turista drogada por parte de la tripulación, en primera encontramos a una serie de personajes de los nervios, al cuidado de unos
azafatos y unos pilotos no menos enloquecidos.
Almodóvar, siempre tan excesivo,
se desenvuelve mejor en temáticas desatadas, como el thriller o la comedia,
géneros en los que ha brindado sus mejores obras: “¿Qué he hecho yo para
merecer esto?”, “Laberinto de pasiones”, “Mujeres al borde de un ataque de
nervios”, “Atame”, “Carne Trémula” y “La piel que habito”... Es en ellas donde
sus tramas disparatadas encuentran mejor acomodo. En cambio, en el melodrama,
su abigarrado mundo funciona en ocasiones (“La mala educación”, “La flor de mi
secreto”) y en otras hunde el asunto, ya que lo estrambótico de la propuesta
fulmina cualquier tipo de empatía e interés por la historia.
En este caso tenía todo de cara
para dar una obra a la altura de sus mejores comedias: un reparto de intérpretes
de demostrada vis cómica y todos los medios que pudiera desear. Además, tiene
tras de sí un gran bagaje que le ha permitido ir sofisticando mucho su puesta
en escena, ya del todo libre de esa entrañable tosquedad de sus primeras obras.
Pues a pesar de todo ello, no ha
logrado la película redonda que se esperaba de él. Hay en “Los amantes
pasajeros” buenos momentos y buenos chistes, y se deja ver con agrado, sin
hacerse aburrida en ningún momento, pero termina quedando en tierra de nadie y
deja cierta sensación de oportunidad perdida.
El prólogo, en el que tenemos a
Penélope Cruz y Antonio Banderas, es la mejor muestra de ello. Tienes a dos estrellas
(capaces de llevar a cabo buenas actuaciones cuando tienen suerte), y en lugar
de lograr una secuencia descacharrante, pues te encuentras a los dos haciendo
de pareja arrabalera y con acento sureño, que hombre, si que te hacen sonreír,
pero vamos, la cosa daba para mucho más.
Pues esto es lo que pasa en el
resto de la película. Tienes momentos aceptablemente buenos, que te arrancan en
ocasiones carcajadas, pero que quedan un poco deslucidos. Los mejores momentos
los tienen el trio de azafatos locazas a los que dan vida estupendamente Carlos
Areces, Raúl Arévalo y Javier Cámara. Sus conversaciones entre ellos (impagable
ese altar portátil al que le reza Areces…), o con los pilotos, son francamente divertidas y tienen a su cargo el
momento estrella de la película: la interpretación de la canción “I´m so
excited” de las Pointer Sisters. Es en este momento cuando sale a relucir la
capacidad para componer imágenes fascinantes, pero también es cierto que queda
un poco deslucido por un exceso de
duración: más concentrado hubiera quedado mejor. Los momentos de humor soez,
tan característicos del director, quedan en tierra de nadie. Algunos funcionan
muy bien, y otros han quedado un tanto trasnochados, merecían un trato algo más refinado para no terminar siendo una comedia chusca. Además esta audacia en los
diálogos, hablando de (cito textualmente): pollas, lefa, bondage, maricones, prostitución, mamadas, follar por
delante o por detrás… es mostrada de manera muy recatada. Este director nunca
ha escatimado en mostrar carne, además lo hacía de manera original y
profundizando en los personajes con las secuencias de sexo (solo hay que
revisar los brillantes polvos de “Atame”, “Tacones lejanos”, o “Carne
Trémula”).Pues aquí, aunque hay sexo, y bastante además, ¡¡¡no hay un solo
desnudo en toda la película!!! Y la historia los pide a gritos.
Esta película quedará en la
carrera de su director como un divertimento menor (porque se pasa rápido, a lo
que ayuda su escasa duración…), y parcialmente fallido en su intento de
recuperar el brío y la chispa de sus comedias ochenteras. Para despedirse esta cachonda canción de Almodóvar y McNamara, en "Laberinto de pasiones". Impagable:
Sinceramente creo que un director que tiene el poder de hacer lo que le de la gana sin ningún filtro, pues llega a ensuciar un poco su gra y valiente filmografía con trabajos como éste. Un saludo
ResponderEliminarMás que autoindulgencia, que algo hay, lo que más me transmitió la película fue desgana. Se echan de menos los momentos brillantes que Almodovar siempre ha puesto en sus trabajos, incluso en los más discutibles.
EliminarSaludos
León, una buena entrada que alumbra lo que casi toda la prensa mundial opina respecto a la última creación del universal manchego; un film prescindible. Por cierto, ayer en el programa de Doña Cayetana colocada. Se pasó “Entre tinieblas”, fantástica y transgresora película de culto, junto “Qué hecho yo para merecer esto” o “La ley del deseo”. En mi caso, Almodóvar, es una persona por la que siento mucho respeto, esencialmente, por el antiguo cineasta naif y provocador. Ese clip que has puesto, junto al personaje kitsch McNamara-trash —ahora recogido por las TV,s ultracatólicas, para mayor disfrute de su discurso— bailando un tema, que una generación como la mía flipábamos; con su speed sound dextroanfetaminero. Almodóvar, como Umbral, Galván o el joven Trueba le dieron a este país un plus de detergente anticaspa, muy necesario en aquellos años donde el color marrón era la nota de pro y el diseño coreano brillaba por su ausencia. Fueron mil veces más duros que estos del HD. Respeto aquel Almodóvar —tengo amigos que han trabajado junto a él, algunos muertos— hasta la magistral “Átame” 1990. El otro Almodóvar; el preciosista, el lírico, el de los premios, el multimillonario, el Cahierista, el columnista agit prop, el director de culto embadurnado de Gucci y Botox… ¡Qué vienen los fachas!; me supera y no lo entiendo. Esta nueva historia, no va conmigo. Y mira que la nostalgia es un puñal envenenado de sal…Cuánto disfruté anoche con el convento surrealista. Siento que desde 1991, ya no conecte con su universo. No obstante, respeto—muchísimo— a un cineasta que hizo mucho por su país y este país le ha dado todo lo que tiene. Que no sé me olvide, voy muy liado y no pude postear; gran reseña y notición el regreso de los Strokes. Un abrazo
ResponderEliminarYo no lo viví de manera tan próxima como tu, aunque también lo considero algo que forma parte de mí, ya que mis padres me llevaron a ver al cine "Mujeres al borde de un ataque de nervios" con ocho años, y esas experiencias imprimen...
EliminarEs curioso lo que comentas, pero es cierto que las películas que mejor han envejecido sean las que llegan hasta "Atame": aunque toscas tienen una frescura que no envejece. Pero eso no quita para que haya realizado algunas películas muy brillantes tras ella, como "Carne Trémula" (que nunca me canso de ver) o "La piel que habito" que es una cinta muy estimable. Por cierto, cuando leí la excelente novela de Jonquet en que se basa, años antes de que se hiciera la película, me dije a mi mismo "Esto sería una película para Almodovar cojonuda". Y el resto es historia...
Lo de los Strokes aun no es una buena noticia, habrá que ver si son capaces de hacer lo que demostraron en sus origenes.
Un abrazo
Gran artículo. Además se nota lo sincera que es tu opinión bastante más lejos de los típicos críticos que ensalzan o avasallan la obra más por los implicados que per se. A mí Almodovar lo mismo me apasiona que aburre, eso sí jamás negaré la grandeza de, por ejemplo, "Todo sobre mi madre". Me has animado lo suficiente a verla, luego ya veremos.
ResponderEliminarGracías por los cumplidos. Siempre que vuelco aquí opiniones son sinceras, ya que si algo bueno tienen los blogs personales es que no hay que rendir cuentas con nadie, o por lo menos en los que son tan pequeños como este...
EliminarAlmodovar es capaz de lo mejor y lo peor. Aunque la revisión de sus obras, sobre todo de las últimas, hace que pierdan bastante. Eso me pasó por ejemplo con "Todo sobre mi madre", que en el cine me dejó conmpletamente alucinado, pero luego al verla de nuevo, me dejó más frio que otra cosa....
Espero tu opinión sobre esta "los amantes pasajeros" si te animas.
un abrazo
A mí me gustó pero poco y eso que ya fuí advertido: "Es un divertimento, una obra menor..." Creo que es bastante desigual y efectivamente lo de la crítica social chirría bastante. Es una película distraida que como te pasó a ti con "Todo sobre mi madre" no creo que aguante bien una segunda visión.
ResponderEliminarSaludos. Borgo.
Pues sí, yo también creo que el tiempo no va a tratar bien esta película, una vez que pase toda la vorágine mediática que siempre acompaña al manchego, quedará como el divertimento menor que es.
EliminarSaludos
Con ganas de verla, así sea un divertimento menor del director. El mundillo Almodovar me atrae ;)
ResponderEliminarAbrazo!
Mejor si vas así mentalizado, porque la cosa no da para mucho más. Ojala la disfrutes.
EliminarUn abrazo
Hola!! Madre mía con el vídeo este... xDDD En cuanto a la peli, completamente de acuerdo de que falla en este intento de volver a la comedia alocada de sus primeros largometrajes. En el blog, por eso, tenemos discordia, porque uno piensa que es una buena comedia, sin más, y otra piensa que es un despropósito en toda regla :P
ResponderEliminar¡¡Saludos!!
El video es impagable, si señor... Es muy tosco, pero esta llena de encanto. A mi me parece una película más inofensiva que otra cosa, pero da pena que el regreso de Almodovar a la comedia se haya quedado en una cosa tan menor, y con unos supuestos momentos dramáticos que resultan muy risibles.
EliminarSaludos