lunes, 28 de julio de 2014

Cine en random (VII): "El impostor"

En 1994 Nicholas Barclay de 13 años desapareció en San Antonio, Texas. Tres años después en octubre de 1997, en Linares, Jaen aparece un adolescente diciendo ser él y haber sido victima durante esos 3 años de abusos físicos y sexuales. Obviamente el adolescente no era Nicholas Barclay, sino un hombre de 23 años que se hizo pasar por él. Pero esta no sera la única mentira en una de las historias más rocamboléscas que se recuerdan...

Me acerqué a esta película siguiendo la recomendación de un amigo. De primeras no estaba del todo convencido por lo que me comentó, ya que me parecía que iba a ser bastante sensacionalista (el gran mal de los documentales, que además cada vez va más en aumento...), pero insistió tanto que le hice caso. Y la verdad es que ha sido una experiencia, no sé si buena o mala, pero desde luego bastante perturbadora.
Al contrario de otros documentales que tienen la intención de mostrar situaciones con la intención de dar a conocer LA VERDAD (olvidando que el documental es un genero cinematográfico como otro cualquiera, y que nos cuenta a lo sumo, una parte de la verdad, o como mucho la verdad del realizador), este desde el primer momento busca construir el suspense. Además lo hace a la manera de Hitchcock, revelando sus cartas desde el principio. Desde los primeros compases de la película queda claro que el aparecido es un impostor, pero el tema no es tanto ese, sino como (y porque) llegó la familia a aceptarlo como propio, ya que llegó a pasar con ellos ¡¡¡3 meses!!!

En esta película hay algo que normalmente no me gusta encontrarme en un documental, y es la reconstrucción dramática. No sí será una mania personal, pero cuando hay una recreación dramática de los hechos, me siento como si estuviera delante de un programa cutre de sucesos. Un buen realizador de documentales tiene que saber crear tensión y emoción a base de imagenes reales y los testimonios reales si los hubiera. Y si no se es capaz de hacer eso, pues entonces lo que tendría que hacer sería una película de ficción inspirada en los hechos reales. Pero aquí sin embargo, el uso de las dramatizaciones está justificado, ya que si tenemos en cuenta que la película se sustenta sobre la representación y la mentira, que mejor manera de mostrarlo que con una reconstrucción dramática.


Así, la película, valiendose de reconstrucciones, más los ambiguos comentarios tanto de la familia como del impostor, empuja poco a poco al espectador al desconcierto. Va creando un entramado en el que, partiendo de una situación más o menos segura en la que cree conocer el embuste sobre el que se articula toda la trama desde el principio, todo se va complicando hasta volverse más borroso, y uno esta cada vez menos seguro de lo que está viendo y oyendo. El retrato de la familia, típicos exponente de la llamada basura blanca, es de lo más desconcertante que he visto en bastante tiempo: todo empieza con la familía muy afectada por la desaparición del chaval, pero poco a poco, la cosa se va volviendo más turbia y aparecen sombras en ese retrato idílico que pretenden vender. Y el impostor, aunque intenta vender una justificación para su miserable comportamiento, acaba retratado como un ser totalmente despreciable, como demuestran esos planos finales, en los que sabiéndose el centro de la atención del momento, se dedica a imitar a Michael Jackson mientras le van a meter a la cárcel.

Un documental interesante y bastante perturbador, que no recibió mucha atención, y que la merece. Os dejo el trailer, y también este enlace a la pagina de Youtube donde se puede ver.

jueves, 24 de julio de 2014

Al Cesar lo que es de Cesar


10 años después de que un virus mortal diezmara la población humana y permitiera a la incipiente civilización de los simios florecer, algunos de los hombres de la colonia humana establecida en San Francisco se aventuran en los bosques de los monos para intentar encontrar una fuente de energía que les permiten sobrevivir. La relación con los simios que viven en la zona, liderados por Cesar, el primer simio inteligente, será muy tensa y permitirá conocer lo mejor y lo peor de las dos especies.

Todo llega en esta vida, hasta la continuación de la mejor película de ciencia-ficción que uno recuerda haber visto en una sala de cine en bastante tiempo. La expectación era máxima, ya que aunque la primera película pilló al público por sorpresa (nadie esperaba nada ya de una película de la saga de los simios...), con el tiempo su fama no ha hecho más que crecer, y todo el mundo quería que esta entrega mantuviera el nivel de la original. Uno había oído voces que decían que era incluso superior a la primera entrega. Si una película tenía el riesgo de hype esta temporada, era "El amanecer del planeta de los simios". Afortunadamente, ha sabido colmar las expectativas. Eso sí, sin superar a la anterior (aunque seamos justos, pocas películas lo han hecho desde entonces...).

¿Y porque no supera a la anterior? Pues yo el principal fallo que le veo es el guión. No porque los diálogos sean malos, ni las situaciones increibles, ni porque falte ritmo, sino porque trae a la mente demasiadas historias previas. Esto no es malo en sí mismo, ya que los referentes que toma son "La batalla por el planeta de los simios" (que es para mí la mejor secuela de todas las que generó la saga original, y que a su vez bebía de muchos westerns de alianzas forzosas) y "El rey león", es decir, grandes películas con temas potentes y univerales. Pero claro,  el efecto sorpresa queda casi anulado, y este fue, sin duda, uno de los motivos por los que el original tuvo tanto impacto. Aparte de esto no creo que se le puedan poner más pegas a esta secuela. Y es que hasta el guión, que como he dicho es el punto más endeble, está lleno de varios apuntes que logran quitar la sensación de deja vu.


Lo primero y más importante, es que mantiene lo que hizo a la primera película tan especial y es narrarla desde el punto de vista de los simios, y más concretamente, del de Cesar. Si no fuera así, estaríamos ante otra película postapocalíptica más. Los primeros 20 minutos son ejemplares a ese respecto, ya que el espectador asiste a  un inicio que narra la vida diaria de los simios en el que se prescinde de los dialogos más allá del lenguaje de los signos. Y cuando aparece el ser humano, lo hace como un invasor. Pero es que en el final de la película, y esto no destripa nada, los humanos se apartan y la historia de Cesar sigue curso: por si quedaba alguna duda, los simios son aquí los protagonistas. Hay que quitarse el sombrero antes los responsables de la película, que han
tenido la valentia de no dar todo mascado, triturado y digerido, como viene siendo general en un blockbuster de este calibre. También es de agradecer que, lejos de hacer un espectáculo blanco, la historia tenga tintes políticos y sociales bastante pesimistas. Al plantear los dos bandos protagonistas como un reflejo el uno del otro, deja entrever una visión del individuo nada halagüeña, y que tristemente ha sido demostrada por la Historia una y otra vez: la tendencia a la violencia de la condición humana (y de la simiesca). Si bien siempre hay gente que intenta abogar por el diálogo y el entendimiento, papel que representarían el chimpancé Cesar (al que da vida Andy Serkis) y el humano Malcom (bien defendido por el actor Jason Clarke), los que suelen precipitar los hechos hacia la fatalidad suelen ser los resentidos, incapaces de entender otra manera de vida que la imposición ante el opuesto, actitud que representan el antiguo militar Dreyfuss (que incorpora Gary Oldman con su habitual solvencia) y el chimpancé usado en experimentación humana Koba (interpretado por Toby Kebbell). Y como (casi) siempre en esta saga, hay un final bastante pesimista...

Y en cuanto a la realización, pues poco se le puede echar en cara. Además de los citados 20 primeros minutos casi sin dialogo que definen a la perfección la sociedad simia, hay otros buenos momentos:  la primera visita de las tropas de simios al asientamiento humano, tensa y solemne; la secuencia que envuelve a la cría de Cesar y una promesa no cumplida, con un suspense muy bien llevado; el ataque al asentamiento humano; y el climax final espectacular y bien rodado. Lo que si he echado en falta son los espectaculares movimientos de cámara de la primera entrega. Reflejaban muy bien el descubrimiento del mundo y de sus propias capacidades por parte de Cesar. Aquí, acorde con el tono más oscuro y adulto de la trama, la exposición es más seca y los planos no tienen la fluidez y el entusiasmo de aquella.



Lo que si he que me ha decepcionado un poco ha sido la banda sonora a cargo del casi siempre brillante Michael Giacino. La partitura me pareció demasiado épica en algunos momentos y se echa de menos los sonidos orgánicos con los que Patrick Doyle acompañó la anterior entrega.





Y para despedirme además de dejaros los curiosos (sobre todo el tercero) aunque totalmente prescindibles cortos que sirven como enlace entre las dos películas, decir que no voy a hablar de los efectos visuales, ya que estos son otra herramienta narrativa más, como el montaje o la fotografía. Lo mejor que se puede decir de ellos es que uno se olvida desde el primer minuto que lo que se está viendo es fruto de la infografía. Y otra cosa que me llamó la atención es que cuando empiezan los títulos de crédito, el primer actor que aparece es Andy Serkis como Cesar. Con eso queda todo dicho.






domingo, 20 de julio de 2014

Ha muerto Alex Angulo


No se me ocurre peor manera de despedir la semana que con esta noticia, la muerte de Alex Angulo esta tarde en un accidente de tráfico.

Era un hombre lleno de carisma y tremendamente entrañable, capaz de hacer fácil lo difícil y con una naturalidad pasmosa. Hizo muchos grandes papeles, pero para mí siempre será el padre Berriartua en "El día de la bestia", una película que a mí (y me conta que a otros muchos) nos cambió su manera de entender el cine español, haciendonos ver que aquí se podía hacer todo tipo de cine. Pero además de con Alex de la Iglesia también colaboró con Pedro Almodovar, Imanol Uribe y Guillermo del Toro.


Una gran perdida. Os dejo con el corto que protagonizó para Alex de la Iglesia, "Mirindas asesinas". Descanse en paz.

jueves, 17 de julio de 2014

Brillantes susitutos.

Hace unas semanas se publicó el segundo tomo y cierre de la colección "FF". Esta serie nació como complemento de "Los cuatro fantásticos", algo de lo que siempre hay que desconfiar, por el tufo a maniobra comercial que tiene, pero como estaban detras Matt Fraction, que me tiene maravillado con "Ojo de Halcón", y Mike Allred, que es de todo menos convencional pues piqué.

La serie surge de un grupo que se constituye para cubrir la ausencia de Reed, Sue, Johnny y Ben al frente de la Fundación Futura, una suerte de escuela para jovenes dotados que tiene su sede en el edificio Baxter. Los imaginautas se ven obligados a abandonar la Tierra para realizar un viaje a otra dimensión, que en duración terrestre será solo de unos minutos. Los elegidos son El Hombre Hormiga Scott Lang, la inhumana Medusa, Hulka y Miss Cosa, el último ligue de la Antorcha Humana, que como no tiene poderes se enfundará el traje que lució en tiempos remotos Ms. Marvel cuando estuvo en los 4F. Pero como es lógico, todo se complica.

Si alguien no conoce los referentes que he ido desplegando que no se preocupe, porque esta serie funciona como una historia cerrada y autocontenida. No hay cruces con otras series ni acaba en un continuara ni nada de eso. Yo mismo llevo muchísimos años sin leer los 4F y eso no ha impedido que disfrute como un enano. Porque sí, la he disfrutado mucho.





Fraction desde el primer momento es consciente de que el popero dibujo de Allred va a condicionar la serie y le da un tono ciencia ficción delirante y desenfadada. Que nadie se asuste al leer esto, porque está todo lo que ha hecho famoso a los 4F: amenazas espaciales, viajes en el tiempo, visitas a Latveria,  y personajes de toda la vida venidos de un futuro. Los autores se atreven incluso a ponerse metalingüísticos, con momentos como aquel en el que disertan sobre la moral de los heroes y villanos según el color de su traje, o aquel en el que Fraction y Allred visitan la serie. Pero todo ello revestido de un humor surrealista y nada sesudo, con diálogos con mucha chispa. Los alumnos de la Fundación Futuro son algunos de los que brindan los momentos más divertidos, con su inocencia y gamberrismo. Pero no hay que olvidar las apariciones del Vigilante, del que descubrimos su faceta libidinosa, o el Hombre Dragón, o el Hombre Imposible, con problemas con su churumbel. Y ya como guinda, hay en el tebeo referencias cinematográficas a "Los doce del patíbulo" de Aldrich (salta a la vista nada más leerlo) o hasta el "Fitzcarraldo" de Herzog, en un número narrado parcialmente como un video doméstico.



Hasta ahora solo he hablado del guión, pero si este logra funcionar tan bien, es por la labor del dibujante. Cuesta pensar en un dibujante más adecuado para esta serie que Allred, heredero de la vena más pop de Jack Kirby pasada por el tamiz de Roy Lichtenstein, y sin miedo a experimentar con la narración, con planos alucinantes. Además la labor de su esposa Laura en el color, con esos colores sólidos sin degradaciones aumenta el tono de estar leyendo un tebeo de esos de la infancia, en el que la diversión y la aventura estaban aseguradas. Además, en las escasas sustituciones que le hacen, el que le cubre es un tal Joe Quinones, del que no había oído hablar en mi vida, pero que se pliega al estilo de Allred, dando un tono unitario que beneficia la serie.
Normalmente me entristece que cierren una serie que me gusta, pero en este caso, no me ha dado pena,  no porque no me haya gustado, sino porque, en el fondo, todos, incluso los autores sabemos que es mejor que sea así: acabar en alto antes de que se eche a perder y todo quede deslucido.




En resumidas cuentas, un tebeo recomendable y fresquito para el verano. Animarse. Como despedida, una canción de The Gear, la banda de Mike Allred.

lunes, 14 de julio de 2014

La pantalla indiscreta


Nick Chambers (Elijah Wood) es el mayor fan de la actriz de serie B Jill Godard (Sasha Grey) y el gestor de la pagina web más popular dedicada a ella. Se ha trasldado a Austin, donde la actriz presenta su nueva película, tras haber ganado un concurso en el que el premio es una cena con la actriz. A última hora la cena será anulada, pero la persona que se lo comunica le ofrece a cambio espiar a su estrella favorita a través de distintos dispositivos digitales. Lo que de primeras parece un sueño, pronto se convertira en una auténtica pesadilla para todos.

Nacho Vigalondo tenía que lograr un éxito ya. Cae bien a la gente (es el mejor publicista que podría tener...) y demuestra mucho amor por el cine, los tebeos y la música cada vez que puede, despertando simpatía en la platea. Además tiene en su haber unos cortometrajes divertidísimos y originales. Todo eso está muy bien, pero al hora de plasmar todo eso en un largometraje...  Aquí en su día se comentó la irregular "Extreterrestre", y "Los cronocrímenes", que tenía un gran guión, pero una realización bastante plana. Aunque uno quedaba con ganas de ver más cosas de este hombre, ya se le estaba acabando el crédito entre la platea. ...

Sobre el papel la premisa de "Open Windows" no podía ser más interesante: un thriller (a lo De Palma, Vigalondo dixit) sobre un secuestro realizado por un hacker obseso narrado en una pantalla de ordenador. Era difícil resistirse. Y la verdad es que así en términos general colma las expectativas. Hay algún apunte que desmerece un poco el conjunto, pero se puede decir que es su película más redonda hasta la fecha.

A nivel técnico poco se le puede reprochar. La primera escena no puede ser más representativa: esa película dentro de la película en la que se van pegando pantallazos de la actriz. Aunque tematicamente no es nada nuevo (De Palma hizo lo mismo hace ya más de 40 años), es una bonita manera de dejar claro cuales van a ser los pivotes sobre los que se va a sostener la narración: el vouyerismo, la representación e Internet. Además estos momentos, a parte de marcar el tono sirven para que el espectador vaya acostumbrandose al lenguaje de la película. Como ya sabíamos, nos vamos desplazando entre las distintas ventanas que se abren dentro de la pantalla, y las diferentes imágenesy formatos: fotos, videos, streaming, cámaras de vigilancia, videoconferencia, imágenes de satélite, GPS... Y lo cierto es que esta variación de formatos no queda en una mera filigrana para no hacer el relato monótono, ya que las posibilidades que plantean cada formato están bastante bien utilizadas: la subjetividad que dan las cámaras delanteras de los moviles; el uso de las cámaras de vigilancia para enfatizar el suspense en las secuencias en el hotel; o lo que yo no había visto nunca, las cámaras ping-pong y (que no tengo muy claro que existan...), pero que dan la que es la imagen más potente de la película, la de Sasha Grey siendo reconstruida, o hasta renacida si quiere uno ponerse poético, a base de imágenes de 23 de esas cámaras  Algunos le han criticado que en ocasiones tire del truquito de rebobinar y replantear escenas que ya se han visto antes, pero a mí no me importo.

En el guión sería cuando encontramos ya más problemas... A muchos quizás les pongan nerviosos las múltiples y obvias referencias/homenajes a Hitchcock ( "La ventana indiscreta", "Frenesí", "Psicosis"...) y De Palma ("Doble cuerpo", "Impacto"...), pero yo no creo que sea el principal problema del guión, que dejemoslo claro, no es un desastre. Pero aun así, hay momentos en los que se le ven mucho las costuras: los últimos giros de la trama se sienten forzados y el ritmo decae, y eso en una película de hora y media es bastante triste. Otro problema son los personajes que están definidos a brochazos, quedando la labor en manos del actor que lo interpreta (Elijah Wood siempre ha sido un actor bastante solvente) o en el icono que representa (el haber fichado a Sasha Grey, más allá del morbo y la publicidad extra, es una buena idea, ya que la persona real, que no la actriz, a la que aun le queda bastante por mejorar como actriz dramática, enriquece al personaje). Aun así, la historia sirve para sostener la tensión. Y el alivio cómico que serían los hackers franceses funcionan de manera aceptable. Eso sí, esas supuesta reflexiones sobre la tecnología en la sociedad y en el individuo, pues la verdad es que yo no las he visto por ningún lado, aparte de algún apunte inicial que es dejado de lado a las primeras de cambio.

En fin que como thriller funciona bastante bien, y hay que quitarse el sombrero ante la audacia y la habilidad de integrar (bien) el lenguaje de internet al cine.  Bueno y también por lograr que un puñado de señoras mayores haya pagado por ver una película en la que sale Sasha Grey ¿Volveré a ver la siguiente película de este hombre en el cine? Muy probablemente. Sobre todo si se trata de la adaptación del divertido Supercrocks de Millar y Francis Yu.


sábado, 12 de julio de 2014

Películas para ocasiones (V.II): "Tropa de élite 2".



Como me gustó la primera parte, a dos días de que acabe el Mundial de futbol, aprovecho la ocasión para dar por cerrado deste díptico brasileño que me ha dejado bastante buen sabor de boca.


Han pasado unos 10 años de lo que se narraba en la primera película, pero la situación no ha mejorado mucho. A pesar de los intentos por abandonarlo y llevar una vida más tranquila, el policía Nascimento sigue estando al frente del BOPE, el comando de operaciones especiales de la policía de Rio de Janeiro. A consecuencia de una misión exitosa pero polémica para reprimir un motin carcelario, Nascimento se verá apartado del BOPE, y reubicado en un puesto de la inteligencia de la policía. Y será en este puesto cuando descubra que el sistema está aun más podrido cuanto más se sube en el escalafón.

Lo primero que hay que dejar claro es que, esta película, aun manteniendo bastantes conexiones con la primera "Tropa de Élite" (de hecho yo diría que es necesario haberla visto para entender esta continuación), es bastante distinta a ella. Si en aquella nos encontrabamos con una historia más coral que buscaba ofrecer un retrato del crimen en la favela, en este caso lo que se busca narrar es la lucha de un hombre contra la corrupción del sistema. Para establecer un simil: si la primera seguía la senda de "Traffic" o "Syriana", aquí estaríamos más cerca del cine de Michael Mann con "El dilema" y "Heat" como referencia. Y es que la sombra del director de Chicago se proyecta muy alargada sobre esta "Tropa de Elite 2".

Al igual que las mejores películas de Mann, esta protagonizado por un hombre de extrema profesionalidad que lucha contra el sistema por lo que el cree que es justo. Divorciado de su mujer y con una relación no tan buena como el querría con su hijo ya adolescente, su trabajo es el centro de su vida. Secuencias como aquella en la que llega a su casa, que en la anterior entrega veíamos ocupada por su hijo y su mujer, y en la que ahora todo se ve vacio y aséptico, son una buena muestra de ello. Pero la historia no queda solo en eso ni tampoco en una mera fotocopia de la primera. En lugar de ceñirse a la corrupción de la favela, aquí la fotografía de la corrupción se amplia para mostrar sus ramificaciones hasta los más altos estamentos, tanto políticos como policiales. Si que tengo que decir que aquí en algún momento bordea la parodia a la hora de presentar a algunos políticos, pero luego si uno piensa en las actuaciones de algunos presidentes de Latinoamerica como Chavez o Kischner, o en los bochornosos circos políticos que se montan aquí en España, pues  casi que termina resultando creible...

Y en lo relativo a la puesta en escena también se siente la influencia del realizador de "Alí". Hay varios momentos que podían estar sacados de "Corrupción en Miami" o "Heat". El aspecto visual se aleja del tono de reportaje de la primera entrega y se torna más estilizada. No sé si se debera a haber contado con más medios o a un cambio de intención del realizador, o a las dos cosas, pero aunque hay algo de la inmediatez que había en la primera entrega, se trabaja más el suspense y el montaje es más reposado. Hay buenas secuencias de tensión, como la operación para sofocar el motín en la prisión que abre la cinta, que aprovecha muy bien los
monitores de vigilancia para aumentar la tensión, o la misión en la que se acaba con la última favela que no estaba bajo el control de los policías corruptos. Pero si algo llama la atención es el tratamiento de la violencia. Si en "Tropa de Elite" los asesinatos eran todos bastante descarnados y captados con una cámara más nerviosa, aquí las muertes se muestran de manera más frontal y desapasionada. La violencia deja de ser un acto impulsivo para volverse casi un trámite burocrático, lo que la hace más terrorífica, como esa secuencia en la que dos sicarios de la milicia policial corrupta arrancan los dientes del cadaver calcinado de una periodista para evitar que sea reconocido: la actitud de los pistoleros es la misma que tendrían unos funcionarios municipales mientras riegan parque públicos o reparan el asfalto... Impresionante.

En fin, una buena película, que quizás carece de la frescura de la primera, pero que lo suple con un guión y una puesta en escena más elaboradas. No se me ocurre mejor elogio para estas dos pelícuals que decír que me han gustado tanto como para atreverme a ver el remake de "Robocop" que estrenó este año Jose Padilha. Y eso son palabras mayores viniendo de un defensor a ultranza de Verhoeven, que para más inri, padeció recientemente el infame remake de "Desafío total". Con eso lo digo todo.


domingo, 6 de julio de 2014

Y este año, disco nuevo...(XXIII): Morrissey



En breve saca disco Stephen Patrick Morrissey, Morrissey (o Mosser, o Moz) para los amigos. Y para celebrarlo voy a hacer un (somero, que este hombre es muy complejo) retrato basandonos en 10 citas, entre canciones y perlitas que ha ido soltando por la boca en los últimos 30 años. Eso sí, para entenderlo mejor, antes hay que tener presente que este hombre es par la mayor folklórica (otros dirán divo, pero me mola más folklórica, que es más castizo) del pop moderno: sus achaques de salud, sus arrogancias, sus contradicciones, sus supersticiones, sus exabruptos... Y por supuesto su genialidad. Y al igual que las folklóricas también tira mucho de "Yo no quería decir eso. Se han malinterpretado mis palabras..." Una vez que esto queda claro vamos allá.


1) "Bigmouth strikes again". En un acto de honestidad, allá por lo el año 86, nuestro hombre ya reconoce que se gasta un boquino de oro, capaz de arremeter contra todo y contra todos, hecho que le ha llevado a ser investigado por la mismísima CIA. Pero como deja claro, el sigue con lo suyo y cada poco se descuelga con una perla que le asegura no caer en el olvido.









2) "I still feel miserable now". Una de sus facetas más celebres: su tendencia a la depresión. Y esto no es un divísmo, porque ya antes de formar The Smitsh, cuando lo único que hacía era leer a Oscar Wilde, escuchar música y enviar cartas  polémicas al New Musical Express, era capaz de pasarse hasta dos o tres meses sin salir de su habitación. Y con el tiempo no ha mejorado, porque los títulos de sus canciones continuan demostrando que es la alegría de la huerta...






3) "Margaret on the guillotine".  Nunca ahorró maldiciones a la abominable Margaret Thatcher y llegó incluso a dedicarle esta canción en la que le deseaba abiertamente la muerte. Eso sí, a diferencia de otros muchos que cuando alguién muere cambian de opinión y solo tienen palabras positivas para el finado, Mozz fue tajante incluso después de que la Dama de Hierro entregara la cuchara.







4) "I entered nothing and nothing entered me, till you came with the key": La sexualidad de Morrissey. Uno de los temas que más preocupación despierta junto con las caras de Belmez y la conspiración. ¿Es homosexual? ¿Es bisexual? ¿Es célibe? ¿Es asexual? Siempre le gustó jugar con la ambiguedad, tanto en la vidas como en sus letras. Nunca se le ha conocido ninguna pareja, ni hombre ni mujer, y muchas veces se jactó de no necesitar una pareja en su vida. Aunque con estos versos de "You have killed me" pareció dar a entender que su actitud había cambiado, con una obvia metáfora sobre la penetración. Eso sí, no hizo pública ninguna relación con respecto a esta sentencia.



5) "I´ve forgived Jesus". Otro gran misterio, la fe de Morrissey. En teoría se crió en el catolicismo como corresponde a un descendiente de irlandeses. Pero son varias las ocasiones en las que ha renegado de aspectos del catolicismo. Aunque algún papel tiene que seguir jugando en su vida, con canciones como esta del 2006 en el interesante disco "Ringleader of the tormentors"  donde se descolgó con diciendo "He perdonado a Jesús". Todo un acto de humildad.








6) "Irish blood, english heart" Una canción que habla a la vez de él (inglés nacido de irlandeses) y de las relaciones siempre tensas pero condenadas a ir cercanas de estos dos países. En ella da muestra de su actitud descreida (y un tanto ambigua) respecto a la política. Lo mismo es acusado de racista por aparecer en conciertos envuelto en la Union Jack o por hacer canciones como "The national front disco" o "Bengali in platforms" (aunque luego no le duelen prendas para afirmar amar la música Reagge o las Ronnettes), que despotrica contra los tories y los laboristas o hasta el sacrosanto Obama.






7) "We all live in a murderous world, as the events in Norway have shown, with 97 dead. Though that is nothing compared to what happens in McDonald's and Kentucky Fried shit every day." Con dos cojones. Solo a Morrissey se le podía ocurrir comparar la matanza de Noruega del verano del 2011 con el consumo de carne. Animalista radical y vegetariano desde la infancia, siempre ha aprovechado la menor ocasión para la defensa de los animales (¿hay que recordar que tituló un disco de los Smiths "Meat is murder"?) y se rumorea que ha llegado a exigir que no se sirviera carne en los festivales en los que ha actuado... Eso sí, alguna vez, para bajarle los humos han llegado a lanzarle ristras de salchichas a la cara. Donde las dan las toman.


8) "Hang the DJ" Nunca ha desaprovechado la oportunidad para darle cera a la música disco. Al principio de los Smiths fue muy purista con no introducir ningún elemento que se saliera de la sacrosanta trinidad de bajo-guitarra-batería para crear el sonido de la banda (claro que teniendo a Johnny Marr, que podía hacer salir practicamente casi cualquier sonido de la guitarra, la cosa es fácil...) Con el tiempo se fue abriendo un poco, pero no quita para que en su reciente autobiografía se descuelgue con citas como esta sobre la gente que vió en la inauguración de la mítica The Hacienda en Manchester:  “bailarines dance desfigurados y goblinescos, como trozos de empanada de cerdo con rizos de rojo zanahoria oliendo a cerdo en escabeche, que tomaron el Hacienda como si fuese su propio baño público”


9) "Madonna is closer to organized prostitution than anything else" La Ciccone ha sido uno de los objetos de las pullas de Morrissey. Pero no ha sido la única artista. Este hombre no se guarda su opinión de nadie: Elton John, Michel Bublé, Lady Gaga, Robert Smith, Bob Geldof...



















10)"I would rather eat my own testicles than re-form The Smiths, and that's saying something for a vegetarian." Y esto es solo una muestra de lo que es capaz de decir el mancuniano. Aunque al parecer se han reconciliado y tienen una relación cordial, no hay indicios de que vuelvan a reunirse, lo que es agridulce: les honra no plegarse a las tan celebres giras de reunión para sacar caja, pero a la vez es una pena no poder volver a ver nunca juntos de nuevo sobre un escenario a estas dos bestias pardas.







Pero que los arboles no nos impidan ver el bosque. Es decir, que las declaraciones no nos impidan disfrutar de la música. Porque tiene mucha y muy buena. Y eso es lo que debería importarnos. Y también por eso hay que celebrar la salida de un nuevo disco. Aquí queda uno de los temas de ese "World peace is none you business", "Istambul" para ir abriendo boca. Y como bonus track, Morrissey recitando su nueva canción "Earth is the loneliest plantet"....¡¡¡Junto a Pamela Anderson!!!




martes, 1 de julio de 2014

Ni tan inteligente, ni tan artificial.


Will Caster ha puesto en marcha un experimento sobre inteligencia artificial que podría cambiar el mundo tal y como se conoce. Unos terroristas antitecnología atentan contra su vida envenenandolo, pero antes de fallecer y gracias al citado experimento, su mujer y su mejor amigo serán capaces de transferir su mente a un ordenador. A partir de aquí, las consecuencias serán inesperadas.

No he oído más que echar pestes de este "Transcendence", y viene precedida por el hecho de ser uno de los mayores fracasos en taquilla en lo que va de año. Pues, un servidor, como Santo Tomás, es desconfiado, así que quería ver con mis propios ojos si el desastre era tan grande como anunciaban, porque, a priori, tenía buenos mimbres: un reparto de campanillas, un tema potente y actual, y el venir apadrinada por Christopher Nolan y dirigida por su director de fotografía, Wally Pfister. Y como pasa casi siempre, no me pareció para tanto.




¿Es una película mejorable? Desde luego. Lo primero que le hubiera venido bien sería un director con más inventiva. A pesar de todo el potencial visual que tiene la historia, en muy pocos momentos llega a ser exprimido al máximo, y en los compases finales, que es cuando tenía que haber echado el resto, la cosa queda bastante pobre. Y mejor no hablar de las secuencias de acción, que son de las más anodinas que se ha visto en una superproducción hace tiempo. En esto imita al primerizo Nolan... Pero no le echemos toda la culpa a este hombre, que el guión tampoco es una maravilla. No tiene claro bien su objetivo y por momentos va dando bandazos. Pasa de thriller tecnológico, a ciencia-ficción con infulas mesíanicas para acabar con un final ¿romántico? que no termina de funcionar del todo. Además le pasa algo curioso, peca a la vez de serio y de superficial. Es decir, se toma demasiado en serio a sí misma, y a la vez, cuando hay temas en los que merecía la pena profundizar, no se atreve Y luego esta el tema de lo mal que perfila ciertas cosas, como los sanados por Carter, o lo peor del todo, el grupo terrorista, más risible que otra cosa. Aquí me gustaría hacer un inciso: uno de los motivos por los que resulta risible es por los pelos que se gasta su jefa, interpretada por Kate Mara, que además sigue empeñada en pintarse la linea de los ojos en cualquier personaje que interprete... ¿Es que nadie le va a poner freno a eso? Esperemos que para interpretar a Sue Storm  en el venidero reinicio de Los Cuatro Fantásticos, tenga alguien que le diga que hasta aquí hemos llegado, porque no me imagino a la Chica Invisible con esas pintas... Perdón, pero me he dejado llevar.

¿Es todo despreciable? No. Ni muchos menos. Hay algún momento interesante, e incluso notable. La secuencia del ataque terrorista narrada en paralelo, tiene un sentido del suspense más que digno. Y hacia la mitad de la película hay ideas con jugo y que proponen una interesante reflexión sobre el caracter mesiánico del que se reviste la tecnología en nuestra sociedad: los enfermos y
discapacitados que visitan el refugio de la Inteligencia Artificial de Carter traen inmediatemente a la mente las peregrinaciones a Lourdes y similar; o ese momento en la que las particulas de nanotecnología ascienden al cielo, como si fuera la ascensión de un Dios. Son momentos que funcionan y que ayudan a mantener el interés del relato, que, en general, se ve sin resultar aburrido.







En fín, que no merecía tantos palos. En manos de otro director como el propio Nolan, Verhoeven o Cronenberg, de aquí hubiera salido una gran película, y en manos de Pfister pues la cosa queda en un entretenimiento correcto. No creo que tengamos más oportunidades de ver la labor de este hombre tras las cámaras, puesto que el talegazo que se ha pegado la película ha sido de los que hacen época... Y a ver si lo próximo de Depp funciona bien, porque después de pegarse un (inmerecido) tortazo con la curiosa "El llanero solitario", está a un paso de volver a ser de nuevo ese buen actor que ninguna productora quiere al frente de sus producciones estrella...