martes, 8 de agosto de 2017

La Justicia de la Amazona.


A consecuencia de la foto que ya se vió en "Batman Vs Superman: Amanecer de la Justicia", la princesa Diana de Themyscira rememora su salida de la isla que le vió nacer y su primer contacto con el mundo durante la 1ª Guerra Mundial.

A veces que se unan dos cosas que te gustan mucho no tiene porque ser bueno. Aunque te guste mucho el chocolate, y el picante, el chocolate picante puede que no te guste nada (por si hay algún gourmet pervertido por ahí: sí, existe). El que pusieran a Zack Snyder al frente del Universo DC, fue una noticia maravillosa (nunca me cansaré de defender las cuatro primeras películas de Snyder: de lo mejor que se vió en la pasada década sin duda...) pero a la vista del churro que salió de "El hombre de acero" (en lo que también tuvo algo que ver la, en este caso, perniciosa, influencia de Christopher Nolan: otro ejemplo de cómo unir dos cosas que te gustan puede ser una mala idea...), pudiera ser que no lo fuera tanto. Cuando vino después "Batman Vs Superman: Amanecer de la Justicia" la cosa mejoró bastante, pero aun así quedaba lejos de las cimas del cine superheroíco que el valioso material que tenían entre manos merecía. Si tenemos en cuenta la decepcionante "Escuadrón Suicida", que no vino bajo el manto directo de Snyder, pero en la que seguro que había metido mano de alguna manera, quedaba claro que aquella buena noticia no lo estaba siendo tanto...
Y hete aquí, cuado estabamos a punto de perder toda esperanza, aparece este "Wonder woman" para obrar el milagro, asombrar a la platea y hacer que público y crítica recuperen la fe en estos personajes.
¿Los ingredientes del éxito? Pues en verdad no son nada nuevo, puesto que ya estaban en otros referentes, tanto dentro del género superheroico (el fundacional "Superman" de Richard Donner o "Capitan América: El primer vengador") como en otros géneros populares (a mí me vinieron a la cabeza en varias ocasiones clásicos de las películas de camaradería como "Los intocables de Elliot Ness" o "Los cañones de Navarone"), pero están tratados con el mimo suficiente como para emocionar y entretener.


Vease por ejemplo los primeros compases de la película en la Isla de Themyscira, muy bien resueltos y fluidos, y con algún momento que roza la excelencia, como la descripción de la historia del origen de las amazonas a través de la animación de pinturas clásicas. Apuntar aquí la excelente labor de Connie Nielssen y Robin Wright, que dan profundidad a unos roles que seguramente sobre el papel carecían de ella. Posteriormente este tono de aventura clasicote se mantiene tras el abandono de la isla por parte de Diana, y especialmente funciona bien en el primer encontronazo de la amazona con la cultura de inicios del siglo pasado, con momentos que tras el humor esconden una (somera, pero ahí está) reflexión sobre el rol de la mujer en aquella sociedad, como la secuencia en la que se prueba vestidos, que para su sorpresa son del todo incompatibles con la lucha para la que ella está adiestrada.
También se ve cariño por el material y el cine aventurero en la formación del equipo, totalmente tópica, pero que funciona más que bien. Y lo mismo vale para los villanos, aunque la Doctora Poison de Elena Anaya funciona más por su concepción visual que por la escasa chicha del personaje. También hay esmero en las secuencias de acción, sobre todo en la primera que acontece en las trincheras, sin duda, la mejor de la película tanto por ejecución como por emoción, y que hace un uso de la cámara lenta que va más alla del mero subrayado espectacular, ya que solo se ven ralentizadas las acciones de
Wonder Woman, mostrando así una diferencia entre la naturaleza mitólogica del personaje y lo mundano y ordinario de los soldados y sus armas de fuego. Sin embargo, hay que reconocer que así como esta primera escena bélica funciona a la perfección, el climax, aunque apunte alguna idea interesante sobre la identidad del villano, en su afán de rizar el rizo, termina por resultar cansino. A ver cuando se dan cuenta que en ocasiones menos es más.




Mucho se ha hablado sobre el tema del feminismo inherente a esta película y la importancia de que haya sido una mujer la encargada de dirigirla. Como ya he comentado hay algún apunte (bastante leve) sobre el feminismo, y no creo que eso sea lo más importante de la cinta. Desde luego es de agradecer que por fín una película protagonizada por una superheroina funcione a todos los niveles y haya tenido un éxito enorme tanto a nivel de público como de crítica. Pero si hay un valor que prima sobre el feminismo en esta película, es el pacifismo, ya que la nobleza que muestra en todo momento la protagonista es lo que llama realmente la atención: al contrario que otros superhéroes su lucha no tiene el origen en ningún trauma, y cuando lo hace, es siempre empujada por su defender la Justicia (así en mayuscula) y a los más débiles. Eso es lo que define al personaje y lo que hace que funcione tan bien y puede trascender el público femenino y convertirse en un icono tanto para hombres como para mujeres, que es lo que se debe celebrar.

Entre los motivos de que esto sea así, está desde luego la labor de la directora, aunque tampoco creo que esa capacidad de reflejar esa faceta del personaje venga dada por ser mujer, sino por su habilidad a la hora de entender el personaje y encontrar lo que le puede hacer universal. Esto que voy a decir quizás le suene fatal a los talibanes de lo politicamente correcto, buscadores de titulares reivindicativos y adalides de la lucha de clases y de géneros, pero no creo que el hecho de que la persona que se encuentra tras las cámaras y el personaje sean del mismo género sea determinante para poder entenderlo. Y sino, que revisen obras como las estupendas "Las Horas" (película dirigida por un hombre y protagonizada por personajes femeninos excelentemente desarrollados que emociona por igual al hombres y mujeres) o "K-19" (película dirigida por una mujer y protagonizada exclusivamente por hombres, que funciona a la perfección e igualmente es disfrutada tanto por hombres como por mujeres) para comprobarlo. Y otro
motivo principal para que el producto funcione es la excelente labor de Gal Gadot. Al igual que hizo Christopher Reeve al encarnar a Superman, logra hacer fácil lo difícil. Sin hacer gala de una interpretación aparatosa y recargada, con su  mera actitud logra transmitir de manera magistral la inocencia y el poder que necesita el personaje. Pese a que en un primer momento podía asustar un poco el hecho de que hubieran optado por una modelo por encima de actrices más experimentadas podía despertar recelo, se confirma como uno de los hallazgos de la película.

Es (muy) buena noticia que haya llegado dos mujeres del talento de Patty Jenkins y Gal Gadot al cine de superhéroes, hayan puesto donde se merece a Wonder Woman, y probablemente hayan logrado enmendar el curso del universo cinematográfico DC. Ahí es nada su logro. Pero no por le hecho de ser mujeres, sino porque lo han hecho (muy) bien. Mejor que todos los hombres que habían metido mano hasta ahora en estas películas.