viernes, 27 de mayo de 2016

Mis películas favoritas de 2015

Pues (aun) más tarde que años previos llega la lista de las películas que más me gustaron de lo que se estrenó el pasado año. Como ya he comentado alguna vez, nuestra vida ha cambiado y cada vez tengo menos tiempo para ver cine, y por eso he esperado a ver las películas que más interés para ver las películas que más me interesaban para pronunciarme... Y sin más preámbulos vamos con la lista, que, por supuesto no es más que un divertimento motivado por ese afán tan arraigado en la cinefilia de hacer listados. Vamos allá.

10) "Calvary" de John Michael McDonaugh. Confirmando el buen sabor de boca que dejó su trabajo previo, la entretenida "El irlandés", el realizador eleva la puesta elaborando un interesante estudio sobre la fé y las creencias en la sociedad moderna.














9) "Corazones de hierro" de David Ayer. En un año en el que Clint Eastwood presentó otra interesantísima cinta bélica, David Ayer consigue ofrecer que un filme bélico ambientado en al 2ª Guerra Mundial sea capaz de ofrecer situaciones y resoluciones visuales novedosas sobre algo tantas veces narrado como ese conflicto. La mejor cinta bélica del año.

8) "The imitation game" de Mort Tyldum. Pues a pesar de que su tufillo a cine ávido de premios pudiera despertar recelos, la apuesta de los Weinstein para los Oscars del año pasado resultó ser una apasionante y estupenda película.















7) "Vengadores. La era de Ultrón" de Joss Whedon. Pues quizás esté equivocado, pero creo que esta película mejora la ya notable primera entrega a todos los niveles: humor, espectacularidad, drama, desarrollo de personajes... Un ejemplo modélico de lo que debe ser el cine superheroico.







6) "Mi gran noche"  de Alex de la Iglesia. Otra película que quizás ha sido un poco ninguneada. El mejor trabajo de de la Iglesia desde "Crimen Ferpecto" y uno de los mejores de su carrera, con un Raphael inconmensurable y valiente que se presta al juego de interpretar a su yo maligno.








5) "Map to the stars"de David Cronenberg. El genio canadiense ya no necesita recurrir al cine fantástico para mostrar la perversidad. En este caso, con su estilo gélido y certero, ha mostrado la pesadilla que muchas veces oculta la fábrica de sueños por antonomasia de la sociedad moderna.








4) "Inside out" de Pete Docter y Ronnie del Carmen. La primera película que no parte de material previo de la Pixar en cuatro años ha sido una maravilla total capaz de contentar a grandes y pequeño y hacer asequibles ideas complejas y tremendamente abstractas sin renunciar a ser entretenida y emotiva.








3) "Sicario" de Dennis Villeneuve. Un thriller simplemente genial y terrorífico, poblado por personajes inolvidables y arropado por una músico hipnótica de Johann Johansson y una alucinante fotografía del siempre genial Roger Deakins. Imprescindible.








2) "Mad Max. Furia de la carretera" de George Miller. La sorpresa del año. Un ejercicio de cine puro y primigenio. Cine fresco y audaz de la mano de un realizador septuagenario, que brinda algunas de las imágenes más bellas del año e incorpora al imaginario popular la inolvidable Imperator Furiosa incorporada por Charlize Theron.







1) "It follows" de David Robert Mitchell. La mejor película del año y la mejor película de terror de la década para el que esto firma. Lo que podía haber sido un ejercicio de onanismo munblecore, deviene en una de las mitologías más fascinantes y complejas que uno recuerda en el cine de terror. Y todo eso lo hace con una realización portentosa, heredera del mejor John Carpenter, apoyada sobre un interesantísimo y audaz guión. Una obra maestra.

Esto es toda amigos. Ahora como siempre, si os parece que sobra algo o falta algo, pronunciaros por favor. Pero sin enfadarse, que esto es solo un juego.

viernes, 13 de mayo de 2016

Posiciones enfrentadas.


Las repercusiones de una misión en Nigeria, unidas a las voces críticas con los hechos acontecidos en Sokovia, Washington y Nueva York, hacen que la comunidad internacional presione para lograr que los Vengadores se sometan a un control externo de sus acciones. Tony Stark es partidario de ello, pero Steve Rogers lo rechaza por desconfianza a que este control coarte su libertad y les convierta en un batallón de soldados sin voz ni voto. Esta diferencia de posturas supondrá un cisma nunca visto en la comunidad superheroíca.

Marvel va depurando su fórmula cinematográfica hasta límites casi alquímicos. Con más de una decena de películas a sus espaldas, el estudio logra películas que resultaran más o menos atractivas según cada uno, pero que, hasta en los peores casos, como producto de entretenimiento son intachables. Y no hay mejor demostración que esta, a mi parecer, estupenda "Capitán América; Civil war", que consigue cumplir de lleno dos objetivos distintos y no tan sencillos de lograr como pudiera parecer...

El primero de ellos es que se trata de una historia con mucha relevancia dentro del Megarelato en el que se han convertido las que películas del universo cinematográfico Marvel: todos los personajes que aparecen en ella sufren una evolución importante. Porque en esta película, que tiene la virtud de que sirve de continuación tanto para  "Los vengadores: La era de Ultrón" y para "Capitán América. El soldado de Invierno", (y casi también a "Iron Man 3"...), ninguno de los personajes acaba la película como la empezó, y el panorama con el que acaba la historia es harto interesante de cara a las cintas venideras.  A este respecto, hay que reconocer la valentía y la inteligencia de Marvel Studios de intentar no estancarse y evitar así que los espectadores perdamos interés. Puede parecer un poco exagerado, pero no hay que olvidar que estamos hablando de una de las sagas cinematógrafícas más taquilleras de la historia, y que lo más fácil hubiera sido ofrecer más de lo mismo pero sin alterar el status de los personajes, sopena de dejar de añadir millones a las arcas del estudio...

Y por otro lado esta su valor como película en sí, que acaba siendo un ejemplo modélico de cine de entretenimiento, logrando una cinta de dos horas y media entretenidísima y con un ritmo constante. La película empieza en alto, con una estupenda escena de acción, y a a partir de ahí el espectáculo va aumentando, secuencia tras secuencia (cada una de ellas además con un acercamiento visual distinto), hasta eclosionar en la desde ya mismo antológica batalla en el aeropuerto. Y es que esta escena logra aunar espectacularidad y concisión, sin por ello dejar a ningún personaje de lado, permitiendo que todos brillen. Pero claro todo esto serían fuegos de artificio huecos si no hubiera un buen guión detrás, y en este caso lo hay. Un guión que consigue mejorar por momentos el material de partida, la saga de mismo nombre ideada por Mark Millar y Steve McNiven, de brillante concepción pero irregular concepción, lastrada por la tendencia de Millar a la salida de tono y el golpe de efecto gratuito. Aquí todo es bastante más natural, y aunque algunos se quejaran (no sin razón) de que se haya suavizado la crítica a los medios que se agazapaba tras la catastrofe que generaba todo el conflicto en el original
tebeístico, aquí el enfrentamiento se va larvando de manera más sosegada, apoyándose en todo lo que se ha visto de los personajes hasta la fecha. El hecho de recurrir a un villano como detonante del conflicto, también será visto por algunos como una concesión para evitar mostrar a los héroes como seres capaces de equivocarse y dejarse llevar por el rencor. Y si bien algo de eso ahí, si se mira en profundidad, su actuación es bastante escasa y lo que hace basicamente es desvelar los secretos más vergonzantes y dañinos de los héroes, sin mentiras ni trucos de manipulación. Aunque también es cierto que al villano le falta algo de entidad, si bien el siempre esforzado Daniel Bruhl hace lo que puede con él.
Y todo esto regalando además por el camino un puñado de momentos e imágenes que hacen que al Marvel Zombie se el humedezcan los ojos: la Viuda Negra y su lealtad partida; la relación Visión -Bruja Escarlata; la intervención del Hombre-Hormiga; la recuperación del General Ross (¿soy el único que considera "El increible Hulk" una maravilla?); la introducción de Spiderman y tia May (¡¡¡las milfs llegan al universo Marvel!!!); la aparición de La Balsa; la flecha-transporte de Ojo de Halcón... Quizás el que menos me llegó fue T´Challa, pero quizás sea solo cuestión de darle tiempo al personaje.

Si la Fase 2, que mejoró en todo a la Fase I, se inició con la estupenda "Iron Man 3", da vértigo pensar lo que puede dar de si esta Fase 3 que ha comenzado de manera tan potente.

domingo, 1 de mayo de 2016

Cine en random (XII): "Diamond flash"


Una mujer fascinada por los superheroes desde su infancia con problemas graves en su matrimonio. Una madre soltera que sufre el secuestro de su hija. Un banda criminal con tintes sectarios. Todos estas historias y personajes confluyen alrededor de Diamond Flash, un enigmático superheroe.

Después de quedar fascinado por la estupenda "Magical girl"no, había que recuperar el primer trabajo de Carlos Vermut "Diamond Flash". Y la experiencia ha sido interesante, pero desde luego, no tan satisfactoria como lo fue la visión de su segundo trabajo.

La primera película del realizador madrileño se embarca dentro de lo que se ha dado en llamar cine lo-fi y tiene todas sus señas de identidad: rodaje con cámaras no profesionales y predominio de planos estáticos; actores desconocidos y una narrativa muy fundamentada en los diálogos. Todo esto puede verse como una consecuencia del escaso presupuesto que seguramente manejó el realizador, pero dado que también se mantuvo, más depurado, eso sí, en su trabajo posterior, que ya contaba con menos apreturas presupuestarias, quizás se trate más de una seña de identidad y de una opción estética voluntaria.

Hasta aquí todo perfecto, ya que cuando veo una película nunca miro el presupuesto (de hecho la factura que presenta es más que aceptable...), sino lo que cuentan y como lo cuentan. El problema es que si ya en "Magical girl" había algunas caídas de ritmo a consecuencia de secuencias alargadas en excesos, y en el peor de los casos totalmente prescincidibles, en este "Diamond flash", este defecto se da en  bastantes más ocasiones, demasiadas, y la película se resiente. Y es que esa deriva narrativa, en una trama como esta planteada con un estructura de historias cruzadas, es un problema aun mayor si cabe. Porque aunque Vermut sea un guionista imaginativo y un dialoguista más que aceptable, por momentos se deja llevar demasiado por las secuencias que está contando, prolongandolas muchísimo, y en otras incluye secuencias, cuyo único motivo parece ser que le gustan. Vease por ejemplo, la secuencia en el bar de cocteles, absolutamente prescindible y aburrida, o las conversaciones de la pareja de lesbianas, que necesitaban bastante tijera y perdón por el chiste fácil. Y mejor ni hablar del inserto de animación, que, por mucho que se pretenda audaz, no puede ser más insulso.

Y es una pena, porque la película en si tiene bastantes puntos de interés, porque ya en ella Vermut mostraba su interés por indagar en los abismos más oscuros del alma humana, y en sus deseos más secretos y vergonzantes. Pero en lugar de hacerlo mediante un drama, que sería lo esperable, lo hace, sorprendentemente a través de un relato con superheroes. Muy atípico, pero con superheroes a fin de cuentas. Y no deja de tener sentido, porque si sus películas tratan de las cosas que el ser humano mantiene escondidas bajo máscaras de normalidad, que mejor metáfora de ello, que el superheroe, un arquetipo que, por definición tiene una personalidad escindida entre su identidad pública y su vida secreta como justiciero enmascarado, y que en muchos casos vive al
límite de la moralidad y las leyes. Sin animo de querer destripar nada, es brillante la presentación que hace de la niña, hija de una mujer maltratada, y su obsesión con los superhéroes, y su evolución vital y personal ya en su edad adulta. Es en estos momentos, cuando más se acerca al cine de género (con obras maestras como "Watchmen", la película y el tebeo, y "El protegido" de Shyamalan como referentes), cuando la película se vuelve más interesantes. Aunque es justo reconocer también logra generar tensión más allá de estos momentos más de género, con secuencias tan poderosas como las que involucran a la madre de la niña desaparecida, perversa y potente.

Como decía al principio, una película curiosa, y con puntos de interés, sobre todo por servir de anticipo del trabajo venidero del director, pero que acaba siendo irregular y termina muy lastrada por esa deriva narrativa.