sábado, 28 de febrero de 2015

La niña de fuego.


Una niña de doce años enferma de cancer a la que su padre quiere dar su mayor deseo antes de que muera: regalarle el carísimo vestido original de su anime favorito. Una mujer inestable y manipuladora con un pasado muy oscuro a sus espaldas. Un maestro retirado obsesionado hasta la locura con dicha mujer desde que fuera su alumna hace más de 20 años. Todas esto confluirá para desembocar en una espiral de perdición y muerte para todos ellos.

Aun no le había podido echar un vistazo a la película española revelación del año. Y antes de elaborar mi lista de los mejor del año, quería hacerlo para ver si todas las loas que ha recibido son merecidas. De primeras es una de esas películas que despiertan simpatía, solo por tener el valor de coger algo intensamente codificado y subvertirlo y adaptarlo a su propia sensibilidad, entre marciana y castiza. Porque esta película es una puesta al día de la femme fatale trágica arquetípica del género negro, a través de una trama de historias cruzadas que se van enredando unas a otras con trágicas consecuencias.



Vaya por delante que se trata de una película bastante dura y pesimista, en la que hasta las más nobles y emotivas intenciones están abocadas a la tragedia sin posibilidad alguna de redención. Esta cinta es en última estancia una crónica de como los secretos, las mentiras y el egoísmo tienen consecuencias fatales. Todo se debe a eso: el truco de magia con la que una muchacha de 12 años le roba el alma a un hombre maduro; la lectura furtiva el diario que oculta el deseo de una niña enferma y un tanto caprichosa que desencadenara la tragedia; la historia oculta de una mujer turbia que atrapa a los hombre en su tela de araña;  el hombre que comete un delito empujado por un fin noble, pero visto lo fácil que es y la ausencia de consecuencias, no dudará en repetirlo a las primeras de cambio; la niña caprichosa que no queda contenta con el mayor de los regalos, al faltarle un pequeño detalle, ni aunque hayan hecho lo imposible para lograrlo.

En varias ocasiones, viendo la película vienen a la cabeza "Madeo" y "Memories of a murder" de Boong Jon-ho. Y es que, al igual que el coreano, el realizador y guionista Carlos Vermut, realiza un pastiche de géneros en el que tiene cabida casi de todo, pudiendo encontrarse, como que no quiere la cosa, desde momentos cercanos al surrealismo de David Lynch a lúcidas reflexiones sobre la sociedad española, como la teoría que expone en un momento dado un personaje sobre el paralelismo entre la tauromaquia y la sociedad española, el enfrentamiento entre lo racional contra lo salvaje.

Viniendo como viene de realizar cine casi de guerrilla, el realizador hace de la necesidad virtud, e integra esta escasez de medios, articulando sobre ella la narrativa y el tono de la película. El tono frío y descarnado se apoya principalmente en la elección preferente de planos medios y en el estatismo de los encuadres, que queda a medio camino entre el estilo del cine oriental, y las viñetas de una tebeo. Y es que el pasado como historietista de Vermut se deja ver en la manera de componer los encuadres y en la escasa movilidad de la cámara. La austeridad del diseño de producción solo hace que aumentar la sensación de estar leyendo una historieta de Daniel Clowes o Jason Lutes, con esos fondos vacíos, en los que los personajes parecen casi extraños perdidos en un mundo que no es el suyo. Unido a esta procedencia de cine con presupuestos ínfimos iría también el buen uso que el realizador hace del fuera de campo, quedando las secuencias y los momentos más duros y escabrosos (el sexo y la violencia basicamente) sin ser vistas, y a veces incluso ni explicados por los personajes. En este aspecto me recordó un poco a "Gilda", en la que la femme fatale también le había echo una gran jugarreta a su amante, pero que en ningún momento llega a ser expuesta al espectador, dejándola a su imaginación, algo que lo hace aún más inquietante.

La protagonista Barbara Lennie cumple con creces (a pesar de la dichosa manía de hablar en susurros, el mal endémico del cine independiente de todo el mundo...), pero el que roba la película es José Sacristán, que compone un personaje victima de su obsesión por una mujer, que solo está autenticamente vivo cuando se deja llevar por la pasión, realizando actos brutales. A este respecto es estupendo el momento en el que se refleja el cambio que se produce en él cuando, decide llevar a cabo un crimen como venganza, cuando le vemos vistiendose de manera elegante (como un torero cuando se pone el traje de luces: otra referencia taurina...) y cambiando hasta su manera de caminar, regia y decidida, opuesta al anciano cargado de hombros y de andares pesarosos que se ha visto unas secuencias antes. O el momento del puzzle, una interesante metáfora sobre la vida del protagonista, que la labor de Sacristan hace aun más intensa.

Una propuesta interesante, que hubiera quedado aun más redonda con menos metraje, ya que hay algunos momentos (tampoco muchos...) que quedan un tanto forzados y no añaden nada a la película. Algo totalmente perdonable, en una película de esas que crecen en la memoria conforme van pasando los días. Esperemos que Vermut pueda poner en marcha esa nuevo proyecto de terror. Apunta maneras.


lunes, 23 de febrero de 2015

Nuestra quiniela 2015


Otro año más llegan los Oscars a este blog, y por cuarto año consecutivo vamos con nuestra quiniela particular con apuesta de cena incluida, aunque teniendo en cuenta lo que nos traemos entre manos, lo mismo la cena se reduce a que nos traigan comida del chino a casa o algo así. Pero bueno, no es por la cena, es por la emoción de la competición... Alla vamos;

Mejor película
"Boyhood" (La Gata con gafas) / "Birdman" (León)

Mejor director
 Alejandro G. Iñarritu por "Birdman"  (La Gata con gafas y León)

Mejor actor
Michael Keaton por "Birdman" (La Gata con gafas y León)

Mejor actriz
Julianne Moore por "Siempre Alice" (La Gata con gafas y León)

Mejor actor secundario
Ethan Hawke por "Boyhood" (La Gata con gafas) / J.K. Simmons por "Whiplash" (León)

Mejor actriz secundario
Keira Knightley por "The imitation game" (La Gata con gafas) / Patricia Arquette por "Boyhood" (León)

Mejor película extranjera
"Leviathan"

Mejor guión original
Alejandro G. Iñárritu, Nicolás Giacobone, Alexander Dinelaris, Jr. y Armando Bo por "Birdman" (La Gata con gafas) / Wes Anderson y Hugo Guinnesy por "El gran hotel Budapest" (León)

Mejor guión adaptado
Graham Moore por "The imitation game" (La Gata con gafas y León)

 Mejor película de animación
"Big hero 6" (La Gata con gafas y León)

Esperamos vuestra apuestas.

ACTUALIZADO EL 23/2/2015
Ya se han dado los premios. Como era previsible, la pretenciosa "Birdman se ha llevado los premios gordos. Menos mal que nadie se ha ido de vacio del todo, aunque el premio a mejor actriz secundaria a Patricia Arquette, sabe a poco para una maravilla del calibre de "Boyhood". Y lo que de verdad importa, el máximo acertante ha sido el menda... superando a la gata con gafas por dos aciertos más.. Aunque más que cena, me da que va a ser comida, porque las noches están siendo toreras... Y de los participantes de otros blogs, pues también ha sido el que más he acertado de entre las categorías en las que competíamos. Este año me ha sonreido la suerte.

martes, 10 de febrero de 2015

Descifrando un genio


En 1951 Alan Turing, un matemático inglés, es detenido acusado de homosexual. En el interrogatorio al que será sometido por un inspector de policía, rememorará su vida y como formó parte del equipo de científicos que lograron descifrar Enigma, la máquina de encriptado utilizada por los nazis en las 2ª Guerra Mundial, cambiando así el curso de esta, y creando la bases de la informática tal y como la conocemos hoy en día.

Las películas con vocación de premios pueden dar un poco de repelús. A mí mismo me lo dan en ocasiones. Tienen un perfil bastante obvio: son dramáticas, tratan temas serios, a ser posible basadas en hechos reales, y suelen estar ambientadas en épocas pasadas para permitir lucirse al diseño de producción. ¡¡Ah!! Y suelen estar producidas por Harvey Weinstein. Esto no quiere decir que sean películas nulas, o por lo menos, no todas lo son, ya que en esta categoría entran maravillas como "Las normas de la casa de la sidra", "Las horas", "Mi nombre es Harvey Milk", "Capote"... Pero claro, comparten este honor con castañas como "Slumdog Millonaire", "El indomable Will Hunting" o "La vida es bella". Así que uno, que ya lleva vistas varias carreras por premios, se acercaba con un poco de recelo este "The imitation game. Descifrando enigma". Afortunadamente, esta cinta cae de lado de las buenas. De las muy buenas, de hecho, porque tiene muchos puntos de interés.

La primera de ellas es el guión. No tanto por los diálogos, que tampoco es que estén nada mal, sino sobre todo por la estructura narrativa, que vendría a ser una suerte de muñeca rusa, con una narración de hasta 3 tiempos. El interrogatorio es una bonita manera de llegar al corazón del personaje. Este estructura hace que la película se desarrolla de tal manera que conforme se va retrocediendo en el tiempo, el espectador se va sumergiendo cada vez más en la esquiva alma del protagonista hasta llegar a su esencia, a ese momento que marcó su personalidad y su futuro. En este aspecto, trae un poco a la mente "El Gran Hotel Budapest", que también utilizaba este desarrollo, aunque esta película resulta menos manierista que aquella.

Luego está la labor del director, que consigue mezclar bien todos los géneros que abarca la película: thriller de espionaje, drama de época, historia de coming of age, y hasta comedia. Y lo hace dentro de una puesta de escena de corte clásico, pero que logra no transmitir la sensación de pereza que muchas veces acaban emitiendo las películas que se escudan en el clasicismo para ofrecer una realización plana. El ritmo no decae en ningún momento, y es capaz de saltar de las intimistas secuencias de la infancia de Alan Turing a otros más espectaculares como las secuencias de los bombardeos de Londres, pasando por el momento en el que Touring se cuela por la noche en casa de Joan Clarke (en una escena que subvierte las convenciones del cine romántico) sin que nada chirrie. Además no teme mostrar momentos que desmitifican la guerra, como la aplicación de cálculos estadísticos para saber que barco aliado había que permitir hundir, en el momento más escalofriante del metraje. Gracias a momentos como este y a la idea de que las guerras modernas están lejos de toda épica del campo de batalla, sino que se ganan gracias a la tecnología llevada a cabo en grises talleres y a las estrategias y diplomacias urdidas en fríos despachos, la película acaba siendo bastante menos complaciente de lo que podría parecer a simple vista. Si acaso se le puede poner un pequeña pega, es el exceso de corrección política a la hora de mostrar la homosexualidad del protagonista, ya que en ningún momento se le ve teniendo contacto amoroso con ningún hombre: parece que la sociedad contemporanea esta dispuesta a asumir la tropelía cometida contra el colectivo homosexualidad, pero ver muestras de afecto entre homosexuales aun puede levantar ampollas... Aun tenemos camino por recorrer.

Y por último está el que quizás sea el más llamativo de la película: la labor de los actores. Y es que si todos están bien: Matthew Goode, Keira Knightley (en la que quizás sea la mejor actuación junto con su labor en "Una terapia peligrosa" y "Domino"), los siempre excelentes Mark Strong y Charles Dance... Pero Benedith Cumberbatch está que se sale, descubriendose como el mejor actor de su generación. Y eso que no lo pude ver en VO, que la voz de este hombre es fascinante, porque en mi ciudad no se estrena así... Quizás haya por ahí alguno que diga que sigue haciendo de genio tocapelotas asocial siguiendo la pauta que le ha encumbrado en la brillantísima "Sherlock" pero me parece una apreciación bastante perezosa,
ya que los matices que introduce en esta película lo alejan bastante del detective de Baker Street: nos encontramos ante un hombre con serios problemas para aceptarse a si mismo y comunicarse con los que le rodean y que a pesar de su fachada, lo desea a toda costa y le hace sufrir enormemente. Momentos como la entrevista previa a ser aceptado en el proyecto Enigma, que demuestra su inseguridad, o la actitud incomoda que presenta entre sus amigos en el pub, cuando todos disfrutan y se distienden, son de una sutileza y una brillantez pasmosas. Todo apunta a que no le van a dar el Oscar porque este año es el de Michael Keaton en la artificiosa "Birdman", pero para mí la mejor interpretación del año la ha entregado este hombre. Cierto es que todo indica que no le van a faltar oportunidades para lograr premios en los años venideros, pero ese parecía también el destino de Edward Norton hace 15 años, y ahí sigue el hombre, sin ningún premio. Eso sí, es un consuelo saber que este hombre va a dar vida al doctor Extraño.

Por último la guinda del pastel, la banda sonora de Alexandre Desplat. Con esta película, el compositor pone el broche una temporada redonda, habiendo firmado, entre otras, partituras tan distintas entre sí y tan buenas como la de  "Godzilla", la citada "El Gran Hotel Budapest" y "The Imitation Game", estando nominado por estas dos últimas al Oscars. Sería un crimen que no le premiaran, aunque cosas más raras se han visto...


Una película de Oscar (aunque parece que no lo ganará, que ese artefacto con ínfulas llamado "Birdman" lo tiene casi asegurado...) que merece bastante la pena. No perdersela.