miércoles, 28 de agosto de 2013

Brad Pitt contra los zombies



Seguimos dejandonos caer por el cine para ver las películas que se fueron estrenando mientras estabamos de vacaciones. Y tras haber disfrutado de la estupenda "Pacific Rim", ahora le tocaba el turno a "Guerra Mundial Z".

Mientras una plaga de zombies de origen desconocido ha arrasado practicamente el mundo entero, a un agente de la ONU retirado Gerry (Brad Pitt), le es encomendada, mediante el chantaje de proteger a su familia a cambio, la misión de recorrer el mundo junto a un virologo para buscar el origen de la plaga y así intentar darle una solución.

En principio a esta mezcla de cine de catástrofes con cine de terror, me acercaba con un poco de recelo. No tanto por conocer el material original, que vendría a ser un informe ficticio en el que un agente de la ONU va recopilando testimonios sobre todo el desarrollo de una invasión zombi (o sea algo totalmente inadaptable a una película), sino por los problemas que había tenido la cinta durante su realización. Hubo retraso de fechas de estreno, remontajes, rescrituras de guión, rodaje de nuevas escenas… Y lo normal es que en casos como este, el producto final se termine resintiendo (así de primeras me viene a la mente ese despropósito que acabo siendo la última versión de “El hombre lobo” tras haber sufrido problemas parecidos…). Y aunque si que se puede intuir en hechos como que personajes interpretados por actores más o menos celebres como Matthew Fox interpreten personajes que quedan reducidos prácticamente a figurantes, el conjunto final, a pesar de algunos problemas (que quizás no sean debidos a este remontaje), termina funcionando razonablemente.

El principal problema para mi de esta película han sido lo mal rodadas que están las secuencias de acción, que resultan confusas a más no poder. Hay secuencias que podrían haber funcionado mejor dejando respirar un poco más los planos: todo lo que transcurre en la DMZ coreana, en la que la labor de fotografía del siempre excelente Robert Richardson brilla con luz propia, (y perdón por el chiste...); la secuencia en Jerusalem; o el tramo del avión, que también queda parcialmente malogrado. Uno no sabe si esto ha sido por la ineptitud del director para este menester
(que ya quedó demostrada en la muy mediocre “Quantum of solace”…), o hay otros motivos, como puede ser la intención de que con tanto barullo no se vea nada y el espectador no eche así a faltar la violencia que siempre tiene que acompañar a los zombies. Porque si otros monstruos pueden funcionar sin sangre y vísceras, a mi entender, son imprescindibles en los no-muertos. La descomposición de los cuerpos, la rabia y el hambre que desatan en algo que previamente era humano es lo que hacen que estos monstruos sean tan perturbadores. El único tramo de la película en el que el montaje parece relajarse es en el tramo final (que tiene toda la pinta de haber sido lo que más ha cambiado en las remodelaciones que ha sufrido la cinta), que es el que más se aleja de esos ataques de zombies en masa con los que se ha promocionado la película, y el que mayor tensión logra en todo el metraje.

Más allá de esto la película ofrece un entretenimiento aceptable (no aburre en ningún momento) conalgún que otro apunte brillante de guión. Hay ideas maliciosas que hacen que elevan el tono del relato: la mención de la solución llevada a cabo por Corea del Norte para controlar la invasión (impagable actuación de David Morse); el origen del ataque que sufre Jerusalem, que tiene una perversa lectura sociopolítica; la manera que tienen de defenderse en el avión, que tiene de nuevo una reflexión social.

En cuanto a los actores, Brad Pitt, que curiosamente retoma el look grunge que le llevó a la fama hace 20 años (¿Estarán los 90 a punto de volver?), no abandona la pantalla en un solo momento y cumple dignamente con su papel. El resto del reparto son meros comparsas, y más allá del citado David Morse, el resto de actores casi no tienen tiempo en pantalla para valorar su labor, así que poco se puede decir de ellos. Y el aspecto de los zombies, aunque no es el mejor que se ha visto (algunos amigo mios decían que parecían gallinas, y la verdad es que el ruido que hacen si que tiene algo de cacareo...), a mí por lo menos no me molestó demasiado.

Recapitulando, una película entretenida, que ha logrado sobreponerse en parte al desastre que todo el mundo pronosticaba, pero que no logra erigirse en la película de zombies definitiva ni de lejos, ni arrebatarle el título de mejor cinta de zombies a "Amanecer de los muertos".


jueves, 22 de agosto de 2013

Y este año disco nuevo... (XIX): Franz Ferdinand


Con la llegada de Septiembre se disparará la llegada de discos, con unos cuantos de los imprescindibles. El primero en presentarse será el cuarto disco de mis escoceses favoritos, Franz Ferdinand, que se presentará en sociedad el 27 de agosto bajo el nombre de “Right thoughts, right words, right action”. Ya sé que ahora está de moda el darles cera a esta gente pero ellos fueron los principales responsables de que me volviera a interesar por la música del siglo XXI, y por eso siempre tendrán un hueco en mi panteón musical. Sé que algunos dirán que los Strokes, Coldplay y los White Stripes ya habían sacado un par de discos para entonces, pero, quitando los Strokes (en su época buena, no en la actual), ninguno de ellos me ha llenado nunca mucho…

Nacidos en 2002 en Glasgow al juntarse unos cuantos músicos (que como ellos mismo reconocen no tenían mucha idea de tocas…) provenientes en muchos casos de escuelas de arte, que habían pasado por distintas bandas con la intención de convertise en “una banda de guitarras que hiciera bailar a las chicas”, una declaración de intenciones ya mítica. Arrastrando influencias fácilmente reconocibles que van desde The Beatles a Pulp pasando por The Clash, Joy Division, Duran Duran, The Smiths o Blur, un año después, en 2003 consiguieron un contrato discográfico que fructificó en su primer disco “Franz Ferdinand” a principios de 2004.

¿Que decir de este disco que no se haya dicho ya? Lo primero reconocer que tuvieron la suerte de llegar en primer lugar y encender la mecha del revival New Wave que reinó a durante la primera mitad de la década pasada. Luego vendrían otros muchos que a veces tenían algo que ofrecer y otras muchas no, pero ellos fueron los pioneros, y eso hay que tenerlo en cuenta. Pero no llegaron gracias a maniobras de marketing ni jugarretas manipuladoras (Internet era importante, pero no tanto como ahora) sino haciendo buena música y con un primer disco impecable. Punk, rock, funk, pop, todo ello mezclado y agitado y cantado por la voz de Alex Kapranos, capaz de pasar de expresar rabia, alegría o melancolía de una estrofa a otra con una facilidad pasmosa. Este álbum además incluye el que quizás sea el mejor single de la pasada década “Take me out”. Que me den un céntimo por todo aquél que haya bailado esta canción…
Gracias los premios y las excelentes ventas del álbum, lograron que ningún festival que se preciase prescindiera de ello, lo que logró que un grupo que cuando grabó el primer álbum no había dado más de 30 conciertos (según ellos mismos han reconocido en alguna ocasión…) lograse una solidez pasmosa en vivo, en parte sobre todo a ese estupendo músico que es Nick McCarthy (el único de todos ellos que tenía formación musical), responsable principal del sonido de la banda.

Sin dejar que se aplacase la polvareda que habían levantado, en otoño de 2005 entregan “You could have it so much better”, dignísimo sucesor del primer disco. En su momento algunos críticos de ceja alta, probablemente con la típica actitud de “algo-que-le-gusta-a-todo-el-mundo-no-puedo-seguir-siendo-bueno”, lo recibieron con cierta tibieza, lo que a todas luces es injusto. Es un gran disco, que incluye algunas de las mejores canciones de las banda, como el medio tiempo “Walk away” o la fascinante “Outsiders” que cierra el disco, con esa ármonica que nos lleva directamente a los forajidos del Salvaje Oeste que nombra el título.



Después de esto se tomaron las cosas con más calma, (sin dejar nunca de girar, eso sí, que es donde está la pasta…) y a comienzos de 2009 sacaron su tercer disco “Tonight: Franz Ferdinand”. En esta ocasión a los weegies optaron por acercarse más a la música de baile y la electrónica, maniobra que se quedó en meramente correcta. Si que hay alguna canción con bastante gancho, como “Ulysses”, “No you girls”o “Can´t stop feeling”, pero los arreglos electrónicos, la verdad es que no mejoran mucho el sonido de la banda. Como muestra de ello solo hay que comparar las dos versiones de “Lucid Dreams”.
Aquí esta la primera, que sacaron como single previamente a la edición del disco, mucho más rockera,  y directa, (y que a mí me gusta más)




Y ahora la versión definitiva que publicaron en el disco, mucho más producida y llena de arreglos electrónicos, que a mí parecer le restan potencia, y que, tristemente, es la que interpretan en sus directos.



Por si no habían sido suficientes, pocos meses después sacaron “Blood” un disco compuesto por versiones dubstep de “Tonight: Franz Ferdinand”. Un capricho del grupo que a mí me resultó bastante aburrido.

Ahora después de otros cuatro años mareando la perdiz (adelantando canciones, EP de versiones propias acompañados por otra gente, probando cosas nuevas en conciertos…), por fin llega su cuarto trabajo, del que han adelantado dos canciones que tenéis a continuación:


La primera “Right Action” a mí, la verdad es que cuando la oí, de primeras me dejó algo frío: eché a faltar la garra que siempre les ha caracterizado. Ahora que han pasado unas semanas y la he escuchado más, y que, además la han vestido con un vídeo que, aunque recuerda demasiado al mítico "Take me out", les ha quedado resultón, pues como que le voy encontrando el punto... Pasa un poco como con esas comidas que al principio te parecen un poco sosas, pero que luego a base de comerlas, les vas encontrando el gusto.



Afortunadamente la cosa mejora bastante en “Love Illumination”, que no es su mejor canción, pero si que tiene la pegada que hasta ahora (y esperemos que por mucho tiempo…) les ha caracterizado.  Y para esta también se han currado un clip a medio camino entre David Lynch y los Monty Pithon, que me ha encantado.









A ver si resulta que el álbum mantiene el mismo nivel y no han quemado los mejores cartuchos para los adelantamientos, que no está el panorama como para que se vayan echando a perder grandes grupos como si tal cosa…


martes, 20 de agosto de 2013

Disfrutar como un chiquillo


Pues aunque con un poco de retraso por aquello de viajes vacacionales y demás, el otro día vimos la gran esperanza blanca de los blockbusters veraniegos. Y es que aunque la cosa empezó muy bien con "Iron Man 3", el resto de supuestos pelotazos habían dejado, en algunos casos más y en otros menos, que desear. Así que uno ya solo podía confiar en el freakie que del Toro lleva dentro, y que por fin hubiera logrado una película de alto presupuesto redonda (dentro de las baratas si que tiene una: esa maravilla que es "El espinazo del diablo"). Y afortunadamente, nuestras plegarias han sido oídas y nos hemos encontrado con un entretenimiento de primera clase y una futura cinta de culto.

En el año 2017 se abre una brecha en el fondo marino del Océano Pacífico, y de ella empiezan a salir monstruos gigantes, conocidos como kaijus, provenientes de otra dimensión. De primeras se tira del ejercito para hacerles frente, que siempre es muy socorrido, pero al poco, alguien tiene la idea más logíca: que todos los países del mundo se alíen para construir los jaggers, robot tan gigantes como los monstruos pilotados por dos humanos que deben compenetrarse a un nivel muy intimo. Al principio los robots son un éxito, pero una serie de fallos terminan por marginar el programa de los jagger, por otras estrategias defensivas. Sin embargo, conforme la aparición de kaijus se hace mas frecuente, se impone recuperarlos como opción desesperada. Para ello, el mariscal Pentecost (Idris Elba), recupera a Raleigh (Charlie Hunnam) un legendario piloto que tras una batalla traumática, abandonó su carrera de piloto y se escondió de todo y de todos.




Como se puede ver leyendo el argumento, no estamos ante una historia sofisticada, ( a un chaval de 12 años se le podría haber ocurrido), pero por suerte, la historia está contada con una convicción y una fuerza que es imposible no dejarse llevar por esta vorágine de héroes traumatizados que vencen sus miedos, mariscales duros como el acero pero tiernos en el fondo, pilotos chuletas capaces de redimirse, científicos brillantes/chiflados (según el momento en el que les pilles...), traficantes de restos de kaiju, investigadoras inigualables con la lucha con el bo, y lo más importante: hostias como panes entre robots y monstruos de más de 100 metros de alto.

Pero claro, películas llenas de elementos que sobre el papel pintan de maravilla y luego al plasmarlas en celuloide quedan en despropósitos, conocemos todos (así a bote pronto me ha venido a la mente "Van Helsing", que podría haber sido una maravilla y se quedó en truñazo...). Menos mal que aquí hemos contado con un equipo y un director detrás que son capaces de imprimirle un vigor y un amor que sobrepasa la pantalla y que te hace meterte y disfrutar como un gorrino en el fango. Y esto es algo de agradecer si tenemos en cuenta que los materiales de los que parte esta película son Godzilla, Mazinger Z, Bioman, la lucha libre, los videojuegos, el manga y King Kong... De otra manera, sería totalmente imposible creerse momentos como ese en el que un robos utiliza un carguero como un kendo. O que dos hombres se metan en una pelea porque uno de ellos se refiera a la mujer que le gusta delante de ella, como su novio (¿Alguien ha olvidado la ofensa que era esto cuando se tenían 10 años?).

Todo esto pasa por el sentido de la maravilla y el cariño que se ha puesto a realizar toda la película. Es de agradecer todo el aire aventurero y el humor que se le imprime a la película, que la aleja del depresionismo tan en boga hoy en día en el cine fantástico. Detalles como el tráfico de restos de kaiju en el mercado negro, o como se integra en la sociedad la aparición de los monstruos y los robots son un ejemplo de ello. Y luego esta el diseño y la concepción, tanto de los monstruos como de los robots: todos tiene personalidad y alma. No parecen clónicos diseñados por un profesional, sino por un alguien que aprecia el material con el que trabajo. Así entre los monstruos encontramos homenajes a los monstruos clásicos como Godzilla, Mothra, o (mi favorito) King Kong. Y lo mismo entre los robots: estan llenos de abolladuras y roces de las peleas previas, y los remaches, pistones y válvulas que les hacen sentir orgánicos, vivos. Además tienen nombres tan deliciosamene delirantes como "Gipsy Danger", o el más alucinante, el ruso "Cherno Alpha", con una cabeza que remeda un reactor nuclear ¡¡¡!!!

Y en cuanto a la puesta en escena en si, hay momento muy brillante: el estupendo flashback en el que se nos explica el origen de la relación entre dos personajes, elegante y emotivo. Sin olvidar el plato fuerte de la función, las peleas entre monstruos, que están rodadas con excelente pulso y la tranquilidad suficiente para que no nos perdamos nada de lo que ocurre en pantalla, que es mucho. Y aunque ningún actor se va a lleca premios por su actuación cumplen más que bien con su papel, destacando el carisma de Idris Elba, o el cachondo personaje que defiende Ron Perlman.

Por si no ha quedado claro, me ha gustado mucho la película y la recomiendo a todo el mundo que sea capaz de dejarse llevar, entrar en contacto con el niño que todos llevamos dentro y olvidarse de sus preocupaciones durante 2 horas. No es la salvación del cine ni una obra maestra. Tampoco lo fue "Avatar" y le llovieron premios y millones, que al parecer no le están cayendo a esta. El tiempo terminará poniendola en su lugar.


lunes, 19 de agosto de 2013

Deuda saldada


Como ya dije cuando escribí sobre "El tesoro de la Sierra Madre", este verano estoy aprovechando los huecos que tengo para ponerme al día con algunas carencias imperdonables, y una de ellas era Charles Dickens, del que tengo que reconocer, con bastante rubor de vergüenza, que no había leído nada. NADA DE NADA. Así que tocaba enmendarse. Y decidí hacerlo con "Historia de dos ciudades". Y a falta de mejores palabras, solo puedo decir que me alegro no haber esperado más para leer este pedazo de obra maestra.

Por si hay algún descarriado más por ahí como yo, contaré un poco de que va la novela. A medio caballo entre Inglaterra y Francia, se nos va contando la Revolución Francesa y sus años previos a través de una serie de personajes cuya vida se desarrolla a caballo entre los dos países. Para establecer un mejor panorama de todo esto, encontramos sus personajes entre todas los estamentos de las sociedades de las dos naciones: de desposeídos labradores franceses a los nobles que les esquilman hasta el agua que beben y de vigilantes-recaderos de (más otros trabajos menos legales...) un banco del Soho londinense a sus altos empleados. Todos estos y muchos más.

Este libro me ha impresionado por muchos motivos.
Uno de ellos es la manera que tiene el autor de tejer todo un tapiz a base de episodios en principio inconexos que, poco a poco, se van mostrando determinantes: una gran manera de unir no solo los destinos de los personajes, sino también la de dos paises tan importantes el uno para el otro, y a la vez con tantas disputas a cuestas, como la pérfida Albion y la Galia.
Otra cosa que me ha llamado la atención es como el escritor manipula al lector para hacerle cambiar su punto de vista, convirtiendo lo que al principio desea en algo que, cuando finalmente ocurre, pasa a ser algo horripilante. y al revés, de tal manera que al final el lector termina por darse cuenta de que está en terreno inseguro y de hay que meditar todo y valorar las consecuencias de cualquier cosa que nos cuente. Además de verter una mirada bastante ecuánime sobre la Revolución Francesa, mostrando la asfixiante situación previa a ella, pero también la retahíla de cabezas que hizo rodar (literalmente).
Luego estan los personajes, algunos de ellos inolvidables como el patético Carton, que es uno de los mejores antihéroes que he conocido, el hilarante Jerry Cruncher, con sus modales salvajes y su cachonda jerga al hablar, o el misterioso doctor Manette.
Y por último, pero quizás lo más importante, ¡¡como escribía este tío!! Posee un estilo muy vivo, cinematográfico en el mejor sentido del termino (no en el de "El código Da Vinci" y similares...), y capaz de saltar en la misma página de la carcajada a la congoja al borde de la lágrima. Hay frases que se se te quedan grabadas para siempre, a veces por su ingenio, y a veces por su profundidad. Y que decir del final, uno de los mas emotivos que recuerdo haber leído nunca.

Antes de que arda la red, avisamos de que nuestra gata esta bien, pero como estamos en Agosto, hemos cogido a Sua para que nos haga una sustitución de verano

Por si no ha quedado claro, lo recomiendo a cualquiera que sepa leer y que al igual que yo haya cometido el error de no leerlo hasta ahora. Y por supuesto que me voy a leer más libros de este hombre. Auguro muchas buenas horas de lectura.

martes, 6 de agosto de 2013

Sacando (a ratos) las garras


Aunque la anterior había sido un despropósito del que solo se salvaban una buena secuencia inicial y unos títulos de crédito muy chulos, el marvelita que hay en mi tenía que ver este "Lobezno: Inmortal". Y aunque la cosa mejora bastante, no es la gran película que el personaje (y el actor) se merecen.

Lobezno esta viviendo como un ermitaño en los bosques de Alaska porque no puede perdonarse el haber matado a Jean Grey (en la execrable "X-men 3: La decisión final"), hasta que recibe la visita de una joven japonesa que le pide que la acompañe al país del Sol Naciente, para reunirse con un personaje de su pasado que le ofrece acabar con su inmortalidad, algo que Logan vive como una condena. Aceptando la propuesta, nuestro mutante se dirige a Tokio donde se verá desprovisto de sus poderes y envuelto en toda una trama de intereses políticos, económicos y científicos, descubriendo cosas sobre si mismo y sobre la mortalidad.

Correcta pero irregular. Es la definición que mejor se ajusta a esta película. Esta rodada con oficio, y tiene algún momento puntualmente brillante, pero en algunos momento resulta de una mediocridad pasmosa, tanto a nivel de historia, como en su puesta en escena.


Así hay momentos de drama que resultan aburridos y no emocionan. La trama se complica en ocasiones con la intención de darle más profundidad a la película, pero no logra la intensidad que tanto buscan. Y lo que es más imperdonable, y a mi entender, el fallo más gordo de la película: la perdida del factor curativo. Ya que han desprovisto a Lobezno de su inmortalidad, deberían haber sabido exponer mejor lo que supone para él enfrentarse a las heridas, la enfermedad y la muerte. Y de eso nada de nada. Han abordado el tema bastante mal. De primeras le ofrecen la posibilidad de hacerle mortal, y él parece que va aceptar, pero de repente, sin casi darle énfasis, le roban los poderes antes de que se decida: ¿para que se los roban si era lo que más ansiaba? Luego está el tema de las escasas consecuencias que tiene esto en él. Aunque sufre heridas a tutiplén (balazos, cuchilladas, despeñamientos imposibles...) estas no causan auténtica mella en él: cojea durante un rato, mancha unas cuantas gasas de sangre, pero luego le remiendan y le dejan como nuevo. Menuda mortalidad más resistente que tiene el colega. Y por último, pero no menos importante, está el tema de lo tibias que son las consecuencias de la violencia (estamos ante una película que busca el mayor número de público posible): se echa de menos más sangre. O por lo menos más contundencia del realizador a la hora de mostrarla.




Luego está el tema que ya he comentado de como se va desarrollando la historia. Hay caídas de ritmo importantes, con momentos que hacen bostezar. Y no hablo solo de momentos de conversación, que en todo momento transitan por sitios comunes mil veces vistos en cintas como "Yakuza", Black Rain" o hasta "Wasabi", sino de secuencias de acción que tenían que petarlo: el ataque de los Yakuza al funeral, parte de la pelea en el tren, o el secuestro de Mariko. Resultan mareantes y monótonas.

Y da pena porque hay otros momentos que el director resuelve bien, demostrando de lo que es capaz, como es el caso del prologo en Nagasaki (intenso y muy bien contado), la presentación de Yukio (que hubiera hecho las delicias del Tarantino de "Kill Bill"), o la escena en la que asaetean al héroe (puro Frank Miller). En estos momentos la película remonta el vuelo y da muestras de lo que podría (y debería haber sido).


Los actores están en general bastante bien, menos Svetlana Khodchenkova que estará buena pero compone una villana muy olvidable. Jackman se consagra como el mejor Lobezno posible, y hace ilusión ver a Famke Jansen retomando el papel de Jean Grey. En cuanto a la factura de la película, lo más destacable es el look de la película no esta nada mal, con una fotografía más que apreciable.




En fin, que mejora la previa, pero que no estruja del todo las posibilidades del canadiense. La mejor prueba de esto es que la mejor escena de la película es la secuencia post créditos (que para mi que no la ha dirigido Mangold, sino Synger): tiene tensión y humor y deja los dientes muy largos para lo que esta por venir. Os la dejo aquí gracias un fan que se jugó el físico para grabarla en el cine, y porque se puede ver sin destripar nada de lo que está por venir en "X-Men: Days of a past future", sin duda una de las mejores sagas de los mutantes, y desde ya una de las películas más esperadas de la próxima temporada:


domingo, 4 de agosto de 2013

Los mejores conciertos en los que he estado.



Vamos con una entrada que espero que me quede fresquita, por aquello de que estamos en verano, y tenemos un pie (y a veces los dos) en la playa…

Hace unas semanas vi uno de esos conciertos que hacen que te sigan quedando ganas de ir a conciertos y festivales, y me empecé a preguntar cuales han sido los mejores conciertos a los que he asistido, y tras reflexionarlo un poco, aquí van los 10 (+ bonus track) elegidos, en orden alfabético:

Arcade Fire. 14 de Julio de 2007 Summercase. Boadilla del Monte
Aquella fue una gran noche, ya que otro de los conciertos está también en este listado. Los canadienses venían por segunda vez a España, defendiendo el disco que les aupó al estrellato (grande, pero que no es su mejor obra), y había unas ganas locas de verles. Pues no decepcionaron ni un apice. Todo acompaño: banda, público, sonido, meteorología... Fue uno de esos conciertos que no quieres que acaben nunca. Luego los he vuelto a ver, y aunque fue un buen concierto, el sonido fue peor, y no hubo tanta magia. 
El momento del concierto: "Ocean of noise". Impagable

Band of Horses. 14 de Julio de 2013 Optimus Alive. Lisboa 
El concierto que me ha llevado a escribir esta entrada. El mejor concierto del festival y la mejor
despedida imaginable. Mientras Kings of Leon se dedicaban a aburrir al personal en el escenario principal, los de Georgia nos hicieron tocar el cielo a unos cuantos elegidos. Los había visto, pero en aquella ocasión tocaron poco tiempo y el sonido fue pobre. Aquí fue todo lo contrario: casi 80 minutos de concierto, un sonido delicioso con el que envolvió al público, y comunión total entre público y banda. 
El momento del concierto: "St Augustine". Nunca esperé oir esta canción tan minoritaria en concierto... Y menos mal que lo he hecho.

Faith No More. 8 de Julio de 2010 Optimus Alive Lisboa 
Mis sueños de adolescencia se vieron cumplidos. Con más de 10 años de retraso, pero cumplidos. Imagino que lo que sentí en este concierto tiene que ser parecido a lo que se siente cuando por fin consigues liarte con la que te gusta en el instituto pero nunca te hizo caso: es una sensación algo rara, pero muy agradable. Los de Mike Patton dieron un conciertazo que es un ejemplo sobre como deberían ser las giras de reunión que ahora se llevan tanto. 
El momento del concierto: “Ben” canción original de Michael Jackson versioneada por Patton, para acabar con un body surfing, en el cual sufre el robo y posterior recuperación de un zapato, no sin antes ser reclamado con gestos por el cantante (que no era cuestión de parar de cantar…). Solo los grandes pueden sobrevivir a momentazos así… Aquí os dejo el concierto enterito.

Greg Dulli. 6 de Noviembre de 2010 Teatro Amaia. Arrasate
Otro sueño cumplido. Tras muchos años deseando ver a este hombre en directo, en la encarnación que fuera (en solitario, Afghan Wighs, Gutter Twins, Twilight Singers…), que fueron truncados por incidentes de todo tipo (trabajo, coincidencia del concierto con bodas de amigos…) por fin se alinearon los astros y pude disfrutar de él. Y fue una auténtica gozada. 
El momento del concierto: La sombra de 6 metros de Dulli proyectada en una pared del teatro mientras interpretaba “Forty dollars”. Los pelos como escarpias. Bueno, y luego encontrarme a Dulli en el bar donde estaba con mis amigos cenando un bocata...

Kanye West & Jay-Z. 20 de Mayo de 2012 O2 Arena Londres
No somos de atravesar océanos para disfrutar de conciertos, pero en este caso, como veíamos negro negrísimo la posibilidad de disfrutar de cualquiera de ellos por aquí, nos liamos la manta a la cabeza, y a la pérfida Albion que nos fuimos. Y menos mal que fue así. Un conciertazo en toda regla, en el que para mí sorpresa, me convenció más la interpretación de Hovito que de Yeezus. Cosas de la vida.
El momento del concierto: La aparición sorpresa de Rihanna para interpretar “Run this town” a la alimón con los dos. El publico aullaba.

The Killers. 14 de Agosto de 2007 Sziget Festival. Isla de Obuda 
Vale que ahora se han echado a perder persiguiendo esa quimera de ser los nuevos U2 (¿son necesarios unos nuevos U2?). Pero en aquella gira en la que defendían sus dos primeros y muy mejores discos, tenían canciones para dejarte con el culo torcido. Y además tuvimos la suerte en el que probablemente sea uno de los pocos festivales que aun conserve auténtico espíritu festivalero (si es que los ingleses no lo han conseguido arruinar ya…). Es un pecado visitar la ciudad en las fechas en que se celebra y no ir: Te guste o no el cartel, va a ser una experiencia inolvidable.
El momento del concierto: Cuando tocaron "For reasons unknown" mientras se ponía el sol.

Morrissey. 22 de Julio de 2006 Festival Internacional de Benicassim. Benicassim
Tras haber protagonizado una espantada dos años atrás (menos mal que al final no fui…), la folclórica célibe del pop por fin se digno a aparecer por Benicassim. Porque Morrissey es una folclórica, con sus achaques de salud y sus exabruptos para llamar la atención. Y aunque continuo haciendo justicia a su fama de divo y prepotente (“Esta canción hablar sobre un cuadro que seguro nadie conoceís…”) dio un concierto inolvidable, mientras se iba poniendo el sol. Recuperó a The Smiths en su cantidad justa y defendió muy bien los que por entonces eran sus estupendos últimos discos “You are the quarry” y “Ringleader of the tormentors”. 
El momento del concierto: En un arrebato de machotismo mientras canta la delicada “Let me kiss you”, Moz se quita la camiseta, se limpia el sudor y se la lanza al público, corriendo al backstage a ponerse otra. No puede definirse mejor a un ser un humano (su afan de protagonismo unido a su tremenda timidez) en tan pocas acciones.

Pearl Jam. 2 de Septiembre de 2006 Azkena Rock Festival. Vitoria 
Uno de los conciertos que más han marcado mi vida. No solo por motivos musicales, sino extramusicales también. Les he visto antes y después, pero ninguna vez han funcionado tan bien como esta. A veces por culpa del sonido o un setlist demasiado moñas, y en otras ocasiones por ingesta excesiva de cerveza y demás por parte de mi persona. 
El momento del concierto: La despedida con “Yellow ledbetter”. Siempre me pone los pelos como escarpias…


Phoenix. 14 de Julio de 2007 Summercase. Boadilla del Monte
La misma noche que el concierto de Arcade Fire, los de Versalles dieron un concierto inolvidable. Mientras anochecía fueron desgranando el que para mí es aun su mejor disco “It´s never been like this” sin dejar prácticamente ninguna. Les he visto luego y han respondido igual de bien, pero en esta ocasión contaban con el factor sorpresa 
El momento del concierto: “Second to none” una canción brutal que ni fue single ni ahora tocan en los conciertos, pero que es un pasote.



The Wave Pictures. 28 de Noviembre de 2009 Sala Galileo Galilei.  Madrid 
A este concierto fui un poco de rebote. La gata iba al concierto que Muse daban ese mismo día, y yo que no sabía si iba poder ir cuando las sacaron a la venta, me quede sin entradas (así entre nosotros, tampoco es que me importase mucho...) Total, que mirando en los concierto que había ese día, me encontré que estos chicos tocaban este día, y me animé a ir solo. Gran decisión. Al poco de llegar me encontré con gente que conocía y estos chicos dieron un pasote de concierto, de esos que cuando sales te compras en el merchandising discos y camisetas.
El momento del concierto: El batería cantando "Now that you are pregnant". Como no se sabía la letra, el cantante se la iba chivando al oído. Lo que podría haber quedado cutre, fue simplemente encantador.

BONUS TRACK 


The Darkness. 13 de Diciembre de 2003 Sala Azkena. Vitoria Probablemente el concierto más divertido en el que he estado en mi vida. Estos tíos tocaron el cielo con su primer disco, y yo estuve ahí para verlo. A medio camino entre la parodia y el homenaje al rock duro, dieron un concierto delirante, pero que dudo que poca gente de la que acudió haya olvidado.
El momento del concierto: “Love in the rocks with no ice” cantada mientras cabalbaga al público.


Este ha sido mi lista personal. ¿Cuales son los conciertos de vuestra vida?. Habla pueblo, habla.