viernes, 28 de febrero de 2014

Nuestra quiniela 2014


Bueno, pues cuando faltan menos de 72 horas para que se fallan los Oscars, aquí va nuestra apuesta anual, en la que como siempre, el ganador se verá agasajado con una cena a costa del que menos acierte...
Alla vamos

MEJOR PELÍCULA
"Gravity" (León)/"Her" (La gata con gafas)

MEJOR DIRECTOR
Alfonso Cuarón por "Gravity" (León/La gata con gafas)

MEJOR ACTOR
Matthew McConaghey por "Dallas Buyers Club" (León)/Leonardo DiCaprio  por "El lobo de Wall Street" (La gata con gafas)

MEJOR ACTRIZ
Cate Blanchet por "Blue Jasmine" (León)/Sandra Bullock por "Gravity" (La gata con gafas)

MEJOR ACTOR DE REPARTO
Michael Fassbender por "12 años de exclavitud" (León)/Jonah Hill por "El lobo de Wall Street" (La gata con gafas)

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO
Sally Hawkins por "Blue Jasmine" (León/La gata con gafas)

MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN
"Frozen. El reino de hielo" (León/La gata con gafas)

MEJOR GUIÓN ORIGINAL
Spike Jonze por "Her" (León)/David O. Russell y Eric Singer por "La gran estafa americana" (La gata con gafas)

MEJOR GUIÓN ADAPTADO
John Ridley por "12 años de esclavitud" (León)/ Terence Winter por "El lobo de Wall Street" (La gata con gafas)

MEJOR PELÍCULA EXTRANJERA
"La gran belleza" (León)/"La caza" (La gata con gafas)

Ahora, como siempre, esperamos vuestras apuestas


ACTUALIZACIÓN
Bueno pues ya pasaron los Oscars y este año me toca otra vez pagar la cena. Curioso que este año se haya vuelto a dar el de mejor director y el de mejor película por separado, al igual que el año pasado cuando casi siempre se dan juntos. Ahora solo nos queda ver "12 años de exclavitud" para ver si lo merece o no

domingo, 23 de febrero de 2014

Mis películas favoritas de 2013

Igual algunos piensan que es un poco tarde para este listado, pero había unas cuantas películas que quería ver antes de elaborarla. Como todas las listas es subjetiva, y como ya refleja el título no son las mejores películas, sino las que más me han gustado. Algunos echaran cosas en falta y otros se echaran las manos a la cabeza por la elección de títulos, pero... Es lo que hay. Y antes de que nadie lo diga, ya se que tiene trampa y que aunque haya diez puestos hay doce títulos, pero no me salía otra manera de incluir todo lo que quería meter...
Aspirantes que según el día podrían haber entrado:

"El gran Gatsby" de Baz Lurman
"Mamá" de Andrés Muschietti
"Las brujas de Zugarramurdi" de Alex de la Iglesia
"El hobbit: La desolación de Smaug" de Peter Jackson
"Lincoln" de Steven Spielberg
"La gran belleza" de Paolo Sorrentino.

La decepción del año
"El hombre de acero" de Zack Snyder. Películas malas cada año hay muchas. Pero con no verlas es suficiente. La mayoría de las veces nos avisan bastante clarito que la cosa va a ser un peñazo. Eliges ver otra cosa o dedicar tu tiempo a otro menester y ya está. Lo que de verdad duele es cuando algo en lo que tienes depositado esperanzas e ilusión te decepciona. Y de ninguna película salí el pasado año tan decepcionado como de esta: uno de los directores de nueva generación que más mi interesa y que había salido victorioso de adaptar cosas como "Watchmen"; el productor que ha logrado la saga más redonda dedicada a un superheroe en el cine; bueno actores; mucho tiempo (atrasaron el estreno un año) y aun más dinero ¿Y que me encuentro? La peor película de Snyder de largo. Mal enfocada con una trascendencia excesiva a todas luces. Mal escrita. Y lo que más me dolió, mal dirigida (aun se me saltan las lágrimas cuando me acuerdo de esos zooms tan horteras...) Dentro de dos años y medio la continuación, sin Nolan ya como productor (lo que, aunque parezca contradictorio, puede terminar salvando la propuesta), con Ben Affleck dando vida a Batman (que Dios nos ampare...) y la intención de dar origen a un universo de la Liga de la Justicia, a semejanza de lo que Marvel hizo con Los Vengadores... Miedo da. Pero tengo que reconocer que iré a verla...



Las favoritas del año
10) "El consejero" de Ridley Scott / "Dolor y dinero" de Michael Bay Los dos mejores thrillers criminales del año. Por mucho que puedan parecer muy distintos (y lo son) el tema del fondo de el mismo: la avaricia del ser humano y las consecuencias de esta y de creerse más listo de lo que uno es en realidad. Scott y McCarthy optan por el minimalismo y los dialogos metafísicos y Bay por el exceso (aunque en el fondo me parece una película bastante controlada...) y lo grotesco (aunque esté basada en hechos reales). Dos auténticas gozadas que se han llevado palos (para mí del todo imcomprensibles), y que nadie debería perderse.
9) "La mejor oferta" de Giuseppe Tornatore. Una gran sorpresa, que me dejó algo frío al acabar de verla, pero con el paso de los días va ganando enteros. Elegante, inteligente, entretenida y con alma. Todo aquello que siempre debería tener el (mal) llamado cine adulto.









8) "El atlas de las nubes" de los Wachoski y Tom Tykwer. Otra que no ha tenido la recepción que se merecía y a la que espero que el tiempo ponga en su lugar. Una oda al poder de la ficción y una reflexión sobre la existencia y las consecuencias de nuestros actos. Una película a recuperar por aquellos que cometieran el error de dejarla escapar.




7) "Pacific Rim" de Guillermo del Toro / "Iron Man 3" de Shane Black. Los dos blockbusters del año, que hacen recuperar la fe en ellos tras bajones como "El hombre de acero". La de Guillermo del Toro es capaz de coger de la mano al niño que llevamos dentro y llevarnos a un mundo, aunque apocalíptico, lleno de vida, aventura y emoción, con las mejores secuencias de acción que se han visto este año. Y la tercera entrega de las aventuras de Tony Stark, además de confirmar que la Marvel tiene cuerda para rato ("Thor. El mundo oscuro" no estuvo nada mal cuando logró superar su inicio titubeante...) logra por fin captar el espíritu del personaje (sin plegarse a los tebeos: impagable el giro de el Mandarín...) y presenta la mejor incorporación que Downey Jr ha hecho del personaje. Este es el camino a seguir. Esperemos que realizadores de cierta personalidad como Edgar Wright o James Gunn continuen por esta senda.




6) "Django desencadenado"  de Quentin Tarantino. A falta de reivisarla otra vez, quizás se trate de su mejor película. Solo espero que este tío siga haciendo cine de género, porque es en las ocasiones en las que inyecta su personalidad en géneros codificados cuando logra sus mejores trabajos "Kill Bill", "Malditos bastardos" y esta que nos ocupa. Lastima que su proximo proyecto, que iba a ser otro western, se haya caído por una filtración del guión. La cosa pintaba bien...






5) "Stoker" de Park Chan-Wok. Excelente entrada en el cine norteamericano de este hombre. Superando con bastante sus dos últimas y fallidas propuestas, Chan-Wok ofrece un relato de suspense retorcido, juguetón y sexy, en la linea de los mejores trabajos de De Palma. Esperemos que siga esta senda.








4) "La noche más oscura" de Kathryn Bigelow. Una gran película. Dura y nada complaciente. A medio camino entre el documental y el thriller, Bigelow sigue explorando el cambio de estilo que inició con la excelente "En tierra hostil".












3) "Mud" de Jeff Nichols. Ya el pasado año Nichols figuró en esta lista con la estupenda "Take shelter", pero es que este año supera los méritos de su anterior trabajo con esta historia emotiva y dura del tránsito a la madurez. No dejarla escapar.









2) "La caza" de Thomas Vinterberg. Una necesaria llamada de atención sobre algo que la merece a gritos, la presunción de inocencia de los acusados de determinados delitos y la facilidad con que la sociedad nos erigimos como jueces, jurados y verdugos. Contiene la que probablemente sea la actuación masculina que más me ha impactado del pasado año, la incorporación que hace Mads Mikelsen de ese maestro de escuela que se resiste a perder la dignidad cuando todo le está en contra.










1) "Gravity" de Alfonso Cuarón. La sorpresa del año. La primera vez que hablé de ella, me encontraba envargado por la experiencia casi física que supone esta película, pero tras haberla revisado de nuevo en 3D y en el cine, no puedo más que ratificar lo que dije de ella. Una obra maestra, que apura las propiedades narrativas del 3D y los efectos especiales hasta niveles nunca antes vistos. Imágenes como la de Bullock flotando en posición fetal o el plano final, son de las que marcan una generación. No entiendo las críticas que se hacen de ella atacando su historia: se basta y se sobra para lo que se quiere narrar y evita caer en los lugares comunes de manera muy habil.

miércoles, 19 de febrero de 2014

Engranando una obsesión


Virgil Oldman es uno de los subastadores de obras de arte más prestigiosos del mundo. Lleva una vida meticulosa y solitaria, pero todo esto cambiará a partir del momento en el que sea contratado por Claire Ibbetson, una joven enigmática y complicada que le hará replantearse todas sus creencias.

Otra película que había que ver por todas las alabanzas que había generado. La verdad es que es una cinta interesante y entretenida, y aunque de primeras me dejo un ligero sabor amargo por lo predecible de la trama, con el reposo de la película en mi memoria, esto ha dejado de importarme. Y eso a pesar de que cualquiera que haya visto el suficiente cine, sabe como va a acabar la historia cuando solo ha transcurrido una cuarta parte de la película.

A PARTIR DE AQUÍ EL QUIERA LLEGAR VIRGEN DEL TODO A LA PELÍCULA, QUE DEJE DE LEER
Sin embargo, todo apunta a que esta previsibilidad puede ser algo buscado por Tornatore, ya que aunque la intriga esté bien llevada, desde el primer momento queda claro que lo que más le interesa al director es describir al protagonista y la evolución que va sufriendo a lo largo de la película conforme se va viendo poseido por la obsesión. Y la verdad es que no hay nada que reprocharle en este aspecto, pero claro, si cuentas con Geoffrey Rush la cosa debe ponersete bastante fácil. Aun así es justo reconocer estupendas secuencias como la solitaria cena del personaje en el restaurante, las escenas en la que vemos al personaje en su habitación secreta o los momentos en los que se quita los perennes guantes para tocar las obras de arte. Son momentos con mucha fuerza y que perfilan con precisión al personaje.
Y como decía, visto el cuidado que pone en también la composición de planos para explicar la intriga en la que se va viendo envuelto el protagonista (no entraré en detalles para no destripar, pero se agradece que haya optado por ir diseminando pistas con la puesta en escena, un poco como Shyamalan en la magistral "El sexto sentido"), se llega a pensar que el realizador juega con lo predecible de la historia para aumentar el tono de fatalidad que tiene su destino. Esto empareta al personaje con el Scootie de "Vertigo", la primera película que viene a la cabeza cuando uno acaba de ver la cinta. Pero no esta la única referencia a la obra maestra del gran Alfredo: la presentación que hace Claire también trae a la mente la introducción del personaje de Madeleine Elster; también la manera en la que van dejando miguitas para cazarle (me encantó lo de los engranajes y el automata...); y sobre todo el final, en lugar de dejar a Scottie abrazando el vacio intentando agarrar a su amada, aquí Virgil acaba comiendo solitario en un restaurante lleno de engranajes (que han jugado un papel vital en la historia) con la absurda esperanza de volver a ver a su amor...
LOS QUE HAYAN DEJADO DE LEER PUEDEN VOLVER A HACERLO


Ya comentado lo bien que lo hace Rush, pero quiero reincidir sobre ello porque logra una labor simplemente magistral, contenida y llena de matices. Y quiero romper aquí una lanza a favor de su doblador habitual, Mario Gas, que hace aquí una labor admirable. El doblaje a veces destroza cintas (sobre todo series de televisión), pero en ocasiones nos brinda auténticas maravillas. Y este es el caso. Y no sería justo olvidar al resto de los actores (Donald Sutherland, Jim Sturgess, Sylvia Hoeks), que cumplen con gran solvencia.

La música está a cargo del compositor habitual de Tornatore, el legenedario Ennio Morricone, que realiza aquí una partitura entre la melancolía y el misterio llena de cuerdas. Una gozada.

Una buena película, entretenida y hecha con esmero, que contiene una grandísima interpretación.






martes, 11 de febrero de 2014

Podríamos ser cualquiera...


Entre finales de los 80 y principios de los 90 Jordan Belfort, un joven ambicioso descubrió la manera de revolucionar el mercado de valores externo a Wall Street y ganar montañas de dinero estafando a la gente. Durante esos años llevó una vida de excesos alucinantes, hasta que fue enviado por el FBI a prisión.

¿Cual es la década de Scorsese? ¿Los 70? ¿Los 80? ¿Los 90? ¿Los 00? ¿Los 10? ¿O todas ellas? Pocos directores de su generación (quizás unicamente Spielberg) y presentan semejante currículum. Y lo mejor de todo es que no tiene pinta de que vaya acabar aquí la cosa, ya que este "El lobo de Wall Street", demuestra que a pesar de sus más de 70 años, sigue teniendo una energía y un saber hacer cinematográfico inigualable. Y ha sabido mantener esta potencia evolucionando, ya que aunque esta película exuda su espiritu por los cuatro costados, es la mejor demostración de como su cine sigue avanzando, presumiblemente (no le conozco personalmente), de manera paralela a su situación vital.

En esta cinta, Scorsese no carga las tintas sobre el dolor, físico y emocional, y el sentimiento de culpa que presidió en su día su obra. El director se muestra más relajado y juguetón, lo que no quiere decir que su capacidad de reflejar la realidad sea menos aguda. Porque esta película es un retrato, no por hilarante, menos certero del culto a la avaricia que campa a sus anchas por nuestra sociedad. No hay nada que pueda acabar con ella, así que según el realizador, lo mejor que podemos hacer es reírnos de ella. No hay en esta película el afán divulgativo que si tenía la interesante "Margin call". Eso sí, tampoco hay moralinas, que Scorsese no juzga a los personajes en ningún momento. Lo que transmite es que cualquiera que hubiera estado en esa situación hubiera actuado de la misma manera. Pero que nadie se lleve a engaño, que no los juzgue no significa que realice un retrato épico o con cierta melancolía sobre aquellos excesos como ocurría en "Uno de los nuestros" o "Casino". Con el paso de los años, el director se muestra menos proclive a ensalzar este tipo de personajes. A uno no le entran ganas de meterse en la piel de los personajes en sus buenos momentos, algo que si ocurría en aquellas cintas.

Mucho he leido y oido por ahí calificando la película de excesiva. Pues bien, a mí me parece que está mucho más controlada de lo que podría parecer tanto en puesta en escena como en duración. La primera, a pesar de reflejar todos estos excesos, no tiene ningún plano que sobre, están solo los necesarios, y nos cuenta lo que quiere contar, sin dejarse llevar por la emoción del momento. Eso, manteniendo una vitalidad alucinante, con esos travellings tan característicos, homenajes cinefilos a "La parada de los monstruso" y al slapstick, ruptura de la cuarta pared por el narrador omnisciente, y, como no, un uso alucinante de la música. Y la duración, pues son tres horas, pero tres horas llenas de historias, anécdotas y personajes muy bien desarrollados y con mucho ritmo, que hacen que la película no se haga pesada (he visto bastantes películas que han durado la mitad que se me han hecho más largas...). Como siempre, la labor de Thelma Schoemaker es excelente, ajustando todo al milímetro. En cuanto a la luz, aquí no tenemos al mejor cinematografo de la actualidad y habitual de Scorsese, Robert Richardson, pero el mexicano Rodrigo Prieto cumple a la perfección, dandole un tono como de serie de los 80, pero pasado de rosca.

Los actores están todos muy bien. DiCaprio cumple como es habitual en él (se nota que se muere de ganas de que le den un Oscar...), y eso que no abandona en ningún momento la pantalla. Pero es que los secundarios están también estupendos: Rob Reiner, Jonah Hill, Jean Dujardin, Margot Robbie, Matthew McConaghey, Kyle Chandler... Todos ellos logran interpretaciones creíbles y valientes.


Por último, una reflexión. Esta gente estafó  todo lo que pudo hasta que les trincaron, pero la cantidad, vista en perspectiva (200 millones de dolares), les convierte en meros principiantes comparado con lo que arramplaron Lehman Brothers (22000 millones) o Madoff (50000 millones de dolares). O sin cruzar el charco, los mismísimos Blesa y Rato con CajaMadrid (18000 millones de euros en preferentes). Con esto Scorsese parece darnos a entender, que todas esas barbaridades que nos está mostrando, eran un simple ensayo para lo que estaba por venir. Pero mientras la bolsa subía como la espuma y la pasta no faltaba, nadie se preocupaba por nada. Además, el final nos deja claro que aunque el protagonista haya sido defenestrado, sigue habiendo una enorme cantidad de gente que ansía ser como el y remedar sus hazañas.

Una película grande, y que no consiste solo en ver a gente drogandose y follando: merece más reflexión de la que parece. Esperemos que Scorsese siga rodando durante otras cuarenta años, porque cuando falte, el cine va a ser mucho más aburrido y anodino...


domingo, 9 de febrero de 2014

Sin engañar a nadie


Irv y Sidney son una pareja de  timadores de Nueva York de finales de los 70. Viven bastante bien dando pequeños golpes hasta que el agente del FBI Richard DiMasso los pilla y les obliga colaborar en una operación mayor a cambio de no ir a prisión.

Así de sencilla es la cosa. En tres lineas se describe el argumento. Y así es como debe tomarse la película, como un sencillo divertimento. Ni más (no va a cambiar la historia del cine), ni menos (el entretener es una labor más que digna para cualquier película. Quizás se deba a la campaña publicitaria que se ha orquestado a su alrededor, o a que esta copando muchos premios y nominaciones, que la gente espera una obra maestra, pero en mi opinión, eso es ajeno a la cinta, que me ha parecido bastante honesta y nada pretenciosa.




La película tiene un tono bastante ligero, de juego continuo que yo creo que beneficia al conjunto. Si bien es cierto que todos los personajes tienen algún momento en el que reflexionan sobre si ganarse la vida mintiendo les está haciendo también engañarse a si mismos, no se cargan las tintas en exceso a este respecto, evitando caer en excesivas trascendencias, que no le hubieran sentado nada bien a la cinta.





Pero si hay algo que destacar en esta cinta es sin duda la labor de los actores, que es inmaculada en todos ellos del primero hasta el último. Quitando cosas como la horrenda actuación de DeNiro en "El lado bueno de las cosas", O. Russell siempre ha demostrado tener muy buena mano dirigiendo actores, y en este caso hace que todos cumplan sobradamente, ganandose así la simpatía del espectador.




La labor de O. Russell tras las cámaras es bastante funcional. Lejos quedan los audaces planos de las consecuencias de una bala dentro del cuerpo humano de la que a día de hoy sigue siendo su mejor película, "Tres reyes". Aquí si que hay algunos movimientos de cámara que traen a la mente al maestro Scorsese, pero afortunadamente logra hacerlo solo puntualmente, logrando así que no molesten y manteniendo de manera bastante digna el interes durante las dos horas y cuarto que dura la cinta. En lo que si se ve que se ha volcado es en la recreación de los 70 a todos los niveles desde el vestuario a la fotografía, pasando por los imposibles peinados que lucen en todo momento los protagonistas (Seguro que se gastaron más en laca que en el catering...).

Como en todas los trabajos de este hombre, la banda sonora esta muy cuidada tanto la original a cargo de Danny Elfman como las canciones de la época, que toman el protagonismo en algunas secuencias.

No es ninguna obra maestra, ni tampoco es la visión definitiva que se ha hecho de los 70 y las estafas. Sé que a algunos les molestará que esta cinta marque a las nuevas generaciones y que la tomen como referencia sobre esa época y no las fundacionales "Uno de los nuestros" y "Casino" (de las que esta película no deja de ser una versión digest...), pero yo prefiero verlo como que quizás haya gente que gracias a esta película acuda a ellas (optimista que se ha levantado hoy uno...). Eso sí, probablemente con esta cinta tengamos que dar ya por perdida la audacia con al que O. Russell nos sorprendió en sus primeros trabajo, y meterlo en el grupo de los dignos artesanos. No cambiará la vida de nadie, pero se ve con agrado. Que no es poco.


jueves, 6 de febrero de 2014

En la salud y en la enfermedad

Anne y George son un matrimonio de ancianos de clase media que viven en un bonito apartamento de Paris. Llevan una vida tranquila y apacible hasta que Anne empieza a sufrir crisis de ausencia provocadas por problemas de riego en el cuello. Su estado de salud y su autonomía irán deteriorándose de manera progresiva y esto hará que George tenga que asumir su cuidado.

Esta era otra de las películas que llevaba tiempo queriendo ver, sobre todo tras ver toda la prédica que tuvo entre la crítica en el momento de su estreno y el aluvión de premios que se llevó. Y aunque este "Amor" me confirma que Haneke nunca será mi cineasta de cabecera (su cine me parece demasiado severo, poco abierto a interpretaciones y en ocasiones como cae en excesos al mostrar la inmoralidad...), hay que reconocer que se trata de una propuesta interesante, aunque solo sea por tratar de dos tabús de nuestra sociedad como son la enfermedad y la vejez.

Llama la atención que Haneke, que siempre se ha dedicado a mostrar lo más sórdido y desagradable de la condición humana, haya elaborado una película cuyo tema fundamental sea el amor. Por supuesto que no vamos a ver "Love Story" en la tercera edad. Aqui vemos el amor frente a la decrepitud y la muerte. Pero amor a fin de cuentas. Porque el amor está en alimentar a tu mujer con una cuchara cuando ella no puede hacerlo, o en limpiarle cuando se ha orinado encima para darse cuenta. En todo momento se muestra esto de manero frontal, sin caer en el tremendismo ni en el melodrama, con momentos que llaman la atención, como la muy bien llevada la secuencia en la que Anne empieza a padecer síntomas, que se presentan de manera inesperada y cruel durante un apacible desayuno.

Además de esto hay en la película otros muchos planos que se graban en la retina: aquel que muestra a la pareja como espectadores de un concierto de piano, tomado desde el escenario, y que da a entender que esta es su historia o podría ser la de cualquiera de los espectadores; el plano onírico en el que se ve a Anne tocando el piano; o la secuencia en la que se dedica a revisar fotografías de toda su vida, que es realmente emotiva.

A pesar de todo esto, la cinta no me terminó de convencer del todo por dos motivos. El primero  y más perdonable es un exceso de metraje, que se hace notar sobre todo en el tramo final, que se vuelve un poco reiterativo. Pero el segundo me molestó más, y es la decisión final que toma George, que me resulta incongruente con todo lo que se ha mostrado. Me explico: si Haneke hasta ese momento se ha dedicado a reflejar de manera tan objetiva el proceso de enfermedad huyendo de toda parafernalia, chirría que el personaje (o sea el director, que es el autor de la historia también) tome una opción muy "de cine", que hace que no lleve a sus últimas consecuencias lo que se nos había venido mostrando. Por mucho que lo haya intentado, el realizador no ha podido resistirse a dejarse llevar por lo que se podría llamar "dramatismo cinematográfico".

Esto no quita para reconocer que la película esta muy bien realizada, y que sabe sacar un enorme partido a los espacios (toda la película trascurre en el apartamento de los ancianos), y aun mejor interpretada, con la pareja protagonista dando un auténtico recital.





Una película interesante, deprimente, algo sobrevalorada (a mi entender) y que pierde en su tramo final, pero digna de ver a fin de cuentas. Ni que solo sea por el citado valor al afrontar la enfermedad, la vejez y la muerte.

sábado, 1 de febrero de 2014

Cine en random (IV): "Grizzly man"


Empujado por el dossier que se le está dedicando en “Dirigido por” a Werner Herzog, hace unos días me animé a ver “Grizzly man”, película que tenía disponible hace tiempo, pero a la que aun no había hincado el diente. O la zarpa, que viene más al caso.

Este documental recupera todo el material que fue filmado por Timothy Treadwell, amante de los osos grizzly. Desoyendo los consejos de los guardas, que continuamente le advertían de lo peligroso de sus prácticas  (y del sentido común…), durante 13 veranos seguidos vivió en un parque natural de Alaska con el objetivo de investigar y a la vez proteger a estos animales. Con este objetivo puso en marcha la fundación “Grizzly people” y se dedicó a dar charlas por EE.UU. Desgraciadamente, la última de sus campañas en el año 2003, acabó trágicamente para él y su entonces pareja Amie que murieron y fueron parcialmente devorados por uno de estos osos.

Una vez escuche (o quizás leí: fue hace bastante tiempo y no lo tengo muy claro…), que si una película de ficción es buena parecerá un documental, y que si un documental es bueno, parecerá una película de ficción. Por más que esta afirmación sea harto discutible (sobre todo su primera mitad…), yo si que comparto lo que dice sobre los documentales. Y en este caso, se cumple totalmente. Pero vayamos por partes.


Lo primero que hay que avisar es que este documental no trata sobre la naturaleza ni el ecologismo, sino sobre la compleja personalidad del protagonista, Timothy Treadwell. Este hombre, como medio de salir de una mala racha personal (era heroinómano y estuvo a punto de morir de sobredosis) y asqueado de la sociedad que le rodeaba y de los fracasos (laborales, sentimentales y personales) que había sufrido, decidió consagrar su vida a estos osos. Imbuido de un espíritu casi mesiánico, llegó a creer que era capaz de establecer con ellos una relación de igual, en la que podía comunicarse y hasta llegar a ser uno más de la manada. Su convicción era tal que podía llegar a acariciar los osos (que pueden llegar a medir 3 metros y pesar más de 600 kilos…) y decirles que les amaba. Pero como además deseaba compartir su mensaje, grababa casi todo lo que hacía en sus expediciones, la mayoría de las veces ayudado de un tripode ya que casi todas las expediciones las llevó a cabo el solo. Estas grabaciones van lo sublime (como aquellas que muestran la relación que estableció con un zorro de la zona a lo largo de los años) a lo espectacular (la grabación de una  pelea
entre osos, que deja en mantillas las peleas de robots de "Pacific Rim") pasando por lo ridículo (tenía una enorme afán exhibicionista, que le hacia repetir tomas en múltiples ocasiones, o enzarzarse en monólogos dignos del telepredicador más enloquecido). Hay momentos en los que uno se plantea casi si esto no será un mockmumentary y apareceran Borat o Brüno en mitad de alguna escena (a lo que también ayuda que yo lo viera en versión doblada y que el doblador elegido para incorporar a Treadwell sea Luis Posada, el que normalmente pone voz a Jim Carrey). Pero no. Todo es verdad.

La reconstrucción que Herzog hace de su personalidad y de su estilo de vida gracias a las citadas grabaciones y a testimonios de familia y gente que trató con él, es simplemente fascinante. El director toma el papel de narrador, pero a pesar de que ello le lleva a entrar en contacto con los seres queridos, es capaz de mantener un distanciamiento sobre lo peligrosa e inconsciente que era la actitud de aquel hombre. Pero no solo él parece estar pasado de rosca, otras de los que aparecen en el documental, como el doctor que realizó la autopsia (otro momento Borat: hay que verlo para creerlo) o el sheriff (atentos a cuando hace entrega de un reloj de Timothy Treadwell que resistió el ataque a una amiga de este) también son pare echarles de comer aparte... A pesar de esta mirada, el realizador consigue que la historia de este pobre desequilibrado resulte por momentos emotiva.

Uno de los mejores documentales que he visto en mucho tiempo y una manera genial de acercarse a Herzog. Seguramente seguiré recuperando películas de este hombre.