lunes, 30 de julio de 2012

El Caballero Oscuro: La leyenda renace


Mucho se está hablando de esta película, (para el que esto firma, la más esperada del año), tanto de manera positiva y negativa, y por aquí no íbamos a ser menos.
Intentaré hablar de la cinta sin desvelar argumentos de la trama en exceso, aunque vaya a ser un poco difícil, así que si alguien no la ha visto, casi mejor que no siga leyendo.
El director se enfrentaba aquí al mayor reto de su carrera, y es que superarse a si mismo mejorando la que hasta este momento es la mejor película de superheroes que se ha hecho, "El Caballero Oscuro", no era tarea fácil.
Por aquello de empezar a sintentizar un poco, diré que no ha logrado superar la entrega previa, lo que no significa que haya hecho una mala película, sino más bien lo contrario, logrando una película mejor que "Batman begins" (que no estuvo nada mal...) y dandole un cierre estupendo a su periplo sobre el hombre murciélago.
Como ya se ha dicho por ahí, la película comienza ocho años después de lo transcurrido en la anterior. Batman está ausente tras los hechos ocurridos al final de la entrega anterior,  Bruce Wayne esta deteriorado física (usa bastón, detalle que se podrían haber ahorrado, la verdad...) y socialmente, habiendo quedado convertido en un sosias de Howard Hughes, como alguien recuerda en un momento dado. Mientras, en la ciudad, gracias al supuesto sacrificio y cuasi-canonización de Harvey Dent, se ha creado una ley que ha eliminado el crimen organizado. Pero claro, si todo fuese así de perfecto no tendríamos película. Y es en este momento cuando aparece Bane, un delincuente despiadado, de una fuerza física brutal, y gran inteligencia, que tras secuestrar y casi matar al comisario Gordon, pone en marcha un plan para acabar con la ciudad, aboliendo todo tipo de leyes y convirtiendo a Gotham en una suerte de comuna aislada. Ante este panorama, Batman/Bruce Wayne sale de su retiro y vuelve a las andadas, encontrándose por el camino a nuevos personajes, como Catwoman, de moral indefinida que influirá mucho en el devenir de los hechos, y a John Blake, policia interpretrado por Joseph Gordon-Levitt, que parte de una posición completemente idealista que irá cambiando a lo largo de la historia.
Al contrario de lo que hacemos otras veces, voy a empezar por las cosas flojas de la película.
Sus mayores problemas son de guión, que no es tan sólido como el de "El Caballero Oscuro", en el que todas las acciones de los personajes eran lógicas y coherentes con su manera de ser y el modo en el que se venían comportando. Aquí, en ocasiones, los personajes parecen avanzar como por ventoleras, que chirrian un poco. Esto se ve, por ejemplo, en el personaje de Catwoman, por lo demás bastante bien defendido por Anne Hathaway, que cambia de postura de un momento a otro sin entenderse muy bien la causa. Lo mismo podríamos decir del jefe de policía al que da vida Matthew Modine, que es mostrado como alguien bastante cobarde y poco comprometido por su trabajo, para, en un momento dado cambiar por completo de actitud, lo que, a mi parecer, queda como un intento del director de no dar mala imagen de la polícia, algo que queda muy alejado del ambiente malsano y corrupto que reinaba en la anterior entrega, con el Joker corrompiendo todo y a todos.
Otro de los fallos que se pueden encontrar a la película es que, para hacer avanzar la trama, se sirven de casualidades e ideas muy pilladas por los pelos, que mientras la estás viendo, por lo menos en nuestro caso, te las crees gracias a la convicción con la que están contadas, pero que luego, si piensas un poco en ellas, se caen por su propio peso (recuperaciones físicas increíblemente rápidas, enamoramientos a la velocidad de la luz, la capacidad de desvelar una identidad secreta por una simple mirada...)
También se le puede achacar que en algún momento recurra a sorpresas o giros inesperados, para darle más emoción a la trama, lo que, además de resultar algo "facilón", no resulta tan sorpresivo como se pretende si se ha prestado atención a lo narrado anteriormente y se conoce medianamente los tebeos del personaje. Tal vez sea esto lo que más me haya decepcionado, viniendo la película de la gente que, sin recurrir a estos trucos, logró en "El Caballero Oscuro" una intensidad pocas veces vista en el cine comercial de los últimos tiempos.
Ahora lo bueno, que es mucho.
Me ha encantado la coherencia que esta obra da a la trilogía. En esta entrega se viven las consecuencias de lo ocurrido anteriormente.
Si la anterior película hablaba de la necesidad que la ciudad tenía de un héroe y  de un símbolo de pureza como Harvey Dent en tiempos difíciles, y como para lograr esto se recurría a la mentira y a negar el sacrificio y las buenas obras de Batman, en esta vemos como lo que se construye sobre la mentira, se viene abajo en cuanto la verdad empieza a asomar. Así, personajes como Alfred y el comisario Gordon (inmensos como siempre Michael Caine y Gary Oldman), cansados de haber alentado una mentira para mantener intentar no hace sufrir a los que querían y mantener el orden de las cosas, la confiesan, lo que rompe relaciones y precipita desastres.

Otra cosa que me ha gustado mucho es la reaparición de la Liga de las sombras, y la necesidad de que Batman/Bruce Wayne sufra y recupere el miedo para renacer como persona y como mito. Se puede entender que alguien no se trague esta parte de la película por un exceso de épica y frases grandilocuentes, pero a nosotros nos convenció.

En cuanto a el villano, no se le pueden poner pegas. No asusta tanto como el Joker, principalmente debido a que este tenía un objetivo menos tangible y más abstracto que el actual, lo que lo convertía en alguien del todo  impredecible y peligroso, pero sin embargo, sirve para introducir reflexiones sobre la situación socioeconómica actual. No es gratuito, que, para acabar con todo el sistema que maneja la ciudad, que el considera que precisa ser purificada, empiece con la ocupación de la Bolsa (clara referencia al movimiento "Occuppy Wall Street") y continue con la destrucción de un estadio de fútbol americano (el opio del pueblo, que vendría a sustituir a la religión...) en el que da un discurso populista en el que promete limpiar la ciudad de corrupción y perversión, enarbolando unos principios que recuerdan a los de la Revolución Francesa, y que al igual que estos (libertad a los presos encerrados por leyes injustas, juicios populares, igualdad de oportunidades, instauración de un nuevo orden social..), a pesar de parecer prometedores y justos sobre el papel, a la hora de ser puestos en práctica,  solo sirvan para dar rienda suelta a nuestros más bajos instintos. Es muy jugoso el  perverso detalle de que el juez sea el demente Jonathan Crane, el Espantapajaros, el único villano que aparece en los tres capítulos de la serie, y que sus condenas  solo puedan ser muerte, o exilio a través del rió cubierto de hielo quebradizo que bordea Gotham (o sea, muerte por exilio, como se reconoce en un momento de la película...).

Aquí habrá algunos que piensen que se podía haber llevado un poco más allá esta idea, mostrando al pueblo dejandose llevar por la vorágine y el egoísmo (como pasaba en la inquietante secuencia del barco de la anterior entrega), pero si bien el pueblo no se muestra activo a favor de la revolución, tampoco lo hace en contra de ella, siendo Batman y los agentes de policía los que se levantan contra el orden dictado por Bane. Esta idea se puede ver como un reflejo de la pasiva actitud de la sociedad actual ante la, a todos los niveles asfixiante, situación que nos rodea...


Tambien resulta muy interesante la evolución de John Blake, el personaje interpretado por Joseph Gordon-Levitt, que pasa de policía idealista que cree en la Justicia, pudiéndose ver como una versión joven del comisario Gordon, a alguien completamente descreído con respecto a esta tras ver la actuación de algunos de sus compañeros durante el sitio de Gotham, lo que le lleva a abandonar su trabajo y a acercarse más a la actitud de Batman frente al crimen, como demuestra el emotivo último plano dedicado a él.


Técnicamente la película irreprochable: la luz; el montaje; unas secuencias de acción espectaculares y en la que no se pierde ni un solo detalle de lo que ocurre. Si acaso, la música de Hans Zimmer se hace notar demasiado, pero no esta nada mal.




Por último, el final. La conclusión de la película es muy coherente con la visión del personaje que ha ido dando Nolan, resultando emotiva y valiente, y con un plano final ambiguo, que es el cierre perfecto para la trilogia, que no olvidemos, no es el Batman de los tebeos, si no el de Christopher Nolan. Una gozada de película.


domingo, 29 de julio de 2012

Black Mirror, no te dejara indiferente.

Después de leer varias criticas y siguiendo los consejos de alguno de nuestros amigos, nos decidimos a ver la miniserie britanica "Black Mirror", título curioso, que entre otras cosas se refiere al reflejo que emiten las pantallas cunado están apagadas.
Esta miniserie de tres capítulos, que no deja indiferente a nadie, bastante perturbadora y generó en mi sentimientos encontrados, causándome bastante impresión.




Como os digo, son tres capítulos de unos 45 minutos, creados por el guionista y columnista ingles de "The guardian" Charlie Brooker, que te hacen reflexionar sobre el rumbo que esta tomando la sociedad actual,  eclipsada por el uso sin control de las  las nuevas tecnologías, y plantean que es en lo que podemos llegar a convertirnos  y si es esa vida la que queremos llegar a tener, o mejor aún, si es la que nos merecemos.




En el primer capitulo, "The National Anthem", la princesa de Inglaterra y reina de las reyes sociales Susannah, es secuestrada. Sus captores echan mano de youtube para dar a conocer el rapto y lo que quieren a cambio de su liberación. La redes sociales, internet, los medios de comunicación y las reacciones de todo un país ansioso por un desenlace, demuestra el poder y la variabilidad de la opinión pública en la sociedad actual, y como esto condiciona el devenir de los hechos. ¿Hasta donde somos capaces de llegar?




En el segundo capitulo "15 Million Merits", se presenta una sociedad futurista dominada por las nuevas tecnologías lo que les hace vivir aislados y organizados en castas. El mundo virtual en el que viven se asemeja a un videojuego y solo los que mas pedalean son los que sobreviven. El único objetivo de cada ser humano es conseguir puntos canjeables por bienes virtuales, y en el mejor de los casos, una participación en un programa de televisión al estilo Operación Triunfo con un irreconocible Rupert Everett a lo Risto Mejide futurista. Aunque luego no resulte ser tan bueno ganarlo como pensaban...

                                


En el tercer y ultimo capitulo, "The entire history of you", los seres humanos tienen la capacidad de revivir las experiencias del pasado gracias a un chip insertado en el cerebro que manejan con un botón. Esto hace que cada persona pueda compartir con otras las experiencias vividas visualizando los hechos en una pantalla. ¿Que os parecería compartir la entrevista de trabajo que acabáis de hacer con vuestra pareja viéndola en una pantalla de televisión? Rebobinar y recordar milimetricamente y tantas veces como quieran los sucesos vividos , tanto los buenos como los malos, genera en ellos los mismos sentimientos que ya habían vivido ( y que ya habían olvidado) lo cual desemboca en conflictos entre las personas, desconfianzas y obsesiones.
Vendría a ser el planteamiento opuesto de "Olvidate de mi". Allí donde ésta hablaba de la necesidad de mantener los recuerdos, aunque en ocasiones nos hagan sufrir un poco, aquí se plantea que si no se es capaz de olvidar algunas cosas, la felicidad es imposible.

Muy recomendable, sobre todo si os gustan las series británicas, con ese punto provocador y rompedor que tienen siempre, y también  si os interesan las historias que plantean cosas sobre las que reflexionar después.
 Por ultimo, he podido leer en algún otro blog, que el titulo de la serie viene también de la canción de Arcade Fire "Black Mirror", que trata sobe la vigilancia continua que nos rodea hoy en día. Aquí os la dejo.





martes, 24 de julio de 2012

Este año disco nuevo (bueno, un par de canciones)...(VII): The Afghan Whigs


Pues como dejo claro en el título, lo de disco nuevo esta pillado un poco por los pelos, pero creo que esta banda no es recordada como debería, y me apetecía hablar de ella.
Su historia es de todo menos aburrida.

Nacidos a mediados de los 80 en Cincinnati, con Greg Dulli como cantante y guitarra, Rick McCollum como guitarra, John Curley como bajo y Steve Earle en las percusiones, la banda, que en principio estaba más cerca del garage y grunge de Dinosaur Jr, a lo largo de su carrera fue acercándose cada vez más al soul, consiguiendo un sonido propio y característico que les hizo despuntar. 

Tras sacar un primer disco autoeditado, "Big top halloween", este llegó a los oídos de uno de los fundadores del mítico sello SubPop, discográfica legendaria sobre todo por ser la cuna del grunge y por el que han pasado grupos de los más variados desde Sonic Youth hasta The Postal Service, pasando por Nirvana, Band of Horses, o The White Stripes.

Con esta discográfica sacaron dos discos, "Up in it" y "Congregation", que empezaron a darles reconocimiento y les permitieron girar con bandas como Mudhoney y Teenage Fanclub. También publicaron un EP de versiones, "Uptown Avondale", en el que daban rienda suelta a su pasión por el soul, versioneando, entre otros, a las Supremes y a Elvis.




Con el espaldarazo que recibieron con estas obras, lograron un contrato con una multinacional, Elektra, con la que editaron en 1993 una de sus obras mayores: "Gentleman". Ya desde la portada no se andan con tonterías, mostrando un niño y una niña semidesnudos levantandose de la cama: a pesar de los años, nunca dejamos de ser niños indefensos y egoístas. Entre las letras encontramos discusiones entre parejas, rupturas, problemas con las drogas y mucho alcohol y tabaco. Con esta obra se alejaban del sonido más sucio y punk de sus inicios, afinzandose en esa fusión entre rock y soul que les daría reconocimiento y éxito. Entre las mejores canciones de este disco están "Gentlemen", "What jail is like", o este "Debonair":




En 1996 volvieron a la carga con "Black love", ya con un nuevo batería en el grupo, Paul Buchignani, en recambio de Steve Earle. Este disco es más oscuro tanto en letras como en sonido, y en él, el propio Dulli reconocía estar influenciado por la literatura criminal del genial James Ellroy y el lado oscuro del mundo de los artistas y famosos. De hecho, se dice que esta es la música que el grupo había creado para un film perteneciente al genero negro que finalmente nunca fue realizado. Funcionó bien entre crítica y público, pero yo lo encuentro inferior a "Gentleman", y sobre todo al bombazo que publicarían el año siguiente...


Y es que en 1998 presentaron la que para mi es su mejor obra "1965", con la que alcanzaron la tan ansiada fusión perfecta entre soul y rock independiente. El cantante escribió la mayoría de las letras mientras intentaba recuperarse de una depresión, en gran parte motivada por los problemas que tuvieron con la discográfica Elektra en relación al anterior disco, y que les hizo firmar con Columbia. Como ya he dicho, este disco es genial, cañero, y muy sexy. Con una producción cuidada al detalle, en el disco podemos encontrar violines, saxofones, trompetas, pianos, coros femeninos... Y en cuanto a las letras, como no, canciones repletas de cigarrillos, alcohol, garitos de strip-tease, relaciones rotas. Una gozada de disco. Me resulta muy difícil elegir una canción, así que os dejo con la que abre el album "Somethin´ Hot", un autentico trallazo:




Mientras presentaban este disco, telonearon a los Aerosmith, que ya entonces era una sombra de lo que habían sido en los 70, pero que siempre merecerán un respeto por ser los que hicieron "Pandora´s box" y "Toys in the attic"... Como anecdota, contar que el cantante, tras un concierto en Austin, fue agredido, sufriendo una lesión en la cabeza que le tuvo en coma un tiempo (como tendría el cuerpo para liarla tan parda...) pero a los dos meses, siguió con la gira. Genio y figura.

En 2001, debido a compromisos familiares y la distancia geográfica que les separaba, anunciaron una separación amistosa pero no definitiva. Ninguno se desvinculó de la música, y Dulli, además de desintoxicarse asustado tras la muerte por sobredosis de su amigo, el director de cine Ted Demme, dejar de fumar y engordar bastante (tras verle en un concierto acústico, que estuvo genial, me lo encontré... en un restaurante), creó proyectos tan interesantes como The Twilight Singers y The Gutter Twins, este último junto a Mark Lanegan. La influencia de la banda se puede rastrear en grupos desde Modest mouse hasta The National.

En 2006 publicaron un par de canciones para un recopilatorio, esa maniobra comercial tan frecuente, pero no llegaron a girar juntos.
En diciembre de 2011, se volvieron a unificar, y esta vez con gira de por medio, como tiene que ser. Y por lo que se dice por las crónicas que he podido leer por ahí, manteniendo un nivel muy digno en directo (quizá alguno de vosotros, bastardos afortunados los vio en el Primavera Sound...).
Material nuevo parece que no van a sacar, pero por lo menos nos han brindado dos versiones "See and don´t see" y "Lovecrimes", que os dejo a continuación.






Puede que sea lo último que oigamos de ellos, pero esperemos que vuelvan a girar para darnos la oportunidad de disfrutar de su directo, aunque con lo prolífico que es Greg Dulli seguro que de una manera u otra podamos disfrutar de su gran voz.

domingo, 22 de julio de 2012

Recuperando clásicos (II): "La diligencia"

Bueno, pues siguendo con la recuperación veraniega de clásicos, hoy seguimos con otra obra maestra indiscutible: "La diligencia" dirigida por el genio John Ford en 1939, siendo este el primer western sonoro que realizaba.

La historia de la película nos narra el recorrido de una diligencia a través de tierras del Oeste Americano en un zona en la cual los apaches, capitaneados por el mítico indio Gerónimo, se han revelado y han declarado la guerra al hombre blanco. En el vehículo encontramos a médicos simpáticotes alcoholizados (papel que le dió el Oscar a Thomas Michell); viajantes de whisky pusilánimes pero con buen fondo; banqueros corruptos y ladrones (y es que, aunque parezca mentira, ni siquiera imaginación han tenido nunca los sinvergüenzas de ellos...); mujeres al encuentro de su marido destinado en el frente; prostitutas de buen corazón proscritas por la Liga de las mujeres por la Ley y el Orden (que interpreta Claire Trevor, a pesar de que el estudio quería a Marlene Dietrich, que tampoco hubiese estado mal...); románticos jugadores de cartas que lucharon con el Sur en la Guerra Civil (interpretado por el padre de David, Keith y John Carradine); sheriffs honrados y comprometidos con su trabajo; conductores verborreicos; y un exconvicto huido de la carcel para saldar una cuenta de sangre pendiente (papel este que confirmó a Marion Robert Morrison, o sea, John Wayne, como una estrella, lo que le llevaría a ser el actor más rentable de todos los tiempos).Como es lógico, el viaje servirá para que entre ellos surjan relaciones de lo más variado, permitiendonos conocer que las apariencias engañan, y que (casi, los banqueros no) todo el mundo, tiene cosas buenas que compartir y aportar.

Pero si no habéis visto la película no penséis que es un sesudo estudio de personajes (que lo es, aunque no sesudo, sino emocionante y muy divertido), sino que se trata de una excepcional película de acción y aventuras, en la que no hay nada superfluo y se va al grano desde el primer momento. A día de hoy siguen llamando la atención la secuencia de la persecución, que a pesar de tener más de setenta años, no ha perdido un ápice de eficacia ni de espectacularidad. En ella podemos encontrar travelling geniales, planos de la cámara a los pies de los caballos o bajo la diligencia, y secuencias de riesgo con los caballos interpretadas por el mítico doble Yakima Canutt. Y todo ello enmarcado en el mítico Monument Valley, que era utilizado por primera vez por John Ford, y que luego repetiría como escenario a lo largo de su carrera. Una maravilla vamos.

Pero la genialidad de esta película no se circunscribe solo a las secuencias de acción. Los diálogos son geniales, y no han perdido nada de chispa con el paso de los años. Además de eso llama la atención lo bien que va introduciendo a los personajes, descritos con pocos pero muy certeros apuntes, con mención especial a la primera aparición del personaje de John Wayne, simplemente inolvidable:




También es inolvidable la fotografía y el manejo que hace de las sombras, y el uso de elipsis, como la del tiroteo final.

Me resulta difícil (por no decir imposible) encontrar algo que criticar, quizás alguien le eche en cara la imagen que de de los indios como seres abyectos de una sola pieza, pero eso, además de no tener nada que ver con la película en si misma, sería rebatido por el propio John Ford más tarde en su carrera, con películas como "El ultimo combate" en las que reconoce el abuso y xenofobia que sufrieron los nativos americanos.

Es difícil decir si es la mejor película de John Ford (este hombre nos brindó, entre otras, "El hombre tranquilo", "Centauros del desierto", "Las uvas de la ira" y  "Pasión de los fuertes", todas ellas maravillosas) pero desde luego es una de las mejores. Como curiosidad, decir que no ganó el Oscar a mejor película en su año, pero es que tenía enfrente "Lo que el viento se llevo" "El mago de Oz" "Ninotchka" y "Caballero sin espada", y tampoco el de mejor director pero es que el enfrentarse a Frank Capra, Victor Fleming y William Wyler entre otros se lo puso muy difícil, aunque a mi entender, y a pesar de que el resto son buenas, esta es la mejor de la terna.




En fin, una película perfecta, completamente disfrutable hoy en dia aunque tenga setenta años, y de una influencia directa enorme: Orson Welles la estudió para mientras rodaba "Ciudadano Kane", llegando a decir que sus directores favoritos eran "John Ford, John Ford y John Ford"; ; Howard Hawks, y por asimilación John Carpenter en "Río Bravo" y "Asalto a la comisaría del distrito 13", respectivamente, se pueden considerar hijos de "La diligencia"; y hasta "Pitch black" que aunque ha generado secuelas execrables era una buena película, no deja de ser un replanteamiento de la película de hoy.
Si no la habéis visto venced la pereza, y veréis como la disfrutáis, y si la habéis visto revisadla, que nunca será un tiempo perdido.

martes, 17 de julio de 2012

El asombroso Hombre-Araña



Bueno, pues aunque sea con unos días de retraso, el pasado fin de semana fuimos a ver la nueva película del lanzarredes, "The amazing Spiderman". 
En primer lugar voy a intentar hablar de la película, sin tener en cuenta todo el tema del afán recaudador que hay tras su precoz reinicio y su comparación con las películas de Sam Raimi.
La película es un correcto entretenimiento de verano, y no creo que nadie vaya a salir decepcionado de ella si lo que busca es entretenimiento y punto. No hay nada que destaque particularmente para bien ni para mal, lo que no es poco, teniendo en cuenta que el director de esta película el único largometraje que había hecho antes era ese soso y descafeinado intento de imitar la genial "Olvidate de mi" que fue "500 días juntos"...
Entrando un poco más en profundidad, empezaremos con las cosas que están bien. 
Los actores están bastante bien, sobre todo la pareja protagonista, que tiene bastante química, lo que hace que funcione particularmente bien la historia de primer amor entre ellos. También cumplen con creces los secundarios, como Martin Sheen y Dennis Leary.
El aspecto técnico y las secuencias de acción, que a priori era algo que, por lo menos a mí, me generaba bastante desconfianza al venir de un director que nunca había filmado este tipo de películas, están bastante bien, y consigue sacar buen partido de las 3D con una estupenda fotografía, con algunos momentos realmente buenos, como el sistema de vigilancia que elabora Spiderman en las alcantarillas, y la pelea posterior con el Lagarto.




Otro hecho que me gustó bastante fueron los diálogos (que no el guión), que resultaban creíbles y tienen bastante chispa.
En cuanto a las cosas que chirrían, el mayor problema se lo encuentro a la historia y al tono de la película.
El argumento tiene momentos en los que resultaba muy poco creíble. Vale que no estamos hablando de Cervantes, pero la manera que tienen de hacer avanzar la trama está más que pillada por los pelos: a pesar de lo grande que es Nueva York, todo el mundo parece conocerse y ¡casualidad! trabajar en los mismos sitios; Spiderman se quita en demasiadas ocasiones la máscara, y le revela a un montón de gente su identidad secreta (no se si será por la necesidad que ha creado el maldito Facebook de demostrar todo lo que se hace a sus amiguetes...) y eso elimina uno de los principales rasgos definitorios del personaje, que es la necesidad de llevar el peso de ser un superheroe en soledad sin el apoyo (aunque sea moral) de nadie; y por último, está el hecho de que a pesar de que parecen ocurrir muchas cosas y muy dramáticas, si uno lo mira fríamente, al final no son tantos los cambios, y los que la hayáis visto entenderéis a que me refiero.




Para acabar, hablaré del tono de la película. El director, en lugar de tomar el camino que tomó Sam Raimi o Joss Whedon, que llevaron la ambientación de tebeo hasta sus ultimas consecuencias en la saga "Spiderman" o la reciente "Los Vengadores", pues opta por anclar la película en un ambiente más real y oscuro (todo lo real que puede ser una película de un superheroe, claro...) a la manera que hicieron Matthew Vaughn y Christopher Nolan en sus acercamientos a Batman y la Patrulla-X. Es una decisión lícita, pero si uno conoce un poco al personaje, resulta bastante obvio que Spiderman es un alguien  capaz de hacer un chiste malo mientras hay un viejo con alas de buitre que intenta arrancarle la cabeza, y esto, claro, funciona mejor en un ambiente más irreal, más de tebeo.
Y enlazando con este tema, tocan las comparaciones con la trilogia de Sam Raimi. A pesar de que la tercera entrega fue muy decepcionante, aquellas películas exudaban conocimiento y amor por el personaje. Es decir, creian en él y en su capacidad de protagonizar una historia sin perder la esencia del tebeo, y se tomaban más tiempo para desarrollar las situaciones y hacer evolucionar a los personajes, sin recurrir a envolver al personaje en un velo de tenebrosidad para darle más creibilidad, que es la sensación que retransmite por momentos esta película. Solo hay que ver como concluía la primera película y como concluye esta. Si en aquella el personaje lo único que lograba como premio a sus sacrificios y acciones heroicas era la soledad, hacer sufrir a su mejor amigo y a la chica a la que amaba, en esta, aunque quieran darle un final supuestamente "duro", para mí quedó un final bastante "light", quedando Spiderman en una situación relativamente facil.
Pues eso, un entretenimiento de verano digno (es bastante mejor que "Spiderman 3") que  quizás decepcionara (parcialmente) a los que esperen  que mantenga el espíritu de las dos primeras películas de Raimi. Os dejo con el tema principal de la película, que de nuevo, y como seguro lamentará nuestro amigo Raymond, nos ha escatimado un tema de esos que quedan grabados. Habrá que seguir esperando...


viernes, 13 de julio de 2012

Recuperando clásicos (I): "La Gran Evasión"


Bueno, pues ahora que ando un poco más tranquilo, me puedo dedicar a hablar de cosas de las que hace tiempo tenía ganas, y una de ellas es esta gran obra de John Sturges, que pude volver a ver hace poco en LaSexta3.

Estrenada en 1963, esta película adapta una libro de Paul Brickhill, que reflejaba hechos reales sobre un escape en masa que se produjo en un campo de concentración nazi en Polonia, pero lo narrado en la película es en su mayor parte ficción, algo que queda claro con su puesta en escena, que huye del realismo y apuesta por el entretenimiento, (al loro con el chiste...), la evasión (que casi es lo que más apetece hacer con la que está cayendo...). Dirigida con maestría por Sturges, que ya había realizado algunas de sus obras cumbres como "Duelo en O.K.Corral" o "Los siete magníficos" (que es buena, pero no llega a la excelencia de Kurosawa...), y aquí realizó no sé si su mejor obra, pero sí su película más popular.

Varias cosas hacen de esta película la maravilla que es.
La primera de ellas es su reparto, que es como para tirarse de los pelos: Steve McQueen, Charles Bronson, James Coburn, James Garner, Richard Attenborough, Donald Pleasance, David McMallun... Una auténtica pasada, que además hacen que los personajes, que en muchos casos son meros estereotipos crezcan, haciendolos mucho más creibles y complejos.




Otro tanto a su favor es la puesta en escena. Aunque esta puede parecer eminentemente funcional a primera vista, hay en ella muchos elementos destacables: el montaje, de una gran concisión; el uso del fuera de campo interesantes, como todas las estancias del personaje de Steve McQueen en "la nevera"; o lo bien que sabe reforzar los elementos necesarios para cada momento de la historia, trabajando la relación entre los reclusos en la primera parte de la película consiguiendo que los personajes se ganen por completo nuestra simpatía (a mi me emociona especialmente la relación entre los personajes de James Garner y Donald Pleasance...) , y  generando suspense en toda la segunda mitad referida a la evasión en si misma, en secuencias como la salida a traves del tunel, los controles de busqueda tras la huida, o el tiroteo de la resistencia francesa, todos ellos esplendidos, y que no han envejecido un apice a pesar de sus casi 50 años.




Otro elemento que ha hecho mítica esta película es su música con el famosísimo tema que compuso Elmer Bernstein experto en aquello de hacer melodías míticas ("Los Siete Magníficos" y su música Malboro...)

En cuanto a las cosas negativas, pues cuesta mucho buscarla, pero alguien le echará en cara la ausencia de realismo de la película, y hay que darle la razón, ya que este brilla por su ausencia, y todo es bastante ingenuo, pero esta no es una película que busque realismo en ningún momento, sino que se decanta en todo momento por la épica. Si que es cierto que si hubiese tenido detras a genios de aquella época con más mala baba y una visión más cínica del ser humano como Sergio Leone, Robert Aldrich o Richard Brooks, pues la película hubiese quedado más descarnada y sería más irónica, pero sería otra película distinta, y hoy estamos hablando de esta.
En fín, una autentica maravilla, con una influencia enorme en todo el cine popular posterior, y que conviene disfrutar cada cierto tiempo para no olvidarse de los buena que es. Aqui os dejo con el trailer a ritmo del citado tema principal:

jueves, 12 de julio de 2012

Retorciendo la realidad a base de músculo


Pues ahora me he estado poniendo al día con las lecturas que tenía pendientes, y una de ellas ha sido "Flex Mentallo" del dúo dinámico del comic, los escoceses Grant Morrison y Frank Quitely.
En esta obra, Morrison recupera a Flex Mentallo, personaje que creó durante su bizarra etapa en la Patrulla Condenada y aprovecha para realizar una de sus habituales empanadas mentales sobre la realidad y un ejercicio metalingüistico sobre el genero superheroico y sus diferentes épocas.
Lo que nos cuenta la historia, así, por encima, que como pasa con Morrison cuando se desata, la cosa tiene mucha más tela, es la lucha de un superheroe musculoso para luchar contra un comando que lucha por alterar la realidad, a la par que nos cuenta las desventuras de un rockero-fan de los tebeos, al que no cuesta mucho imaginar como un alter ego del guionista.


Como ya he dicho, los autores se sirven de esto para hacer una reflexión sobre las distintas épocas del tebeo de superheroes desde la Edad de Oro (cuando nacieron Superman y Batman) pasando por la Edad de Plata (el nacimiento de la Marvel y renacer de Flash y otros en DC) hasta la Edad Oscura (de la que sería contemporánea el tebeo y que vino propiciada por la publicación de "El regreso del caballero oscuro" y "Watchmen"). Esta reflexión se inicia en las mismas portadas, ya que cada una reproduce el estilo de portadas icónicas de las épocas. Y este juego metalingüistico continua, por supuesto, en la historia, con el enfrentamiento de un superheroe que no puede tener apariencia más naif (un forzudo con calzones de tigre) contra unos terroristas que lo que buscan es destruir la realidad y corromper a los superheroes,  a la par que nos muestra la decadencia de una estrella del rock enamorado de los tebeos de superheroes desde pequeño que ahora esta atrapado en una espiral autodestructiva. Esto último como ya de comentado antes podía ser un resumen de la vida como lector de Morrison, siendo alguien que se inició con los coloristas tebeos de los 60 y que poco a poco se vio abocado a tebeos en los que todos los superheroes parecían tener la obligación de ser violentos y vivir en el borde entre el bien y el mal...


En cuanto al apartado gráfico, pues como siempre que hablamos de Quitely, pues simplemente brutal, derrocha inventiva en cada pagina, y eso que estamos hablando de su primer trabajo para una de las dos grandes.


Una anécdota curiosa respecto a esta obra es que no ha podido ser reeditada en 15 años debido a un problema de derechos, ya que el protagonista de esta obra homenajea/parodia el origen de Charles Atlas, el inventor de la "Tensión dinámica" de aquellos anuncios de musculación añejos que veiamos en periódicos y revistas hace 25 años (y al que cita Frankenfurten en la genial "Rocky Horror Picture Show")... Pues hasta que la cosa no se ha resuelto y los herederos de Charles Atlas no han conseguido sacar tajada, no ha habido manera de que esta obra viera la luz.
No me digais que cuando leías esto de crios, no os daban ganas de rellenarlo...

En fin, un tebeo para los "muy cafeteros", interesante, pero para pillarlo con ganas, y que se hace disfrutable sobre todo por la labor de Quitely.
De postre la canción de "Rocky Horror Picture Show" en el que nombran la "Tensión Dinámica" Charles Atlas: