martes, 2 de octubre de 2012

Recuperando clásicos (V): "Los Siete Samurais"


El otro día saque tiempo y volví a ver este peliculón, "Sichinin no samurai", o "Los siete magníficos" en la lengua de Cervantes,y me apetece comentar la que probablemente sea la película japonesa más famosa de todos los tiempos, dirigida por el  realizador japones más importante de la historia (con permiso de Ozu).
Producida en 1954 bajo auspició de la mítica productora nipona Toho, la película se ambienta en el Japón Feudal del siglo XVI. Un pueblo de campesinos es saqueado todos los años por una banda de ladrones que se lleva toda su cosecha, empujandolos a la hambruna. Tras llegar a una situación en la que ya no podrán sobrevivir si son saqueados, deciden, no sin muchos discusiones previas y tras consultar al anciano de la aldea, contratar samurais para que les ayuden a vencer a los bandidos. El problema es que lo único que  les pueden ofrecer a cambio es comida, y además escasa, y los samurais eran gente orgullosa y de buen vivir. Tendrán que encontrar a samurais a los que les importe el destino de un pueblo más que el dinero o la gloria...
La verdad es que así leído es un argumento bastante trillado, pero hay que tener en cuenta que esta cinta fue pionera en usarlo. Además, como ya hemos dicho muchas veces por aquí, lo más importante de una película no es lo que se cuente, sino como. Y es en eso en lo que Kurosawa se luce, en las tres partes en que podríamos dividir la película.

Toda la primera parte de la película nos muestra el intento de los campesinos de reclutar los samurais, y se sirve de acciones para exponer el carácter de los personajes. Una de las mejores secuencias de esta parte es en la que nos presenta al que luego será líder de la banda de samurais, al que da vida Takashi Shimura, que es capaz de afeitarse la cabeza para ocultar que es samurai y así poder rescatar a un niño secuestrado por un ladrón desesperado. Además este secuencia es muy llamativa por el suso que se hace de la elipsis, ya que no vemos el enfrentamiento, y de la cámara lenta, algo a lo que ahora estamos muy acostumbrados, fue muy rompedora en ese momento. También es inolvidable el momento que os dejo a continuación, la presentación del guerrero interpretado por Seiji Miyaguchi, todo un prototipo para los héroes de rostro impasible que luego interpretarían Bronson, Eastwood, Marvin y demás. Y por supuesto, todas las intervenciones del gran Toshiro Mifune.


La segunda parte de la película nos cuenta los preparativos de la batalla y el adiestramiento de los campesinos por los samurais, lo que permite indagar en la personalidad de la mayoría de los personajes y establecer conflictos personales y sexuales. De este bloque lo que más llama la atención es la imagen tan poco favorecedora que da de los aldeanos. Son mostrados como seres cobardes, egoístas y, sobre todo desconfiados ante la llegada de extraños, siendo capaces de no salir a dar la bienvenida a sus supuestos salvadores, o de esconder armas que les podrían servir en la batalla por el miedo a perderlas. Es muy llamativa la secuencia, en la que un campesino va en busca de su hija mientras se esta peinando para raparle la cabeza para que parezca un hombre y esconderla, todo ello contado de tal manera que desprende una ambiente bastante perturbador y malsano, con mucha sexualidad reprimida, que hace que la secuencia parezca un intento de asesinato más que un intento de proteger a un ser querido. Un panorama desolador.


Por ultimo, estaría el plato fuerte de la película, todo el tramo en el que se narra la batalla. Es aquí donde todo los conflictos, además de la contienda, que se han ido fraguando a lo largo de la película, eclosionan. El enfrentamiento, al contrario de lo que se hace hoy en día en el cine de acción en el que todo se resuelve en una única batalla más grande que la vida, se va planteando como una serie de escaramuzas. Aquí hay grandes momentos como el enfrentamiento que sucede bajo la lluvia, las incursiones solitarias de dos de los samurais para capturar los rifles (que están narradas cada una acorde con el carácter del personaje que la lleva a cabo: una de ellas mediante elipsis y silencio, y otra contada de forma más escandalosa y humorística). Pero la brillantez no está solo en las secuencias de batalla, sino que tenemos la culminación sexual a un romance prohibido, que sucede en un granero oscuro en plena noche, y que es iluminada por las llamas de un fuego cercano, remarcando así la pasión y la violencia que implica ese momento. Y como no, el desencantado final, que incide en el destino irremediable de los samurais: su vida esta abocada a la muerte y a la soledad.
Para los que no conozcan la película y les eche para atrás el miedo a que se trate de una obra lenta, con ese ritmo pausado y moroso tan frecuente en el cine oriental, advertir que no es así en absoluto. A Kurosawa se le atacó muchas veces por ser el un realizador demasiado occidental, sobre todo, al principio de su carrera. Y la verdad es que esta película se acerca más al western que al cine de samurais. Esto se nota no solo en la realización, con muchas travellings que chocan con el típico estatismo del cine nipón y que le acercan a Kurosawa a su admirado John Ford, y tambien en otros detalles como la música, que podría haber formado parte de cualquier cinta del oeste de la época. Aunque todo ese punto ceremonial japones ese nota en todos los momentos que preceden a un enfrentamiento, que se alargan mucho, generando tensión y anticipando la violencia.
La película fue un exitazo de taquilla mantienendose como la cinta japonesa de más éxito de todos los tiempos durante bastantes años. Además logró entre otros, el León de Plata en el Festival de Venecia de 1954 para Kurosawa.
La influencia de "Los siete samurais" es tremenda, empezando por el estupendo remake que dirigió John Sturges "Los siete magníficos", y siguiendo a películas como "Doce del patíbulo", todos los spaghetti-westerns de Sergio Leone, y así hasta llegar a cintas modernas como "Ocean´s Eleven" o "Bichos. Una historia en miniatura", pasando por la mísmisima serie de "El equipo A" que cada capítulo (que pedazo de guionistas tenía esta serie, y lo que nos gustaba...), se dedicó a repetir el esquema de la película.
Es una pena que la edición que se puede adquirir en Europa, a pesar de haber recuperado la versión integra de la película de 190 minutos, sea en DVD y sin remasterizar, que por momentos hace difícil disfrutar de algunas secuencias, sobre todo las nocturnas. Tampoco el doblaje que tiene está muy allá, pero como hablan poco, no da mucha pereza verla en versión original subtitulada. A ver si algún día se animan a sacar un Blu-Ray remasterizado, como ya hizo en USA la exquisita Criterion.
Una gran película que todo el mundo que ame el cine de aventuras debería ver, y un acercamiento estupendo para ir adentrandose en la rica obra de Kurosawa. Como despedida, el trailer:

7 comentarios:

  1. Los siete samurais y El equipo A, dos grandes monumentos audiovisuales que llevarnos a la tumba.

    saludos

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  2. Si me han de enterrar con una de las dos, casí que prefiero "Los siete samurais", aunque hay que reconcer que El equipo A (la serie y la película) siempre mantendrán su encanto...
    Saludos y bienvenido

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  3. Aunque no exista el blu ray en castellano, siempre te puedes hacer con los montajes que pululan por la red con el video del bluray y el audio del dvd

    No se si se puede pero aquí dejo el enlace

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    1. Gracias por el consejo, pero voy a eliminar el enlace, ya que creo que la mejor manera de ver la película, siempre que este disponible, claro es hacerlo de manera legal. Un saludo y bienvenido

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  5. Pero los siete magnificos y los siete samurais son películas distintas

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    1. Desde luego que son películas distintas, y con una gran diferencia de calidad, además. Yo me quedo por muchísima distancia el original de Kurosawa.

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