sábado, 12 de julio de 2014

Películas para ocasiones (V.II): "Tropa de élite 2".



Como me gustó la primera parte, a dos días de que acabe el Mundial de futbol, aprovecho la ocasión para dar por cerrado deste díptico brasileño que me ha dejado bastante buen sabor de boca.


Han pasado unos 10 años de lo que se narraba en la primera película, pero la situación no ha mejorado mucho. A pesar de los intentos por abandonarlo y llevar una vida más tranquila, el policía Nascimento sigue estando al frente del BOPE, el comando de operaciones especiales de la policía de Rio de Janeiro. A consecuencia de una misión exitosa pero polémica para reprimir un motin carcelario, Nascimento se verá apartado del BOPE, y reubicado en un puesto de la inteligencia de la policía. Y será en este puesto cuando descubra que el sistema está aun más podrido cuanto más se sube en el escalafón.

Lo primero que hay que dejar claro es que, esta película, aun manteniendo bastantes conexiones con la primera "Tropa de Élite" (de hecho yo diría que es necesario haberla visto para entender esta continuación), es bastante distinta a ella. Si en aquella nos encontrabamos con una historia más coral que buscaba ofrecer un retrato del crimen en la favela, en este caso lo que se busca narrar es la lucha de un hombre contra la corrupción del sistema. Para establecer un simil: si la primera seguía la senda de "Traffic" o "Syriana", aquí estaríamos más cerca del cine de Michael Mann con "El dilema" y "Heat" como referencia. Y es que la sombra del director de Chicago se proyecta muy alargada sobre esta "Tropa de Elite 2".

Al igual que las mejores películas de Mann, esta protagonizado por un hombre de extrema profesionalidad que lucha contra el sistema por lo que el cree que es justo. Divorciado de su mujer y con una relación no tan buena como el querría con su hijo ya adolescente, su trabajo es el centro de su vida. Secuencias como aquella en la que llega a su casa, que en la anterior entrega veíamos ocupada por su hijo y su mujer, y en la que ahora todo se ve vacio y aséptico, son una buena muestra de ello. Pero la historia no queda solo en eso ni tampoco en una mera fotocopia de la primera. En lugar de ceñirse a la corrupción de la favela, aquí la fotografía de la corrupción se amplia para mostrar sus ramificaciones hasta los más altos estamentos, tanto políticos como policiales. Si que tengo que decir que aquí en algún momento bordea la parodia a la hora de presentar a algunos políticos, pero luego si uno piensa en las actuaciones de algunos presidentes de Latinoamerica como Chavez o Kischner, o en los bochornosos circos políticos que se montan aquí en España, pues  casi que termina resultando creible...

Y en lo relativo a la puesta en escena también se siente la influencia del realizador de "Alí". Hay varios momentos que podían estar sacados de "Corrupción en Miami" o "Heat". El aspecto visual se aleja del tono de reportaje de la primera entrega y se torna más estilizada. No sé si se debera a haber contado con más medios o a un cambio de intención del realizador, o a las dos cosas, pero aunque hay algo de la inmediatez que había en la primera entrega, se trabaja más el suspense y el montaje es más reposado. Hay buenas secuencias de tensión, como la operación para sofocar el motín en la prisión que abre la cinta, que aprovecha muy bien los
monitores de vigilancia para aumentar la tensión, o la misión en la que se acaba con la última favela que no estaba bajo el control de los policías corruptos. Pero si algo llama la atención es el tratamiento de la violencia. Si en "Tropa de Elite" los asesinatos eran todos bastante descarnados y captados con una cámara más nerviosa, aquí las muertes se muestran de manera más frontal y desapasionada. La violencia deja de ser un acto impulsivo para volverse casi un trámite burocrático, lo que la hace más terrorífica, como esa secuencia en la que dos sicarios de la milicia policial corrupta arrancan los dientes del cadaver calcinado de una periodista para evitar que sea reconocido: la actitud de los pistoleros es la misma que tendrían unos funcionarios municipales mientras riegan parque públicos o reparan el asfalto... Impresionante.

En fin, una buena película, que quizás carece de la frescura de la primera, pero que lo suple con un guión y una puesta en escena más elaboradas. No se me ocurre mejor elogio para estas dos pelícuals que decír que me han gustado tanto como para atreverme a ver el remake de "Robocop" que estrenó este año Jose Padilha. Y eso son palabras mayores viniendo de un defensor a ultranza de Verhoeven, que para más inri, padeció recientemente el infame remake de "Desafío total". Con eso lo digo todo.


2 comentarios:

  1. Veo que cumples tus promesas, ja, ja. Pues si la comparas con "Heat" (nada menos), va a haber que verla. La verdad es que tal y como está a punto de terminar el mundial para el país brasileño (todavía le puede quedar otro mal trago, que gane Argentina la copa), en lo deportivo, económico y social, el mundo violento de "Tropa de élite" tiene más protagonismo que el que se desearía.
    Saludos.

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    1. Las amenazas hay que cumplirlas siempre, que sino pierden su valor. Más que a "Heat" (que a ratos también), me recordó a la manera de rodar que se gasta Mann: seca, violenta y escueta.
      Y si que es cierto que no pierde nada de vigencia tal y como está el tema. Y como ha quedado lo del Mundial...
      Saludos

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