jueves, 23 de agosto de 2012

Recuperando clásicos (IV): "La Red Social"



Pues puede que alguno le suene a sacrilegio, pero para los aquí firmantes esta es un clásico en toda regla aunque solo tenga dos años, y como hace unos días la volvimos a ver y maravillarnos, vamos a comentarla aquí.

Por si alguien no la ha visto, esta película dirigida por David Fincher (probablemente el director más interesante surgido en los últimos 20 años, una mezcla de Welles y Kubrick), nos cuenta la historia detrás de uno de los inventos más exitosos de lo que va de siglo, el dichoso Facebook, y sus creadores: Mark Zuckerberg, Eduardo Saverin y Sean Parker. En principio, no es una historia que atraiga especialmente, pero claro si tiene detras al realizador de, entre otras, "El club de la lucha" (otra que caerá por aquí tarde o temprano...), pues claro no había que dejarla escapar. Y menos mal que no lo hice. Menudo peliculón. Lo que podría haber sido un telefilm de los que se ven para echarse la siesta después de comer, se convierte por obra de Fincher y todo su equipo técnico y artístico, y por los excelentes diálogos de Aaron Sorkin, en una obra maestra, que reflexiona de manera fascinante sobre la amistad, la ambición, la avaricia, la soledad y la traición.




Ya desde el primer momento, la cinta nos golpea con uno de los mejores inicios vistos en mucho tiempo. Lo primero es una secuencia de dialogo: nos muestra la cita de Zuckerberg y su novia, con la que ha quedado para tomar algo, y que acabará con la ruptura entre ambos. Una secuencia de unos cinco minutos, que traslada la dinámica de un chat a una conversación real, en la que tenemos por lo menos 30 posiciones de cámara. Tras esto el protagonista vuelve a casa enrabietado, y tras poner a parir a su ya ex en su blog, se dedica a hackear varios ficheros del campus en el que estudia, para generar una web de comparación de las chicas del campus. Todo esto estando medio borracho. Y mientras, se nos va intercalando una secuencia en la que se ve una fiesta bastante salvaje en uno de los exclusivos clubs en los que Zuckerberg nunca será aceptado, ya que es un mundo que no es el suyo y al que nunca pertenecerá. Hasta que el eco de la web recien creada se extiende por el campus como un reguero de pólvora, y llega hasta la fiesta, pasando a se ser la web en el centro de atención de todo la universidad. Se acabó la fiesta, Internet ha desplazado al mundo real. A continuación se produce un salto temporal que nos muestra las dos sesiones de declaración relacionadas con sendas demandas a las que tiene que hacer frente el protagonista. Esta narración en tres tiempos se mantendrá a lo largo de la película, sin que en ningún resulte confuso gracias a la magistral labor de montaje.
Con este inicio el realizador nos muestra muchas cosas en poco tiempo. En primer lugar, el dialogo retrata de manera rápida y concisa al protagonista, demostrando su brillantez, pero también su egocentrismo, sus inseguridades, además una incapacidad manifiesta para relacionarse con la gente, aunque sea gente que ama. Y el montaje paralelo de la fiesta del club no es en absoluto gratuito. Es una manera genial de mostrar como lo que ocurre en la red va acabar imponiendose a la realidad, adelantandonos así el destino de su protagonista, que no forma parte de la élite selecta, pero mientras esta se mira el ombligo en fiestas, él va a irrumpir en su mundo, convirtiendose en una gurú gracias a su inteligencia y creatividad. Todo esto en diez minutos.


Esta genial secuencia va a ser solo una de los momentos en los que la película nos deje apabullados. Hay otras muchas fascinantes: la primera reunión con Sean Parker en Nueva York, en la cual se demuestra lo mucho que depende un actor, en este caso Justin Timberlake, de lo bien que lo dirijan, (y si no, mirad "In Time", en la que lo hace de culo...); el ataque de celos de la novia de Eduardo Saverin; la última secuencia, que al igual de que "Ciudadano Kane", desvela el anhelo más intimo de su protagonista, dejando claro cual ha sido el motivo de la creación de Facebook; o la espectacular competición de remo, una delicia audiovisual, con un montaje y un uso del desenfocado selectivo fascinante y la versión que realizan Atticus Ross y Trent Reznor de la famosa pieza "En la gruta del rey de la montaña" de fondo, que establece un paralelismo entre el resultado en la competición deportiva con el resultado en la carrera por elaborar una red social que mantienen los remeros-empresarios con Zuckerberg:




Y esta es solo una parte de las bondades de la cinta. No cuento más cosas para no destriparla al que no la haya visto, pero si hay alguien que ame el buen cine que no lo ha hecho, que no pierda el tiempo y que le dedique un rato ya mismo.
La película recibió ocho nominaciones a los Oscars, ente ellas película y director, pero quedó eclipsada por "El discurso del rey", que no es que sea una mala película, pero no llega a la altura de la que hoy nos ocupa, teniendo que conformarse con premios (merecidísimos) al mejor montaje, mejor banda sonora y mejor guión. David Fincher tendrá que seguir esperando para lograr su reconocimiento por parte de la industria.
Por cierto, en alguna ocasión se ha podido leer por ahí que Fincher estaría intentando realizar una nueva versión de la novela de Julio Verne "20.000 leguas de viaje submarino", que el director ha definido como "una película gigante de ciencia-ficción oscura steampunk, con un espíritu cercano a "El imperio contraataca" ". Se me hace la boca agua pensando lo que este realizador podría hacer con semejante material, para el que esto escribe la mejor novela de Verne, y que esta lleno de aventura, apuntes ecologistas y una visión bastante pesimista del ser humano. Crucemos los dedos...
Os dejo con uno de los estupendos trailers de "La Red Social", con una versión de la famosísima canción de Radiohead "Creep", tema que habla de la necesidad de pertenencia, probablemente, uno de los motivos del triunfo de Facebook. Insisto, no espereis más para verla.


6 comentarios:

  1. Me gustan mucho las formas de La red social, pero no me interesa nada el fondo. Seguro que ese proyecto de 20.000 leguas de viaje submarino me convence más. La clásica está entretenidísima; Fincher puede hacer algo interesante. Calidad cinematográfica no le falta.

    Un saludo, León. Buena entrada.

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  2. Hola Javier:
    Si por fondo te refieres a la creación del Facebook, como ya digo en la entrada como que no me pongo a dar palmas, pero dado que sirve para radiogafíar la conducta humana de una manera tan certera, pues me tengo que achantar y reconocer que una historia fascinante puede estar escondida en cualquier sitio...
    Habrá que empezar a encender velitas para ver si se materializa lo de 20000 leguas. Y cierto que la clásica es genial. Formo parte de mi memoria cinefila: siempre que pienso en un marinero me viene a la mente Kirk Douglas
    Un saludo

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  3. Es cierto que está bien desarrollada y que refleja con claridad y precisión las conductas que se dan en un caso en el que hay traición de una amistad, ambición, deseo de poder y demás; pero a mí no me parece que den mucho juego las relaciones que se establecen. ¿Matices?: los justos, según lo veo yo. ¿Claroscuros morales?: Lo mismo, y con esto no digo que sean personajes planos, no, ni mucho menos, son personajes que dan el juego justo. Una vez establecidas las bases para desarrollar lo que acontece, el proceso se desarrolla sin que ocurra nada especial o que no dejes de esperar. Tiene algunas cosas originales, pero nada que haga cambiar lo que a mi me parece bastante previsible. Con todo esto quiero decir que hay una simpleza en esas relaciones, nada nuevo que no viéramos antes, incluso en una peli de sobremesa más torpemente narrada y sin ningún otro atractivo desde lo puramente cinematográfico. Lo especial no se lo encuentro.
    A pesar de todo también hay que decir que toda esa previsibilidad que nace de lo simple, y de la experiencia vital que tenemos todos, no deja de ser auténtica, nada falseada, muy bien tratada, y como muy bien dices incluso en un contexto como el que nos encontramos se puede sacar agua del pozo, aunque el pozo no tenga demasiada, y agua de calidad, eso no lo niego...

    No sé, igual la vi en un momento en el que se me escaparon cosas y no supe valorarla en su justa medida, o que no era el momento, pero en general no me convenció demasiado.

    Un saludo, León, y perdona por esta pequeña discrepancia, rollo metido incluido :-P

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  4. Recuerdo que esta película me costó mucho, mucho, mucho decirme a verla, hasta que un día me animé.
    La verdad es que se nota el buen hacer de un gran director como Fincher y un guionista como Aaron Sorkin, que convierten una historia tan, aparentemente, poco atractiva como lo es el origen de Facebook, en algo maravilloso, además de entretener al espectador desde el minuto 1.

    Por cierto, si te apetece pasarte por mi blog, estás invitado :)
    http://motivosparalevantarse.blogspot.com.es/

    un saludo!!

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  5. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  6. J. Simpson:
    Me alegro de que te hayas tomado el tiempo por expresar tus motivos. Creo que las discrepancias estan bien, y más cuando se argumentan como tu lo has hecho. Yo no echo a faltar esa profundidad en las relaciones, ya que si algo queda claro en la película es la nula capacidad de los personajes para comunicarse entre ellos: son incapaces de comunicarse y mostrar aprecio a otras personas, como muestran todas las conversaciones entre Zuckerberg y Saverin a partir del momento que este entra en el final club.
    Como bien dices diversidad de opiniones.
    A mí me pasa la mismo, con, por ejemplo "Camino a la Perdición", reconozco sus méritos, pero nunca ha llegado a emocionarme. Hay entran los gustos de cada uno.
    Gonzo:
    Muy buena pinta tu blog. Le dedicaré un tiempo a bucear en el con más detenimiento.
    Saludos a los dos

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