sábado, 16 de mayo de 2020

Cine en random (XVII): "La hora incógnita"

Una ciudad española es evacuada por que sobreviene una catástrofe. Pese a las advertencias de las autoridades, una puñado de personas, por los motivos más diversos se quedan en ella.

Esto nos está haciendo vivir situaciones inimaginadas: colas en los supermercados, gente con mascarilla por la calle, vivir en un país lleno de expertos epidemiólogos... Pero casi igual de raro me parece la situación en la que me  encontré viendo esta película: era el día de las fiestas patronales de mi ciudad y me encontré un vacío y silencio sepulcral en las calles, mientras yo me dedicaba a ver una película española apocalíptica ¿¿?? del año 1963 ¿¿¿?? dirigica y escrita (bastante bien, además), por, atención, ¿¿¿¿Mariano Ozores???? Desde luego, esta nueva normalidad nunca la hubiera imaginado ni en mis sueños más bizarros.

Por que sí, el autor de obra como "Los energéticos", o "Jet Marbella Set", que en el mejor de los casos lograba películas zafias, pero que hacían reir, o el peor abominaciones sonrojantes, en los inicio de su carrera dirigió una película que no hubiera desentonado un ápice en un capítulo de "The Twilight Zone" o "Historias para no dormir" del añorado Chicho Ibañez Serrador. Así, al igual que muchos de aquellos episodios, parte de una premisa fantástica para llevarla al ámbito de lo íntimo y desarrollar sus consecuencias de la vida diaria de los que la sufren, y en ocasiones (las mejores), como en esta película, aprovechar para hacer un acertado retrato de la sociedad española de la época. Por otra parte, con "The Twilight Zone" también le emparenta, el temor nuclear que presidió toda la Guerra Fría, que servía de contexto para muchas de aquellas historias.

Así Ozores articula un retrato coral en el que los que se quedan atrás son la gente, que por un motivo u otro, ya habían sido dejados atrás por la sociedad: un borrachín (excelentemente interpretado por ese grandísimo e infravalorado actor que fue Jose Luis Ozores...), un ladrón, una pareja de amantes infieles, un prófugo de la ley, una prostituta... Como se puede ver, no se le puede negar la valentía al realizador para articular un relato que amparado en el ser una película de género, muestra los parias de la sociedad de entonces, cosa, no olvidemos harto difícil en el franquismo de 1963, año de realización de la cinta. Si que es cierto que todo lo revierte de una pátina de humor y ternura para hacer más digerible y menos sórdido y no carga las tintas ni contra el policía ni contra el sacerdore, pero aun así consigue colar cosas tan venenosas como la pareja de desagradables viejas cotillas, capaces de jugarse la vida para poder meterse en las casas de sus vecinas y amigas y dejar al aire sus vergüenzas, o el personaje más desagradable de todos: el dueño de unos grandes almacenes, que se rebela como el más amargado cobarde y despiadado de todos ellos pese a ser el que mejor consideración social tiene. Todo estos personajes además de estar bastante bien escritos, funcionan bien por la estupenda labor de todos los actores: además del citado Jose Luis Ozores encontramos entre otros muchos a Fernando Rey o Emma Penella, todos ellos ajustadísimos.

En cuanto a la realización, pues también está bastante bien. Sin alcanzar los niveles magistrales del citado Ibañez Serrador o de, por ejemplo, Antonio Mercero en "La cabina", por citar dos ejemplos de cine fantástico español coetaneo, Ozores se las arregla bien para que la historia no tenga instantes muertos y avance rápido. Probablemente la mejor escena sea la secuencia inicial, en la que se muestra un tren que abandona una estación cargado de gente por un motivo que desconocemos, para a continuación mostrarnos como la ciudad se va vaciando mientras patrullan por ella vehículos del ejército, todo ello a ritmo de la tensa banda sonora de Adolfo Waitzman, de inspiración jazzistica. Aunque esta secuencia sea probablemente la mejor, eso no quita para que haya más momentos interesantes repartidos por el resto de la cinta, que adelantan las adaptaciones fílmicas del "Soy leyenda" de Matheson como el momento de los maniquís, o el interesante uso que hace del suspense, con esos relojes que avanzan inexorablemente, en el tramo final, con el intento desesperado de los personajes por salvar su vida. Y si bien es cierto que el dinero no sobra en esta cinta y no hay un solo plano con efectos especiales, hay que reconocer que sabe optimizar los recursos que tiene (en este caso la ciudad de Alcalá de Henares, que imagino que sería más fácil de vaciar que Madrid u otra capital...) y logra una ambientación sin muchos alardes, pero muy resultona, bien envuelta además por la fotografía en blanco y negro de Godofredo Pacheco. Y ahora que hablo de presupuestos, añadir a modo anecdótico que la película tuvo un presupuesto medio-alto para la época de 4 millones de pesetas, pero pese a eso fracasó, hundiendo la productora que Mariano Ozores había montado con sus hermanos, y haciendo que a partir de ese momento decidiera dedicarse solo a hacer películas por encargo. Y, tristemente, a la vista de lo que esta película demuestra que era capaz, lo cumplió.

Toda una curiosidad, y una película bastante interesante. Os la deja a continuación el estupendo trailer que le hicieron hace uno años para que os terminen de entrar las ganas de verla.

4 comentarios:

  1. Voy a intentar ver esta película pues debía ser toda una "rara avis para la época, y con el clan Ozores... imagino que se trata de un film maldito pues no creo que tuviera mucho éxito de público. Yo también durante este confinamiento he visto otra rareza del cine español "El sonido de la muerte", un monstruo antidiluviano persiguiendo a José Bodalo y Ingrid Pitt.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. Pues yo no había oído hablar de ella hasta hace poco en un podcast, pero si que es cierto que empieza a tener cierto estatus de culto. Y creo que se lo merece. Espero que la disfrutes. Si no la encuentras dimelo y te la puedo hacer llegar. Tomo nota de ese "el sonido de la muerte" que comentas, que tiene buena pinta.
      Un saludo

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  2. ¡Ah! es un monstruo prehistórico y además invisible, con un grito que mata. Es de 1966.
    Borgo.

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