En plena campaña recuperación, el otro día le tocó el turno a "Elena", interesante película rusa dirigida por Andrey Zvyagintsev, que tras leer unas cuantas críticas elogiosas, tenía bastantes ganas de ver. Y la verdad es que, a pesar de no ser una película fácil, si que me ha resultado interesante.
Esta obra aunque tiene ciertos apuntes de thriller, es basicamente un retrato de la sociedad rusa contemporánea. Para ello, y aquí esta el mayor mérito de la película, en lugar de tirar por el modelo discursivo, que es algo que tristemente suele ocurrir en este tipo de cine, opta por narrarnos la historia mediante imágenes, metáforas visuales y asociaciones del montaje.
Ya al principio la película empieza con una secuencia en la que se nos describe el nivel de vida y la relación matrimonial que gastan Elena y Vladimir: la casa donde viven es un prodigio de orden, espacio, minimalismo y lujo; además duermen en distintas habitaciones, y antes de que él se levante, ella ha madrugado y se ha encargado de tener todo a su gusto. Mas que una esposa, parece una asistenta. Nunca estarán igualados, ni en a nivel económico ni social. La presentación de la casa de el hijo de Elena choca abiertamente con esta: si al salir de su casa la protagonista saluda al portero, al llegar a casa de su hijo, a quienes saluda en la entrada es a unos adolescentes emborrachándose (entre los que más tarde veremos a su nieto, al que no parece que le importe mucho que su abuela luche por llevar a la universidad), y la casa es pequeña y practicamente no cabe nada más aparte de él, su mujer, el hijo adolescente y un bebe. Otros interesantes apuntes visuales son el viaje al gimnasio de Vladimir a bordo de su lujoso coche y su actitud una vez allí, lanzando miradas furtivas de deseo a un mujer madura pero atractiva; lujuria que posteriormente marcara su destino de manera fatal. O como tras abandonar Vladimir la habitación de un hospital, que segun se nos dice es la más lujosa de todo el complejo, se muestra durante unos segundos la labor de una enfermera recociendo toda su habitación. Da igual donde se encuentre Vladimir, su dinero y poder siempre van a lograr que haya alguien encargado de que el no tenga nada que hacer. Mención aparte merece la secuencia del crimen, larga y tensa, mostrando los preparativos, la ejecución y las consecuencias.
Como ya he comentado antes, dado que la película quiere ser un reflejo de la realidad rusa actual, cada personaje vendría a simbolizar una de sus etapas de su vida reciente: Vladimir, antiguo alto cargo comunista, que tras la caída del socialismo ha seguido ocupando una posición de privilegio, en la que se permite opinar y decidir sobre la vida de los que le rodean, sin que esto le suponga ningún quebradero de cabeza, ya que lleva toda la vida haciendolo; Elena vendría a simbolizar la clase trabajadora a la que la Perestroika prometió una mejor vida, promesa que no se ha cumplido, ya que el poder sigue estando en manos de los mismos que lo tenían, dedicandose la clase obrera como ella a hacerles la vida más facil; los hijos Sergei y Katya muestran la Rusia actual, descreida, y sin compromiso alguno con nada, que busca vivir haciendo lo mínimo posible (y a ser posible a costa de otros); y por último, los nietos de Elena, con el mayor de ellos, que representa el esfuerzo de ella para que la familia mejore, sin más interes que colocarse y pelearse con gente, y con el pequeño, que no recibe la atención necesaria para intentar cambiar esta sociedad viciada que parece perpetuarse. Pocas veces he visto una visión tan demoledera de la sociedad moderna.
En definitiva, una película, que gano entre otros premios en Cannes el pasado año, un tanto ardua y que exige implicación e interés del espectador, pero llena de ideas interesantes (por si alguien quiere leer más sobre ella, que se pase por la excelente entrada que le dedicó Manué en su muy interesante blog el cine que me gusta). Os dejo con el trailer:
Muchas gracias por los elogios y por el enlace.
ResponderEliminarMuy buena también tu entrada, empezando por el título. No había reparado en el hecho de que el viejo provenga del comunismo y siga décadas después en la clase acomodada, eso le da al relato un grado de pesimismo adicional que me encanta.
Aunque, como dices, es algo exigente con el público, el esfuerzo vale la pena.
Los elogios son del todo merecido: tu analisis de la película es muy interesante y más trabajado que el mio. En cuanto a lo del viejo, eso suele ser cierto en casi todas las sociedades: hay oligarquias que siempre, pase lo que pase, van a tener su parcela de poder. En este caso escuece más, ya que se ve como el toma decisiones a la ligera sin tener en cuenta las consecuencias, y sin siquiera sentir remordimientos sobre si habra obrado bien, lo que demuestra que lo lleva haciendo mucho tiempo...
EliminarUn saludo y gracias por colaborar.
No la he visto, pero después de leer ganas dan de ver algo distinto y con fuerza dramática. Te agradezco que recuperes un film que de otro modo pasaría casi desapercibido entre los grandes estrenos. Saludos
ResponderEliminarNo creo que te arrepientas de verla, pero ten la precaución de verla un día que estes descansado, ya que es una película densa y que requiere bastante atención. Ya nos dirás si te animas.
EliminarSaludos y gracias por colaborar.
Para mi es una de las películas del año, sin duda. Zvyagintsev es el rey del simbolismo y aunque no llega a las cotas de El regreso (si no la has visto te la recomiendo, es muy buena), consigue una historia de misterio que gira sobre los mecanismos ocultos en la herencia paterno filial, no sólo en su sentido más físico. Muy buena. Saludos!
ResponderEliminarSi que esta interesante la peli, sí. Mientras preparaba la entrada he estado leyendo cosas sobre él y por todos los sitios ponía maravillas sobre "El regreso", así que probablemente le dedique un rato. Eso sí, un día con ganas, que seguro es una tan exifente como "Elena".
EliminarSaludos y gracias por colaborar.
No sé por qué, pero, algo me ha recordado a “La Madre”. Una gran película en la que descubrí el talento interpretativo de D. Grey.
ResponderEliminarNo la he visto… Me fio de ti, intentaré pillarla de algún sitio y te diré. Gracias por la recomendación. Saludos, Ann@
Pues lamento decirte que no he visto "La Madre", así que no te puedo confirmar tus impresiones. Me la apunto. Si te animas a ver "Elena", ya contaras que tal. Saludos
EliminarMuy buena entrada. La dificultad de verla se establece al principio la larga secuencia de la ventana de la casa, tomada desde un árbol del exterior. No durará más de dos minutos, pero a más de uno seguro que le hizo cambiar de canal, ja, ja. Y es una pena. Más adelante la película dará todas las explicaciones pertinentes pero esa forma de establecer unas reglas narrativas, de cómo se va a ir descubriendo la trama, es fantásticas. Gran cine. Después de leer tu entrada me doy cuenta de que también hay un componente religioso (la vela en la iglesia, el apagón, el momento de justicia divina que casi llega a producirse en el descampando donde se pelean los grupos de jóvenes) que no hubiera estado nada mal destacar. Muchas lecturas en esta película, de esas de las que siguen dando vueltas en tu cabeza días después. Saludos.
ResponderEliminarNo es el tipo del cine que más me llame, pero desde luego es una gran película, y crece en la memoria con el paso del tiempo. Aun no la he revisado, pero creo que va a ser de esas que ganan al repetir, porque su complejidad y capacidad de sugestión permiten un gran número de lecturas.
EliminarGracias por los elogios y vuelve pronto por aquí.
Saludos