jueves, 26 de septiembre de 2013

Y la sangre dejó de salpicar


Pues “Dexter” llegó a su fín. Y a la vista de los resultados, le ha costado demasiado, ya que se trata de uno de esos casos en los que han estrujado la teta hasta no dejar ni gota de leche. Cuanto mejor si hubiera acabado en la 4ª temporada…

A partir de aquí, el que no haya visto la serie hasta el final, que no siga, ya que voy  a hablar de toda la trama.

Pues la sensación que deja la serie es de decepción. Y fíjate que empezó bien la cosa. Durante las cuatro primeras temporadas, las serie solo hacía que mejorar a todos los niveles, descubriendo facetas del personaje en su proceso de humanización y enfrentándole en cada temporada a antagonistas fascinantes, que le hacía crecer como persona (bueno, como personaje…): en la primera se enfrentó a su hermano, reverso oscuro de lo que él podía haber sido de no haber caído en manos de su padre; en la segunda encontró el amor y la pasión, el resto de sus relaciones habían sido tapaderas ,y se mostró ante alguien como realmente era (aunque obviamente le salió rana…); en la tercera tuvo su primera relación de amistad, que también acabaría como el Rosario de la Aurora; y en la cuarta se convirtió en un padre de familia, a la vez que vio que era aquello en lo que se podía convertir. Hasta aquí nada que objetar. La serie seguía mejorando, el personaje se iba humanizando, y solo el cielo parecía al límite. Lo que no sabíamos entonces es que ya habíamos visto lo mejor de la serie, y que el final de la cuarta temporada hubiera sido el broche de oro para la historia.


A partir de aquí, los creadores, guionistas, showrunners o como queramos llamarlo, no se sabe si por vagancia, por falta de talento o simplemente por que la cosa no daba para más, dejando a la serie avanzar por inercia y por el reciclado de ideas que ya habían dado lo que tenían que dar. En la quinta retomaron la idea de la segunda temporada, cambiando detalles, pero sin aportar nada nuevo. En la sexta cogieron la faceta espiritual del personaje, para acabar convirtiéndose en un psico-thriller de la peor calaña, con desdoblamiento de personalidad incluido, y cambiaron el tono de la serie y el personaje, que ha acabado convirtiéndose, como me dijo un amigo mío con muy buen criterio, “en un superhéroe”. En la séptima como no había un villano de fuste con el que enfrentar al protagonista, pues pusieron unos cuantos, creando varias tramas sin mucho interés, y con un final un tanto absurdo. Y con la octava, pues ha pasado más o menos lo mismo que en la séptima. Han apuntado ideas interesantes que no han llevado a nada y han acumulado un montón de sucesos en el último capítulo, que si se hubieran trabajado durante toda la temporada, no hubieran quedado mal del todo, pero que así amontonados dejan muy mala sensación. Lo más llamativo es lo relativo al destino de Debra, que tiene apuntes interesantes (como que Dexter se ponga la ropa de matar para llevar a cabo su eutanasia, o que la eche al mar donde están el resto de sus víctimas), pero que explicado en tan poco tiempo termina saturando al espectador y no genera ninguna emoción.

Y en cuanto al epílogo, con un Dexter barbudo (con una barba que parece que la han comprado en los chinos…) desterrado en un aserradero de Alaska o similares, me parece el peor que se les podía ocurrir. Uno de los motores de la serie ha sido que Dexter, a pesar suyo y de su falta de empatía, siempre terminaba entablando relaciones con la gente que le complicaban la vida: el no sentía nunca la necesidad de querer a nadie, pero se veía abocado a ello, terminaba teniendo relaciones y sentimientos (o sea problemas) aunque el no quisiera. En cualquier momento podría haber huido de todo y no lo hizo. Era más humano de lo que el pensaba… ¿Y ahora de repente resulta que puede vivir aislado tan ricamente? Si es un monstruo siempre lo será. Al igual que siempre será alguien que necesitará amar y ser amado. No podía haber cerrado la serie una imagen más desacertada.

Y aunque la serie ha seguido siendo más o menos entretenida, da pena mirar atrás y ver como se han desaprovechado ideas muy interesantes además quemándolas de la manera más tonta: el que Dexter tuviera que compatibilizar el cuidado de los tres hijos, que podría haber tenido mucha miga, se lo cargaron de un plumazo enviando a los hijastros con los abuelos; la posibilidad de que el hijo de Dexter se convirtiera en un psicópata la haber sufrido el mismo trauma que él, que se insinuó en algunos momentos y al final quedó en nada; el que Dexter su hubiera enfrentado a la religión también hubiera podido estar muy bien, y lo despacharon pasando por encima de todo aquello como si nada; la relación con su hermana también prometía mucho después de conocer su secreto y ha quedado en momentos totalmente sonrojantes en la octava temporada; o el jugoso apunte que se hace también en esta octava tanda de episodios  de que se hubiera formado una familia de psicópatas (con la Dra. Vogel a modo de matriarca, Dexter y Hannah como hijos y Alex como el continuador de la estirpe), que igualmente se lo ventilaron por la vía rápida…

Toda este desaprovechamiento es lo que me da rabia: Si yo que no soy guionista ni nada por el estilo, puedo ver que estas ideas dan para mucho, y nos hubieran podido ofrecer temporadas mucho más audaces y divertidas, ¿Porqué no lo hicieron los guionistas, que son profesionales y a los que les pagan por ello?


Siempre tendrá un hueco en mi corazón seriéfilo, por esas cuatro primeras y estupendas temporadas,  y por esos geniales títulos de crédito que os dejo como despedida (quizás se trate de los mejores títulos de crédito que el que firma ha visto: imposible ser más sofisticado, original y revelador en tan pocas imagenes) pero podría haber sido mejor. Mucho mejor.

12 comentarios:

  1. Ummm, no la he visto, así que me he tenido que quedar al principio de la entrada, jajaja. Por ahora quiero retomar ya de una vez Breaking Bad,, que me quedé en los primeros capítulos. Si es que llevo un atraso televisivo...

    Me la apunto para más adelante. Un abrazo.

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    1. Esta tiene unas cuatro primeras temporadas magníficas, pero desde luego te recomiendo que dediques tu tiempo a Breaking Bad, que está alcanzando la estratosfera.
      Un abrazo

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  2. No he visto la serie. Me la apunto por si algún día decido a verla. Por ahora estoy servida, ya que llevo varias series a la vez.

    Saludos!

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    1. La vida del seriefilo es muy dura, con tantos episodios cada semana. Si sacas un rato, echale un vistazo a las primeras cuatro temporadas, que están muy bien
      Saludos

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  3. Me enganché a esa serie que arrancó con fuerza pero fue perdiendo gas hasta llegar a un final decepcionante (¿será la moda Lost?) Sí, demasiadas temporadas. Hilando fino yo la hubiera dejado en las tres primeras.
    Saludos. Borgo.

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    1. A mí el final de Lost no me convenció como final de la serie, pero como capítulo, fue sin duda uno de los mejores de la serie. En esta no ha sido ni buen capítulo ni buen final. Yo también salvaría la cuarta, que con el tema de Trinity, es el culmen de todo lo que se nos ha ido enseñando.
      Saludos

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  4. Pues la verdad es que es una de las tantas series que han vivido recomendándome y sencillamente pues no tuve tiempo de verla. Sabía de su culminación así que en cuanto pueda trataré de echarle un vistazo a las temporadas.

    Saludos, Jorge!

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    1. No creo que te decepcione si te animas, aunque en el ecuador, la serie toca su punto máximo y a partir de ahí todo va para abajo.
      Saludos

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  5. me gusto Dexter pero no tanto
    como para seguirla a la serie
    tienes un blog fenomenal

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    1. La verdad es que con así vista con perspectiva no sé si debería haberla seguido hasta el final, pero los adictos a las series es lo que tenemos...
      Gracias por los elogios. En breve le dedicaremos un vistazo a tu blog también.
      Saludos

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  6. Aquí una fan total de Dexter. Es verdad que la serie languidece a partir de la cuarta temporada. Pero no me pareció tan horrible el final, ni tan incoherente como apuntáis muchos. No es descabellado que el personaje al fin se de cuenta de que algunas personas sí le importan y se harte de que les pasen cosas horribles por su culpa. Me gusta la idea de hasta aquí hemos llegado con el monstruo (aunque el monstruo puro y duro me encantaba también).
    Y el final abierto a lo "no lo matamos no sea que venga un guionista brillante y resucite la serie" me chifla. Sueño con ello :)

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    1. El problema no es que se de cuenta de que algunas personas si que le importan, el problema es que ese cambio se produzca de manera tan brusca y que nunca antes se hubiera insinuado en la serie que Dexter tenía remordimientos por matar a gente. Y lo del final de su hermana no hubiera estado mal si se hubieran tomado más capítulos para desarrollarlo. Tal y como está planteado para mí se queda forzada y poco creíble.
      Da pena que haya acabado así, pero siempre nos quedará la cuarta temporada para resarcirnos.
      Saludos y bienvenido

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