domingo, 7 de julio de 2013

Periodismo cinematográfico del bueno

La falta de valor de algunos editores y/o la vagancia de los lectores ibéricos, hace necesario que en ocasiones tengamos que dejar la pereza que da leer en inglés a un lado para encontrar libros como este “Gods and monsters”, de Peter Biskind.

Este autor, que cualquiera que se precie de disfrutar el cine debería conocer, hace unos años nos regaló dos de las crónicas más lúcidas que se han escrito sobre el cine americano moderno: “Moteros tranquilos, toros salvajes”, sobre la generación de autores que en los 70 cambio Hollywood para siempre Coppola, Scorsese, Spielberg, De Palma, Hasby, Hiller, Friedkin, Bogdanovich, Lucas; y “Sexo, mentiras y Hollywood” sobre el auge del cine independiente en general, y de Miramax y Sundance en particular. Pues tras bastante tiempo de esperar a que alguien se decidiera a publicar por aquí más trabajos suyos, me cansé y pedí que me los regalasen para las pasadas Navidades. Y por la magia de vichy tea cup y the book depository (no me pagan nada de verdad, es que esta página es la caña, de verdad...), y tras unos meses (demasiados) enfrascado en otros menesteres, por fin me he terminado el primero de ellos, una recopilación de artículos escritos a lo largo de los últimos 40 años que no tiene desperdicio.

Por su naturaleza compilatoria, encontramos artículos de lo más variado: se habla de la “La ley del silencio” y su carácter autobiográfico dentro de la vida de su realizador, Elia Kazan, en relación a la delación que hizo durante la Caza de Brujas de McCarthy; hay jugosas disgresiones sobre “El cazador” de Cimino, que es vista como una alegoría homosexual, algo que vista la vida posterior de su realizador, adquiere matices fascinantes; otros artículo habla sobre la lectura política de la primera trilogía de “Star Wars”, que es vista como anti-Guerra de Vietnam y anti-Nixon y a la par que ensalza el mundo oriental con personajes auténticamente zen, como Yoda; o de como las películas de Indiana Jones presentan un marcado tono colonialista; la carga política presente en las cintas de ciencia ficción producidas en los 50 y 60, y como las había de izquierdas, de derechas y centristas; y también reflexiona sobre el posicionamiento política que se puede encontrar en la crítica cinematográfica, sobre todo en el trabajo de dos de los críticos más importantes de EE.UU. junto con el recientemente fallecido Roger Ebert, Pauline Kael y Andrew Sarris.

Jon y Barbra: Este tio empezó de peluquero y llegó a directivo de estudio... Así nos va.
Y luego entrando en un ámbito más de cotilleo, hay jugosos artículos dedicados, entre otros, a: la vida y suicidio de Don Simpson, (responsable de algunas de las cosas más horteras que se hicieron en los 80); la complicada personalidad de Terrence Malick, sobre el que hay un estupendo artículo que habla de su vida en el tiempo que transcurrió entre “Dias de cielo” y “La delgada línea roja”… Aunque quizás los que más he disfrutado han sido los que hablan de dos agente míticos de dos épocas cruciales de Hollywood. El primero de ellos es Charles Feldman, que fue el hombre que gestionó la carrera de gente como Lauren Bacall, Howard Hawks o John Wayne y que inició el principio del fin de las condiciones leoninas que los estudios tenían sobre los interpretes. Y la otra es Sue Mengers, que gestionó la carrera de varios interpretes y directores durante la época dorada del “New Hollywood”: Robert Redford, Gene Hackman, Sidney Lumet, Brian De Palma, Paul Newman, Bob Fosse, y sobre todo, Barbra Streisand. Lo más jugoso de la historia es la relación que tuvo con esta última, en la que se explaya bastante, y que descubre cosas como que el, durante un tiempo, poderosísimo productor Jon Peters (“Batman”, “Rainman”, “Flashdance”) inició su carrera siendo ¡¡¡peluquero!!! Pero tuvo el ojo (y los arrestos, porque no decirlo...) de hacerse novio de la Streisand, y de ahí fíjate como medró el tío.
Fijaos como se relama ante el jugoso librito...
Los que no hayan leído a esta autor se sorprenderán por su estilo, capaz de tratar temas ciertamente espesos de manera muy ágil, aunando crítica cinematográfica, ensayo sociopolítico e irónico cotilleo de una manera inigualable. Hay que reconocer que de primeras, la manera tan política que tiene de encarar los temas resulta en ocasiones un tanto chocante por lo rebuscado de las conexiones que establece, pero se perdona si tenemos en cuenta que este hombre se formó culturalmente en los 60 donde todo tenía (o simplemente debía tener) un cariz político: el cine, la literatura, la música y hasta el amor y el sexo. Lo único malo que se puede decir del libro es que es una pena que el libro no incluya fotícos, ya que sería muy jugoso ver reflejados algunos de los momentos que refleja en esta obra.

En fin, un libro interesante para cualquier amante del cine y una oportunidad para leer buen periodismo cinematográfico, algo que se antoja cada vez más difícil, sobre todo si uno no se anima a leer en inglés, por que leer a día de hoy bastantes (alguna se salva…) de las revistas cinematográficas más celebres en español, es una  experiencia bastante ingrata. No se pero leyendo este libro me venía a la cabeza Joan Baez, así que aquí os dejo con la mítica canción que hizo con el maestro Morricone:

10 comentarios:

  1. Una recomendación muy al quite para la época veraniega. No lo he leído, por supuesto. Empero, intentaré localizarlo. Me parece que puede ser muy interesante. Gracias por la recomendación y feliz verano, amigos. Un abrazo, Anna

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si quieres hacerte con él pásate por thebookdepository, tardará en llegarte, pero si no te corre prisa, la verdad es que quedan a buen precio. Es un libro muy entretenido para leer en verano. Un abrazo y a disfrutar del estio.

      Eliminar
  2. Yo el verano pasado me leí el famoso "Moteros Tranquilos, Toros Salvajes" y la verdad es que disfruté muchísimo con esa crónica del cine de los 70. Además de contar los entresijos de tantos personajes interesantes, Biskind reflexiona muy bien sobre cómo fue el ascenso y destrucción del cine de autor estadounidense, que terminó devorado por la temeridad de algunos de sus propios integrantes y por la cultura cinematográfica de los años 80. Durante esa década esa generación prodigiosa rodó la mayor parte de lo que hoy llamamos clásicos contemporáneos.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Además del libro que comentas también es estupendo el que dedicó al auge del cine independiente, Sundance y Miramax. Yo me lo he leído varías veces. Si te gustó su estilo, este no te defraudará, aunque al ser una recopilación de artículos pierde el tono de novela que tenían sus dos trabajos más famosos.
      Un saludo

      Eliminar
  3. Los peluqueros y los taxistas deberían gobernar el mundo, porque si los oyes, todos ellos tienen las ideas muy claras sobre cómo arreglar las cosas. Por eso me alegro de que este señor diera un paso adelante y lograra triunfar en el cine. Si todos los peluqueros hicieran lo mismo igual llevaríamos un look más desastroso, pero el planeta sería un lugar mejor ;P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No se puede explicar mejor... Aunque yo no notaría la ausencia de unos ni de otros, ya que llevo el pelo bastante corto y por suerte puede ir a todos los sitios caminando. Así que por mí, que se dediquen todos al cine.

      Eliminar
  4. León, genial recordar los orígenes de uno: detallazo de post. Las cosas bien mamadas de la vieja facultad y otros buenos sitios, donde uno coqueteó con mil movidas. El gran Pet o "el puto Pet"; uno de los amos de la contracultura pop, trash, hippy, psicodelia, movie&etc. Nunca, nunca, nunca existira una época tan divertida y liberal como los años 60 y 70. Yo me tuve que conformar con los 80, rozé el punk. Creo que sigo siendo un punk, remendado por un instituto cardiólogico, je, je...Y qué calor, amigo. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro de que te haya emocionado, JC. Este tio es un auténtico fenómeno: cuánto más leo sobre el más claro me queda. Pare ideas brillantes como el que come pipas... Espero que le de tiempo a escribir unos cuantos trabajos más.
      El calor es tremendo, pero, a Díos gracias, el ac hotelero chuta que da gusto.
      Un abrazo amigo

      Eliminar
  5. Qué pelazo tiene ese hombre, ja, ja. Pues sí, disfrute mucho "Moteros tranquilos, toros salvajes", muchísimo, y algo menos "Sexo, mentiras y Hollywood", que iba demasiado a saco. Tomo nota del que recomiendas, esos dioses y monstruos, pero del que ando al loro, a ver cuando sale traducido en España, es de "My lunches with Orson". ¿Qué Orson va a ser, hombre?
    Saludos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nunca subestimes el poder de un buen peinado, amigo. Fíjate hasta donde llevó al bueno de Jon... Jejejejeje Yo la verdad es que he disfrutado y releído moteros... y Hollywood... por igual, pero quizás el primero si que puede impresionar más por lo mítico de la época. Me imagino que el Orson del que trata el libro que ansias será Scott Card, el del juego de Ender... Jejeje
      Ojalá alguien atienda tus plegarias
      Saludos

      Eliminar