Seguimos dejandonos caer por el cine para ver las películas que se fueron estrenando mientras estabamos de vacaciones. Y tras haber disfrutado de la estupenda "Pacific Rim", ahora le tocaba el turno a "Guerra Mundial Z".
Mientras una plaga de zombies de origen desconocido ha arrasado practicamente el mundo entero, a un agente de la ONU retirado Gerry (Brad Pitt), le es encomendada, mediante el chantaje de proteger a su familia a cambio, la misión de recorrer el mundo junto a un virologo para buscar el origen de la plaga y así intentar darle una solución.
El principal problema para mi de
esta película han sido lo mal rodadas que están las secuencias de acción, que
resultan confusas a más no poder. Hay secuencias que podrían haber funcionado mejor dejando respirar un poco más los planos: todo lo que transcurre en la DMZ coreana, en la que la labor de fotografía del siempre excelente Robert Richardson brilla con luz propia, (y perdón por el chiste...); la secuencia en Jerusalem; o el tramo del avión, que también queda parcialmente malogrado. Uno no sabe si esto ha sido por la ineptitud
del director para este menester
(que ya quedó demostrada en la muy mediocre “Quantum of solace”…), o hay otros motivos, como puede ser la intención de que con tanto barullo no se vea nada y el espectador no eche así a faltar la violencia que siempre tiene que acompañar a los zombies. Porque si otros monstruos pueden funcionar sin sangre y vísceras, a mi entender, son imprescindibles en los no-muertos. La descomposición de los cuerpos, la rabia y el hambre que desatan en algo que previamente era humano es lo que hacen que estos monstruos sean tan perturbadores. El único tramo de la película en el que el montaje parece relajarse es en el tramo final (que tiene toda la pinta de haber sido lo que más ha cambiado en las remodelaciones que ha sufrido la cinta), que es el que más se aleja de esos ataques de zombies en masa con los que se ha promocionado la película, y el que mayor tensión logra en todo el metraje.
Más allá de esto la película ofrece un entretenimiento aceptable (no aburre en ningún momento) conalgún que otro apunte brillante de guión. Hay ideas maliciosas que hacen que elevan el tono del relato: la mención de la solución llevada a cabo por Corea del Norte para controlar la invasión (impagable actuación de David Morse); el origen del ataque que sufre Jerusalem, que tiene una perversa lectura sociopolítica; la manera que tienen de defenderse en el avión, que tiene de nuevo una reflexión social.
En cuanto a los actores, Brad Pitt, que curiosamente retoma el look grunge que le llevó a la fama hace 20 años (¿Estarán los 90 a punto de volver?), no abandona la pantalla en un solo momento y cumple dignamente con su papel. El resto del reparto son meros comparsas, y más allá del citado David Morse, el resto de actores casi no tienen tiempo en pantalla para valorar su labor, así que poco se puede decir de ellos. Y el aspecto de los zombies, aunque no es el mejor que se ha visto (algunos amigo mios decían que parecían gallinas, y la verdad es que el ruido que hacen si que tiene algo de cacareo...), a mí por lo menos no me molestó demasiado.
Recapitulando, una película entretenida, que ha logrado sobreponerse en parte al desastre que todo el mundo pronosticaba, pero que no logra erigirse en la película de zombies definitiva ni de lejos, ni arrebatarle el título de mejor cinta de zombies a "Amanecer de los muertos".
En principio a esta mezcla de cine de catástrofes con cine de terror, me
acercaba con un poco de recelo. No tanto por conocer el material original, que
vendría a ser un informe ficticio en el que un agente de la ONU va recopilando
testimonios sobre todo el desarrollo de una invasión zombi (o sea algo
totalmente inadaptable a una película), sino por los problemas que había tenido
la cinta durante su realización. Hubo retraso de fechas de estreno, remontajes,
rescrituras de guión, rodaje de nuevas escenas… Y lo normal es que en casos
como este, el producto final se termine resintiendo (así de primeras me viene a
la mente ese despropósito que acabo siendo la última versión de “El hombre
lobo” tras haber sufrido problemas parecidos…). Y aunque si que se puede intuir
en hechos como que personajes interpretados por actores más o menos celebres
como Matthew Fox interpreten personajes que quedan reducidos prácticamente a
figurantes, el conjunto final, a pesar de algunos problemas (que quizás no sean
debidos a este remontaje), termina funcionando razonablemente.

(que ya quedó demostrada en la muy mediocre “Quantum of solace”…), o hay otros motivos, como puede ser la intención de que con tanto barullo no se vea nada y el espectador no eche así a faltar la violencia que siempre tiene que acompañar a los zombies. Porque si otros monstruos pueden funcionar sin sangre y vísceras, a mi entender, son imprescindibles en los no-muertos. La descomposición de los cuerpos, la rabia y el hambre que desatan en algo que previamente era humano es lo que hacen que estos monstruos sean tan perturbadores. El único tramo de la película en el que el montaje parece relajarse es en el tramo final (que tiene toda la pinta de haber sido lo que más ha cambiado en las remodelaciones que ha sufrido la cinta), que es el que más se aleja de esos ataques de zombies en masa con los que se ha promocionado la película, y el que mayor tensión logra en todo el metraje.

En cuanto a los actores, Brad Pitt, que curiosamente retoma el look grunge que le llevó a la fama hace 20 años (¿Estarán los 90 a punto de volver?), no abandona la pantalla en un solo momento y cumple dignamente con su papel. El resto del reparto son meros comparsas, y más allá del citado David Morse, el resto de actores casi no tienen tiempo en pantalla para valorar su labor, así que poco se puede decir de ellos. Y el aspecto de los zombies, aunque no es el mejor que se ha visto (algunos amigo mios decían que parecían gallinas, y la verdad es que el ruido que hacen si que tiene algo de cacareo...), a mí por lo menos no me molestó demasiado.
Recapitulando, una película entretenida, que ha logrado sobreponerse en parte al desastre que todo el mundo pronosticaba, pero que no logra erigirse en la película de zombies definitiva ni de lejos, ni arrebatarle el título de mejor cinta de zombies a "Amanecer de los muertos".