James Donovan es un abogado de prestigio, que, en plena Guerra Fría, y por motivos que poco tienen que ver con la justicia, se ve obligado a defender a Rudolf Abel, supuestamente un inglés acusado de ser un espía soviético. Su trabajo se complicará aun más, cuando un piloto norteamericano caiga en las manos de los comunistas, y Rudolf Abel pase a ser moneda de cambio, y James Donovan se convierta en el negociador en este proceso.

En cuanto al desarrollo de la película, la verdad es que a pesar de sus más de dos horas, transcurre en un suspiro. El realizador da muestras de su gran manejo del suspense (la persecución que abre la cinta: el momento en el que Donovan se siente perseguido y e intenta escapar; o en la tensa secuencia del intercambio del puente); del humor, que como en casi todos los trabajos de Spielberg, se extiende a lo largo del metraje (no exento, eso sí, en esta ocasión de un poso amargo...), solo que en este caso tira más hacia lo absurdo, en lo que quizás sea consecuencia de la labor de reescritura llevada a cabo por los hermanos Coen; de la acción con la breve pero excelentemente ejecutada secuencia del accidente aereo; y de los momentos emotivos, como la citada anécdota de "el hombre firme", o las secuencias que implican a la familia de Donovan.

El problema es cuando esta herramienta narrativa acaba teniendo como único fin el ridiculizar el sistema sovietico: hay momentos en los que se roza la caricatura de brocha gorda, y ensalzar el norteamericano hasta el punto de llegar casi a convertirse en un panfleto proamericano. Desde luego que es el punto de vista del director y que tiene algo de verdad, pero por instantes se le escapa las cosas de la manos. Hay están las citadas secuencias paralelas que comparan el trato que reciben los prisioneros norteamericanos y los soviéticos, que probablemente tengan algo de cierto, pero con la labor de montaje que las pone en comparación, resultan un tanto maniqueas. Pero quizás el momento que más me chirrió y estuvo a punto de sacarme de la película fue la secuencia del tren a través del muro de Berlín y su posterior espejo en el lado norteamericano (no explicaré más para no destriparla), que roza los sonrojante.
Y ahora vendrán dos grupos de personas. Por un lado, los que aduzcan que tampoco es complaciente la imagen que da del sistema americano, cínico, que da veneno para inmolarse a los espías que caigan en manos enemigas, y que esta más preocupado de dar imagen de democracia y justicia al mundo exterior que de realmente serlo. A estos les digo que aunque se vierta cierta visión descreida sobre el sistema norteamericano, al compararlo con el ruso, se vuelve en comparación, un paraiso. Y por otro, los recalcitrantes, que digan que eso no es nuevo en Spielberg, y que siempre ha sido un blando y un defensor a muerte de la tarta de manzana y el tío Sam. Y a estos les respondo que de ninguna manera. En muchas de sus películas, a pesar de su aparente ligereza, hay una visión bastante más crítica de lo que podría parecer contra EE.UU. y por extensión el capitalismo occidental. Vease la crítica a la sociedad consumista y obnubilada por las apariencias que es en última instancia "Atrapame si puedes"; el ataque a la política migratoria de Norteamérica que escondía "La terminal"; la descarnada visión del intervencionismo que daba "Munich"; o mismamente la poco épica visión que daba "Lincoln" sobre la aprobación la enmienda que abolía la exclavitud. Así que aquí no vale ese argumento de "Viniendo de quien viene era la esperable...".
De todos modos, se trata de una buena película, entretenida y bien rodada, que no es poco, pero que,deja un ligero poso de insatisfacción al final.
Y dado que esta va a ser el último post del año, desear a todo el mundo un feliz 2016.
Tiene una pinta excelente. Está bien tener en cuenta los inconvenientes que mencionas para no exagerar las expectativas, pero si las interpretaciones son buenas y la historia interesante y relativamente bien contada, es más que suficiente para pasar un buen rato. Apuntada queda.
ResponderEliminar¡Feliz 2016!
Pues igual si vas con aviso previo, la cosa te deja mejor regusto aún que a mí, o sea que me alegro de ello.
Eliminar¡Feliz 2016 a ti también!
Buena película, la disfruté. Y, sí, tiene todo lo que mencionas en tu crítica, sin embargo me quedo con el título de la entrada: un hombre firme. Y ahí la película echa la palada de arena, al poner en la balanza el carácter de los dos prisioneros, y al concederle a uno la fortaleza moral que al otro le niega, que sería a la vez una alegoría de uno y otro bloque. Para mi (aún no he escrito la entrada) este aspecto es tan fuerte y rotundo que la americanada (obvia) se diluye. El toque Spielberg muchas veces se ha de leer entre líneas.
ResponderEliminar¡Feliz 2016!
Me alegro de que las disfrutaras. A mi me dejo un poco de mal sabor de boca. Tienes razón que al espia ruso lo trata con respeto, y el americano palidece en comparación con él, pero la representación que hace del sistema sovietico, y el citado plano final me sacaron un poco del tema. Y desde luego que a Spielberg hay que leerlo entre lineas, pero a mí me parece que aquí se le ha ido la mano.
Eliminar¡Feliz 2016 a ti también!
Tengo muchas ganas de verla! Ya te comentaré!
ResponderEliminar¡Feliz 2016!
Espero tu opinión.
Eliminar¡Feliz 2016 a ti también!
Muy bueno el papel de Abel, un hombre aparentemente insignificante, un funcionario como los espías que retrataba John le Carré. De todos modos "Munich" sigue siendo mi preferida de las últimas de Spielberg y creo que el epílogo es lo que sobra a "El puente de los espías", la escena en que la pasajera del tren sonríe a Hanks me pareció chirriante.
ResponderEliminarFeliz 2016 y buenos Reyes!
Borgo.
Cierto que el personaje de Abel, podría haber estado en una novela de le Carré sin problema. De hecho, es lo mejor de la película. En cuanto a "Munich", yo también creo que es una de las más grandes de Spielberg, pero "Tintín y el secreto del Unicornio" e incluso la criticada "Warhorse", me parecen cine con mayúsculas.
Eliminar¡Feliz 2016 a ti también!
La he visto recientemente y me parece un buena película, filamda por Speilebrg con su buen hacer de siempre, pero creo que éste no es de uno de sus trabajos que perdurará en el tiempo. Hanks está perfecto como siempre, la fotografía es excelente, al igual que la ambientación que te mete de lleno en el Berlín de la guerra fría.
ResponderEliminarLa escena el tren que termina la película y que como tú dices hace de espejo a la anteriormente vista en Berlín, no la interpreté como un panfleto proamericano, si no más como el recuerdo que aún quedaban muchas injusticias que resolver y que aunque se ganara una batalla, aún quedaba la guerra por delante, pero puedo estar equivocado.
Pd: Buena reseña.
Saludos y feliz año.
Desde luego que es una buena película, pero yo tampoco lo incluyo en lo mejor del barbudo. Puedo entender que la escena del tren te diga eso a ti, pero a mí me superó. Será que tenía el día cruzado.
EliminarSaludos, feliz año para ti también y gracias por los halagos.
that's amazing bro (y) awesome for me :)
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