miércoles, 26 de agosto de 2015

No hay quinto malo.


Ethan Hunt descubre la exitencia de El Sindicato, un, en sus palabras, anti Misión: Imposible, que busca desestabilizar la paz mundial a base de manipular información y acabar con líderes y empresas multinacionales. Fruto de estas maniobras de destabilización, El Sindicato logra, que Misión:Imposible desaparezca y Ethan Hunt sea puesto en busqueda y captura. Hunt deberá demostrar su inocencia e intentar acabar con El Sindicato y sus planes de dominación mundial.

Interesante argumento ¿no?. Así leído parece una chorrada y un poco lo es. Sin embargo desde que el gran Brian DePalma inaugurara la serie hace casi 20 años, quedó claro que lo de menos en esta serie iba a ser la trama, y que lo importante iba a ser la pericia del director para lograr extraer de ese argumento cuanta más set-pieces epatatantes mejor. Así tuvimos una primera entrega magistral que aun es la mejor de la serie; una segunda entrega olvidable y olvidad a cargo del entonces muy en boga John Woo; una tercera entrega que suponía el debut de J.J. Abrams como director, e introducía con aceptable interés al personaje en el siglo XXI; y una cuarta entrega que suponía el estreno del genial Brad Bird en el cine de imagen real, que resucitó la serie económica y artísticamente gracias a aunar lo mejor de la primera y la tercera entrega. Y ahora Tom Cruise, que es el responsable primero y último de esta saga, ha puesto al frente de esta ¡¡quinta!! (¿Quién nos los hubiera dicho hace 20 años?) entrega a Christopher McQuirre, tras ver sus buenas formas como director en la interesante "Jack Reacher", que tenía ante sí el reto de nos desmerecer la estupenda anterior entrega.
¿Lo ha logrado? Pues podríamos decir que sí. Este “Misión Imposible: Nación Secreta” es una más que correcta película de acción que mantiene el interés en todo momento. Quizás no haya una set-piece tan alucinante como la que transcurría en Dubai, pero el realizador sabe hacer de ello un virtud, y gracias a eso, la película no da la sensación de cansancio que en su último tramo tenía aquella entrega, incapaz de superar lo que ya había mostrado. Aquí la parte más espectacular es la que transcurre en Marruecos (por lo demás, estupendamente rodada y con una gran secuencia submarina construida a base planos largos), pero en
lugar de rizar el rizo, los creadores de la película han optado por darle un tono menos abracadabrante a ese último tramo, dandole un enfoque más oscuro, con los personajes a pie de calle y (algo, que estamos en una superproducción) más de violencia. Es en este tramo final cuando más se pueden rastrear las señas de identidad que el realizador dejo caer en su primera película, la curiosa “Secuestro Infernal” y la citada “Jack Reacher”, películas descarnadas y agresivas. Tambien hay que reconocerle al realizador un buen manejo del suspense en la secuencia más juguetona de la película, la que transcurre durante la presentación de Turandor de Puccinni, que además de ser todo un homenaje a (las dos) “El hombre que sabía demasiado” de Hitchcock, marca un cierto
aliento trágico sobre el destino de los personajes. El realizador se dedica a remarcar esa cierta tragedia a base del sencillo pero efectivo truco de integrar algunas de las notas de la citada opera de Puccinni en ciertos momentos introspectivos de la película relativos al personaje más interesante de la película, el que esta a cardo de Rebecca Fergusson, actriz que es el descubrimiento de esta producción.. Y es que en la que quizás sea la mayor audacia de guión de la película, en cierto momento, los protagonistas reconocen que en ocasiones su trabajo tiene bastante de inútil e inacabable, como si estuvieran condenados a enfrentarse a una amenaza tras otra en un bucle sin fin, que sirve de distracción a poderes mayores. Pero bueno que nadie se asuste con esto que he escrito, que la película no es ninguna cinta de arte y ensayo. A pesar de lo que he
comentado, la película tiene claro en todo momento que su vocación es entretener a base de acción, suspense y acertados puntos de comedia, a cargo casi siempre de un cumplidor Simon Pegg. Además de él y la citada Rebecca Fergusson, el resto de reparto cumple con profesionalidad, aunque quizás sea Sean Harris, que da vida al villano, el que ofrece una composición más deslucida.
Vamos, que a estas alturas de la vida, no creo que casi ningún espectador vaya a ver esta película con unas expectativas erróneas sobre lo que ofrece esta saga. Y si esto se tiene claro, me cuesta imaginar que casi nadie salga defraudado.

miércoles, 12 de agosto de 2015

Películas para ocasiones (VII): "The rocky horror picture show"


Brad y Janet son dos jovenes un tanto mojigatos que tras declararse su amor y comprometerse (todo ese en la misma canción) deciden ir a darle la buena nueva al Dr. Scott, el investigador trabajando para el cual se conocieron. Sin embargo por el camino, su coche les deja tirados en una noche de tormenta, y se ven obligados a pedir ayuda en la casa más cercana, que resulta ser el castillo de Dr. Frank-N-Furter, un dulce travesti de Transexual, el planeta Transilvania. Esta noche cambiará sus destinos para siempre.


Hoy, 14 de Agosto, se cumplen 40 años del estreno de "The Rocky Horror Picture Show" y es algo que merece la pena celebrar y recordar, no por ser una gran película (aunque para mí lo es sin duda) sino porque es la cinta que podemos considerar como la precursora de lo que se ha venido a llamar "Cine de culto".





Surgida de la desesperación de Richard O´Brien, actor que tras ver que su mayor logro había sido interpretar un papel secundario en "Jesucristo Superstar" en el West End londinense, decidió volcar su pasión por las película de terror de los 50, los musicales, el travestismo y el glam de David Bowie en una obra musical. Al principio se iba a llamar "They came from Denton High" pero que en último momento pasó a llamarse "The Rocky Horror Show". Tras ser representado con moderado éxito en Reino Unido y USA, la Fox decidió convertirlo en película, manteniendo a O´Brien como actor secundario y como guionista, y poniendo al frente del proyecto a Jim Sharman, que venía de dirigir varios montajes en los que había actuado O´Brien. A este reparto se sumaron entre otros Barry Bostwick y Susan Sarandon para incorporar a la pareja protagonista, la actriz de
cabaret Little Nell para dar vida a Columbia, el cantante Meat Loaf como Eddie, el veterano Charles Gray como el narrador, y en la que sería su primera interpretación de un personaje icónico (la otra sería Pennywise en "It") Tim Curry dando vida al inolvidable Dr. Frank-N-Furter. La película se rodó en el Reino Unido con un presupuesto moderado sin mayores incidencias, y en Agosto se estrenó allí para unas semanas más tarde hacerlo en USA. El estreno, quitando buen funcionamiento en ciudades puntuales, fue un fracaso de los gordos. Sin embargo, un avispado ejecutivo de la FOX, a la vista del éxito de sesiones golfas de películas iconoclastas como "Pink Flamingos" animó a que se hiciera lo mismo en un cine de Nueva York. A partir de aquí el resto es historia. Estas sesiones funcionaron de maravilla, y este fenómeno se empezó a expandir como la peste, primero por USA y luego por todo el mundo. Pero no solo eso, el público se entragaba en los pases y empezó a interactuar con la película, dando lugar a unos rituales que con el tiempo han crecido y se han hecho canónicos. Así hasta hoy en día, en el que se ha convertido en la película con la presencia ininterrumpida más larga en salas de la historia del cine, es una de las películas que están conservadas en la Biblioteca del Congreso de USA, y es un clásico indudable del cine musical, de la ciencia-ficción y del cine homosexual.

Y ahora lo que de verdad importa ¿merece realmente la película el status del que goza? Vaya por delante que no es ninguna obra maestra: la realización es bastante tosca y poco trabajada (en algún momento se puede ver hasta microfonos colgando en la parte superior del plano...),hay algunos altibajos de ritmo, y el diseño de producción es un tanto chapucero. Y a pesar de todo es una película enormemente disfrutable, que engancha y apetece repetir de vez en cuando.


En primer lugar, el guión. El argumento es una vuelta de tuerca irónica y perversa de las tramas de películas de ciencia-ficción de los 50, demostrando que las jóvenes parejas protagonistas de aquellas películas no eran tan castas como podía parecer, y que aquellos científicos que solventaban la papeleta en último lugar, era en su mayoría parte del botín de mente de la derrota de la Alemania nazi. Peor no solo eso, sino que tienen mucho desparpajo y no se corta en mostrar travestis desatados y relaciones (sexuales) gays. Además tiene los arrestos de huir del final feliz: la ardiente pasión que posee a los personajes les deja secuelas importantes, si es que sobreviven a ellas.
Luego están los actores, que están todos ellos estupendos, conscientes del registro en el que se mueven y la película en la que está participando. Son inolvidables una Susan Sarandon jovencísima y deliciosa, que se pasa la mayora parte de la película en bragas y sujetador, demostrando que ya de joven estaba de muy buen ver, y por supuesto, Tim Curry como el mejor Frank-N-Furter imaginable. No solo por lo divertido y exagerado que está, sino porque además hace gala de una voz alucinante, la mejor del evento si quitamos a cantantes profesionales como Meat Loaf.


Y por último, pero quizás lo más importante, para que esta película sea tan mítica como es: las canciones. Son simplemente alucinantes. Desde la primera a la última. Muy influenciada en general por David Bowie, a lo largo de la cinta, dado su caracter de pastiche, hat guiños/homenajes/paródias al Beboop, al Rock cincuentero, a las baladas románticas, al cabaret, y a la canción melódica. Si me tengo que quedar con uno, sería con "Dammit Janet", pero es por motivos personales (para que os hagáis una idea  de como me gusta, la Gata con gafas y yo abrimos el baile nupcial con ella), aunque   "Double feature picture show", "Time warp", "Sweet Transviste", "Touch-a, touch-a, touch-me" o  "I can make you a man", "Hot patootie" o "Rose tinte my world" son geniales. Basicamente, ejem, todas (por si no ha quedado claro soy un fan irredento...).





En fín, que no se trata de una película para todo el mundo. Pero todo el mundo debería verla al menos un vez en la vida. Y si es posible en mucha compañía y en un cine en sesión golfa mejor. Y si es posible con actores amateurs que interpreten la película y con el publico interactuando con ello mucho mejor. Y si encima es en San Francisco en un cine con bastantes gays locazas desatados, miel sobre hojuelas.







Imagino que la mayoría de los que leáis esto ahora estaréis en la playa o de viaje por ahí y os dará pereza. Que no os de, es una película muy fresquita y divertida para estas fechas. Así que a animarse todo el mundo.

viernes, 7 de agosto de 2015

El pequeño gran superhombre


Scott Lang es un ingeniero recien salido de la cárcel tras ser condenado por robo, que busca reconducir su vida y recuperar la relación con su hija de 6 años. Ante todas las complicaciones que se presentan en su camino, la mejor solución será la propuesta de Hank Pym, científico y superheroe retirado, que le ofrecerá usar un traje que, gracias a sus capacidades reductoras, le convierte en Ant-Man, un nuevo superheroe.

Pues por fín llegó la película que cierra la que se ha bautizado como fase 2 del Universo Marvel Cinematográfico. Cinta que muchos auguraban como el primer pinchazo de Marvel Studios en su periplo como estudio cinematográfico independiente. Una película que ha pasado por más de 10 años de desarrollo, 3 estudios y un cambio de director (de Edgar Wright, que mantiene créditos como guionista y productor ejecutivo, a Peyton Reed) a menos de un mes de inicio del rodaje. ¿Era posible que saliera algo medianamente aceptable tras semejante baile? Pues a una vez vista "Ant-Man", hay que decir, que sí, que era posible (y que conste que las hormigas nunca han sido bienvenidas en esta casa...). Los odiadores de Marvel van a tener que seguir afilando los cuchillos un tiempo más. Y aunque es obvio que este trabajo no va a cambiar su opinión sobre el estudio, para el resto de los espectadores es la confirmación de que Marvel continua sin estrellarse en taquilla (y van 12 películas ya) y que el estudio (y Kevin Feige, como cerebro que guia su evolución) siempre (si obviamos la execrable "Iron Man 2"...) entrega, como mínimo, entretenimientos dignos.

Creo que ya lo he comentado por aqúi alguna vez, pero si algo hay que agradecerle a Marvel Studios es que ha sido capaz de mantener una cierta coherencia temática y visual que se ha constituido como el canon en el género cinematográfico superheroico actual, sin renunciar a bucear, aunque sea a veces tangencialmente, en otros géneros. Así después de haber pasado por la épica fantástica, el cine de aventuras bélicas, el thriller político, la buddy-movie y la space opera, ahora le ha llegado el turno al cine de robos. En "Ant-Man" encontramos todos los ingredientes de este tipo de películas: el ladrón honrado y exconvicto arrepentido; la necesidad de un último golpe maestro para conseguir poner en orden su vida y dejar de delinquir para siempre; el reclutamiento de la banda necesaria para el robo; la idea y preparación minuciosa del golpe... Todo lo que ya hemos visto en 
"Topkapi", "El golpe" o la saga "Ocean´s Eleven". Siendo como es este genero muy agradecido, el interés y el ritmo se mantienen a lo largo de todo el metraje, sin caer en ningún momento en el aburrimiento. Los gags y chistes que jalonan con bastante acierto la historia contribuyen a ese tono entretenido y ligero. Es además en los gags donde se pueden rastrear las reescrituras a las que ha sido sometida la historia: hay detalles facilmente atribuibles a Edgar Wright y su compinche habitual Joe Cornish, como la pistola que reduce a la gente a pulpa o los detalles surrealistas de la batalla final; otros gags, que serían más de diálogos se pueden atribuir a Adam McCay y Paul Rudd, con un humor menos visual y más basado en la verborrea y la inmadurez.

En cuanto a la labor de Peyton Reed tras las cámaras, es funcional para lo bueno y para lo malo. Para lo bueno en cuanto a que equilibra con bastante acierto todos los aspectos tanto argumentales (integrando con acierto al personaje con el resto del Universo Marvel sin que resulte un lastre para la historía) como visuales (aunque en el look de la película habrá tenido mucho que ver el reputado director de fotografía Russell Carpenter...) de la película y no hay estridencias en cuanto al tono, resolviendo con igual corrección las secuencias cómicas y, sobre todo, las de acción. Entre lo mejor de estas últimas, esta el enfrentamiento final entre el héroe y el villano, que juega de manera muy original con la perspectiva y el tamaño real, logrando un divertido tono a medio camino entre la caricatura de la épica en la que suelen desembocar estas películas y lo directamente surrealista.


Pero hay momentos en los que esa funcionalidad se convierte en tibieza y termina jugando en contra de la película. Apuntes interesantes como las consecuencias psicológicas que tiene el uso continuado de las partículas reductoras, salen a la luz en situaciones puntuales, como mera excusa argumental, cuando vienen bien para resolver una escena, pero se quedan ahí, sin profundizar en ellas. Y es una lástima, porque ideas como esta, que podría servir como explicación para la oscura existencia de Hank Pym (¿es algún tipo de medicación psiquiátrica la que se ve que lleva siempre encima para combatir las consecuencias mentales de sus años como Hombre Hormiga...? Y además la elección de casting se lo ponía fácil, con un actor como Michael Douglas, que tantas veces se ha prestado a mostar personajes oscuros en pantalla...), o los arrebatos megalomaniacos de Chaqueta Amarilla, se pierden como lágrimas en la lluvia. Y lo mismo se aplica a otras ideas igual no tan novedosas (la sombra de "El increible hombre menguante" es alargada...) pero que si que daban para más, como los peligros que representa los objetos más mundanos cuando se tiene el tamaño de una hormiga, o el universo subcuántico, original pero poco aprovechado.


Una correcta película, que  marca las (interesantes) bases de lo que está por venir, con esa prometeredora segunda escena post-créditos, y que supone un correcto cierre a la fase 2, y que por una parte supone una vuelta a los origenes (el primer "Iron Man" viene muchas veces a la mente...). Si nos cuentan hace 8 años que iba a haber 12 películas Marvel que formarían un universo compartido hubieramos buscado la cámara oculta. Solo por el triunfo que eso ha supuesto, merece un respeto este estudio.