miércoles, 20 de mayo de 2015

De chandalero arrabalero a exquisito espía.


Hace poco hablabamos por aquí de la entretenida "Kingsman. El servicio Secreto". Como la película me dejó tan buen sabor de boca, pues al final me decidí a darle una oportunidad, y eso que de una década para aquí casi todos los trabajos de este hombre me han decepcionado, pero bueno, todo el mundo tiene derecho a una nueva oportunidad.

Mark Millar es un excelente creador de premisas. Su cabeza pare ideas atractivas y, lo que parece que le importa más a él en los últimos tiempos, vendibles. Desde que vio la luz y descubrió que la pasta estaba en vender los derechos de sus obras (de hecho tengo una entrevista suya en la que afirmaba sin ningún pudor que ese era el objetivo de sus obras de creación propia...), parece esforzarse más en idear puntos de partida llamativos y promocionarlos, que en darles un desarrollo y final a la altura. Por eso mismo, cada vez espero con menos ganas sus trabajos. Y eso que hace algo más de una década me cautivó hasta la médula con su primer volumen de "The Ultimates", tebeos que leí hasta el desgaste y me empeñaba en descubrir a cualquiera que se me acercara, y que son uno de los motivos del triunfo del actual universo Marvel cinematográfico. Pero el declive que viene sufriendo su obra desde entonces (quitando chispazos puntuales de simpatía y diversión como "Old Man Logan", el primer volumen de "Kick Ass" o el simpático "Supercrooks"),  parece no tener fin. ¿Confirma este nuevo tebeo su declive? Pues ni si, ni no, sino todo lo contrario.

Desde luego que la premisa es atractiva, y está aceptablemente desarrollada. El escocés continua teniendo chispa a la hora de escribir diálogos ingeniosos en distintos registros. Es indudable que sabe crear momentos entretenidos y consigue que los personajes tengan el carisma suficiente como para que a uno le importe lo que le están contando. El problema es que su tendencia a tirar de la exageración y el humor de brocha gorda no parece tener fin. Porque, por ejemplo, ¿es necesario sacar a un niño haciendo un porro ante los ojos divertidos de sus padres para demostrar lo mal que ejercen de progenitores? ¿Convertir al villano en un cornudo apaleado era la única forma de hacerlo más risible y patético? Yo creo que no. Es un poco rastrero que un autor, que ha demostrado que puede escribir cosas muy interesantes, tire por tierra el nivel de sus obras en el afán de contentar a cuanta más gente mejor. En la entrada que dediqué a la película comentaba la gran labor de la guionista Jane Goldmam, y una vez leido el tebeo, no puedo sino confirmarlo. Aunque también es justo reconocer que hay una idea estupenda de Millar que la guionista no ha sabido/querido/aprovechar, y es el final, que huye de la pirotecnia de bombas humanas de color para ofrecer un climax que recuerda, salvando las distancias, al de "El perfume" de Patrick Suskind.
El plan para raptar estrellas es a priori interesante, aunque se queda en algo superficial, y no aprovecha la idea de ahondar en el poder que tienen las celebridades a nivel social. Aquí hay que darle mérito de nuevo a la guionista por haber sabido dar a esto el giro adecuado, dejando una idea que en pantalla iba quedar en una mera sucesión de cameos para en cambio poner en relieve el poder que las telecomunicaciones en nuestra sociedad.
En cuanto a Gibbons al dibujo, pues poco se le puede reprochar: es un narrador muy consumado y siempre logra lo que queire. Quizás si que resulta llamativo que el detallismo y la finura del trazo que presentó en su obra magna "Watchmen" ha quedado atrás, para acercarse cada vez más el de trazo grueso de Steve Dillon, de tal manera que si nos dijeran que algunas de las páginas del tebeo han sido realizadas por este último, no costaría nada creerlo.









Al final de todo, lo que que queda es un tebeo entretenido que ha servido de germen para una película aun más entretenida y elaborada. ¿Pero no sería acaso eso lo que los tres autores pretendían con este trabajo?


6 comentarios:

  1. Me gusta la idea. Para los que no tenemos ni puñetera idea de cómics, cualquier aclaración es buena. Por cierto, ¿es tan bueno Maus como dicen? Es que me está entrando el gusanillo, la verdad. Excelente entrada, León. Excelente.

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    1. Me alegro de que hayas disfrutado la entrada.
      Lo del "Maus" es off-topic total, pero bueno, como lo tengo en la foto de cabecera no puedo negarme. Si que es muy bueno (aunque no es el mejor tebeo que he leido, también te lo digo...). La narración transcurre en dos niveles: las vivencias del padre de Art Spiegelman, que sobrevivió a un campo de concentración, y su relación con su hijo 40 años después. Fue pionero en servirse de la fabula para reflejar un hecho real tan terrible como el holocausto, y no escatima en detalles truculentos y ciertos. Pero quizás lo que más me llamó la atención fue la brutal honestidad con la que retrata el autor la relación con su padre, difícil como pocas. Espero que te hayan entrado ganas de leerlo JEJEJE
      Saludos

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  2. Personalmente me encantan los cómics de Millar (con los "Ultimates" a la cabeza), siempre consigue entretenerme y divertirme, aunque lo haga siempre por el camino extremo. Eso se puede aplicar a "The Secret Service", uno de los mejores trabajo del escocés de los últimos años. Es cierto que la idea daba para más, pero me parece un cómic de los más disfrutable. Eso sí, Vaughn desmostró hasta donde se podía llevar la historia.

    Saludos.

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    1. Yo también he sido fan total de Millar, y adoro su primera etapa de los UItimates, pero tras esto, parece que se ha empeñado en parir historias que son meras ideas para su posterior venta cinematográfica. Este "The secret Service" no esta mal, pero uno no sabe si Millar se sabotea a si mismo, malogrando sus mejores ideas para dejar lo mejor para la adaptación cinematográfica, y que se luzca más.
      Saludos

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  3. También me gusta Millar, aunque lo que me gustaría saber es quien puso de moda eso de poner la pistola en horizontal. ¿Queda más guay? La película de Kingsman fue una grata sorpresa que aquí no tuvo el éxito que merecía.
    Saludos!
    Borgo.

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    1. A mi también me gusta, aunque el modo en que encara sus proyectos ahora no me termina de llenar. Me gustó más la película, que por estos lares mereció mejor suerte, que el tebeo. A la espera de ver cosas como su proyecto conjunto con Frank Quitely, uno desería que recuperara el pulso de obras como "Chosen" o los primeros "Ultimates". Y lo de la pistola es una fardada que yo creo que viene a través de la fagocitación de los raperos malotes del cine hongkonges de los 80 y 90 via Tarantino, Rodriguez y demás.
      Saludos

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