lunes, 23 de marzo de 2015

Breve historia del Amor.


En 1962, el brillante y un tanto anárquico físico Stephen Hawkins, verá su destino condicionado para siempre: por un lado conoce a la que será la mujer de su vida, Jane, y por otro, decide dedicar su doctorado en física a aplicar la teoría de los agujeros negros al origen del Universo. A la par que va revolucionando la Física tal y como la conocemos, su cuerpo va degenerando, condicionando su vida y la de todos los que le rodean.



Seguimos con la temporada de premios. Si hace unos meses pasaba por aquí la estupenda y finalmente casi ignorada por la academia "The imitation game" hoy tocaba el turno a otra de las contendientes, "La teoría de todo". Y aunque a esta película se le va aun más el plumero en lo que a llamar la atención de los académicos se refiere, sería injusto no reconocerle cierto mérito.




Aunque no se venda como tal, es importante tener en cuenta que la historia esta contada integramente desde el punto de vista de Jane Hawking, la que fuera su mujer durante 25 años. Ella es la autora de la biografía en la que se basa la película y son sus ojos a través de los que se nos narra la historia, por más que ella no esté presente en todo momento en pantalla. Este es un dato a tener en cuenta, porque en realidad no nos encontramos ante un film biográfico (no del todo, por lo menos), sino que estamos más bien ante un melodrama. Por eso, aunque pueda parecer que la película pasa muy por encima por aspectos vitales de Hawking como su faceta de científico, tiene cierta lógica que así sea, dado que eso no es lo que condicionó su matrimonio.

Como todo melodrama, su eficacia se apoya sobre todo en la labor de los interpretes. Y aquí me gustaría romper una lanza a favor de Felicity Jones y su composición de Jane Hawking. Cierto es que Eddie Redmayne tiene a su cargo el papel vistoso y premiable (como atestigua el Oscar que se llevó el pasado febrero...), con mucho maquillaje y minusvalía incluida, y que lo defiende bien, pero es Felicity Jones la que logra los momentos más emocionantes, con una actuación contenida pero llena intensidad. Eso sí, aun teniendo en cuenta que Jane es el referente a la hora de contar la historia, es cierto que el guión peca de tibio por momentos, y desaprovecha aspectos tan interesantes como el enfrentamiento entre la fé cristiana de Jane y el ateismo militante de Hawking; el momento en el que Jane insiste en que se realice una traqueotomia a Stephen; o lo que tuvo que suponer el adulterio dentro del matrimonio, que queda, por parte de ambos cónyugues, como demasiado casto. Si se hubieran potenciado, la película hubiera ganado en intensidad.
El director, James Marsh (que se dio a conocer al ganar el Oscar por el sobrevalorado documental "Man on wire"), opta por una puesta en escena funcional, correcta y sin excesiva salidas de tono. Aun así, si que tiene puntos de interés, como el uso de metraje que imita la textura de las grabaciones familiares en Super 8 (una idea recuperada de la citada "Man on wire"), la vistosa secuencia final, o, el uso de la luz. Esto último es lo que más me llamó la atención y lo que más reseñable me parece, ya que se utilizan los colores para matizar los sentimientos de los personajes y su ciclo narrativo. En la primera mitad encontramos una luz que podríamos llamar impresionista, trabajando los colores de una manera bastante irreal que choca con el naturalismo con el que esta narrada la historia. Así la primera secuencia en la que se conocen  los protagonistas, tiene una tonalidad azul muy marcada y forzada, que hace que la aparición de Jane, de colores cálidos resalte de manera muy llamativa. O también el momento en el que Hawking, se encuentra sumido en la
depresión ante su fatídico pronóstico de vida, en la que el científico, vestido de marrón, se funde con la habitación forrada de madera en la que espera consumirse hasta el final de los días, hasta que aparece Jane Hawking dispuesta a sacarle del ostracismo, ataviada con un vestido de tonos verdosos que rompe la monocromia y convirtiendose en la esperanza del protagonista. Sin embargo, conforme avanza la película, la iluminación va virando a tonos más naturales y grises, marcando así al evolución de los sentimientos de Jane respecto a su matrimonio con Stephen: de la exhuberancia y la ilusión inicial se va pasando a la monotonía y la apatía. Sorprendentemente, el cinematografo Bennoît Delhomme, que también realizó el pasado año otra gran labor en "Elhombre más buscado", no ha recibido ni premios ni nominaciones por su labor.


En fin, que lo que queda es un buen melodrama sustentando sobre todo en un puñado de estupendas actuaciones. Podía haber sido mejor, pero también mucho peor.


8 comentarios:

  1. Muy buena crítica. A mí me gustó mucho. Toda la trama está bien cuidada y tratada. El trabajo de Felicity Jones, me encantó. Forma un tándem perfecto con Eddie Redmayne, hubo mucha química entre ellos y eso los plasmaron maravillosamente en la pantalla. Es una pena que se valorara más el trabajo de Eddie, que como dices, lleva el peso de la historia. Me parece curiso que en las dos últimas entregas de los Oscar, se llevaran el premio actores cuyas películas tratan temas basadas en hechos reales. "Dallas Buyers Club", Matthew McConaughey y Jared Leto y en esta última, Eddie. Que estaba cantadísimo que se lo iba a llevar, claro. Reconozco que hicieron grandes papeles. Pero se pierden otras muchas interpretaciones estupendas como la de Benedict Cumberbatch en "The imitation game" y estoy de acuerdo en lo que comentas de la peli. Está claro que a los de la academia le van los dramones. Volviendo a la peícula... en mi opinión es un buen biopic. Hawking, visitó por sorpresa el set de rodaje y eso dijo mucho de él. Tuvo que ser emocionante para el director y todo el equipo.

    ¡Saludos!

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    1. A los académicos, o más bien a los actores que son los que los votan. les gusta cosa mala el tema de minusvalias y afecciones físicas y psíquicas. Por eso me gusto la Jones: su papel es menos lucido, pero logra emocionar mucho.
      Seguro que fue curioso que Hawking se presentara en el set, pero con ese hombre no sabes que esperarte, porque tiene fama de ser un tanto difícil.
      Saludos

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  2. Muy interesante lo que cuentas del uso de los colores para transmitir sensaciones en determinadas escenas. Esa aparición de Jane con su vestido verde recuerda a un popular dicho inglés: "The Hope Greenwash" (La esperanza la pintan verde) De todos modos está claro que los papeles con minusvalía física suelen estar bien considerados en los Oscars como ya se vio en "Mi pie izquierdo".
    Saludos! Borgo.

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    1. Tampoco es que inventen la pólvora los artífices de la película con el tema del color, pero se agradece el afán de ir más allá del melodrama académico, e intentar lograr una película que vaya un poco más allá del texto. Y lo de las minusvalías físicas, psíquicas, o enfermedades en general, pues de todos es sabido que es muy rentable en lo que a premios se refiere.
      Saludos

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  3. Desde el momento que vi el trailer de esta película en el cine, me dio una pereza tremenda tener que verla. Caerá algún día, pero realmente no me apetece mucho. Aunque eso que introduces de Bennoît Delhomme... Bueno, igual se puede ver, pero quitándole el sonido, ja, ja. Por cierto, si Jane Wilde se divorció hace veinte años de Stephen Hawking, ¿por qué sigue manteniendo ese apellido si su marido actual se apellida Jones? ¿Para vender más libros?
    Saludos.

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    1. Yo también la vi un poco por ver, y por que su duración se ajusta a los tiempos que nos da la niña entre toma y toma, pero no cuesta reconocer que me sorprendió para bien. Cae un poco en el temible academicismo de Oscar pero tiene más chicha de la que parece.
      Lo de Jane Hawking, si que tendrá algo de maniobra comercial, pero en una entrevista que le oí hace poco decía tener una buena relación con el físico, así que imagino que será una suerte de acuerdo.
      Y la luz de Delhomme es estupenda, la verdad.
      Saludos

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  4. Me gustó bastante,el actor que se llevó el oscar,pienso que borda bastante al personaje,y la caracterización me parece impresionante,tanto física como psicológicamente.
    Es verdad que en algunos aspectos se podría haber profundizado más (la cuestión del ateismo,la irrupción de terceros en el matrimonio....) pero bueno,ese carácter contenido supongo también fué un punto a sumar para la Academia.
    Saludoss

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    1. A mi también me da que el motivo de obviar esos temas más espinosos, pero a priori muy interesantes, fue contentar a la academia, pero con eso y con todo, la película es estimable. Ojala todas las películas que quieren ganar oscars fueran así.
      Saludos

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